APLICACIONES PRÁCTICAS SOBRE LEY Y GRACIA EN MI VIDA
¿Qué significó para Lutero el descubrimiento de la Gracia salvífica del
Señor? ¿Podéis imaginar lo que sintió, vivió y pensó nuestro buen amigo en una
época como esa? ¿Somos conscientes del regalo que está derramando el Señor
sobre los corazones de todos nosotros?
Me he preguntado muchas veces, cómo es posible que
Dios esté contento con mi comportamiento, sabiendo que esto es un error
conceptual relevante porque a Dios ya le agrado sin necesidad de mostrar ningún
comportamiento. Otra cosa es que puedan ser desagradable mis actos, pero no yo,
que me ama tal y como soy sin necesidad de “vestirme” primero para gozar de su
aceptación.
Sé que es natural e intrínseco en el ser humano tratar
de agradar a Dios mediante los actos porque es algo que nos resulta muy natural
y lógico, pero hemos visto cómo es importante reconocer que el concepto de
justicia y obediencia que Dios tiene respecto a la situación caída que vivimos
es diferente a la nuestra.
Además en la ley, no lo olvidemos, está en juego el
carácter de Dios frente a otras esencias creadas que observan la duda que “el
enemigo” ha hecho sembrar en el universo y que sitúan a Dios en el banquillo de
los acusados. No es un problema sólo que el ser humano tiene, Dios está siendo
acusado.[1]
Mi relación con la ley no es buena. Me molesta
infringirla en mis pensamientos y si éstos se convierten en acciones mucho más,
sin embargo he de decir, que resulta de una enseñanza encomiable y que ahora
sin ella, no me gustaría vivir. Trato de “caminar” en ella y verla como un
ideario más que como un reglamento. Observo cómo a lo largo del tiempo, la ley
va cobrando significados muy profundos y siento que es una ley viva, que me
protege y que habla de un Dios de amor que me quiere y desea lo mejor para mí.[2]
Otra cosa es, lo que ocurre con los demás y el
cumplimiento de la Ley. Es decir, qué observan los demás en relación a mi
manera de interpretar los MITZVOT, los mandamientos. Pablo es consciente de la
problemática y la línea entre “no ofender a los demás” y cumplir con la ley de
Cristo no siempre es fácil de identificar. No obstante, si pasamos por el
filtro del amor, toda ley, toda enseñanza descubrimos verdaderamente todo su
poder.[3]
Hubo un tiempo en la historia de
nuestro mundo, en la cual no fue fácil identificar el significado de gracia
para nuestras vidas. La consecuencia de éste descubrimiento cambió el mundo
conocido y mejoró todas las disciplinas. Pero ¿Por qué permitió Dios tanta
oscuridad y sangre en aquella época? ¿Por qué fue tan difícil acceder a la
salvación por la gracia?
Aún entre nuestra iglesia, resultó un calvario.[4]¿Por qué?
Existen todavía iglesias donde no admiten la batería en su música, donde la versión
nueva internacional es rota desde un púlpito, donde no se acepta la tv o el
cine en ninguna de sus formas, donde se discierne el bien y el mal a través de
los pendientes o de determinadas ropas. ¿Cómo hemos de actuar ante ésta
situación? ¿No es acaso momento de rasgarse las vestiduras y protestar frente a
tales e ignominiosas creencias que impiden el crecimiento y el evangelismo? ¿O
bien, debemos ser amorosos pacientes, y esperar pacientemente cómo hemos estado
haciendo sin resultados?
Conseguir la paz del evangelio, no proviene de mi
victoria sobre el pecado, sino que es precisamente al revés, Dios me da la paz,
Dios me da la victoria y es entonces cuando venceré éste virus, y nunca
completamente en ésta tierra, pero esperaré redimido el momento de la glorificación.[5]
Me encanta escuchar y aprender de hombres, que yo
considero de Dios, que tratan de mostrar un evangelio puro, basado en la ley de
la gracia, basado en lo que significa la justificación por la fe en mi vida
diaria y desde donde debemos postular y vivir la fe. Imaginemos que, en una
situación correspondiente a la ética situacional, demuestre que las zonas
grises existen, es decir, que no podemos ser dicotómicos, blanco o negro.
Pongamos un ejemplo:
Alguien nos ha regalado un décimo de la lotería, y
ha resultado premiado con 1000.000€ pero hemos defendido desde los púlpitos que
no se debe jugar a la lotería. ¿Qué haría éste pastor? Hay innumerables
ejemplos donde podríamos destacar zonas grises.[6]
Es saber la finalidad de la ley y el conflicto
cósmico, de trascendencia universal en el que vivimos, y aceptar completamente
la seguridad de la salvación, que debe ser un hecho, no un posible hecho y que
además es necesario para mantener una buena relación con la ley, Dios quiera
que entendamos la grandeza de su gracia.[7]
[1] En
referencia a éste asunto recomiendo la lectura de una obra magistral. K.NIGHT
G. La cruz de Cristo.
[2] Significativo y útil el
pensamiento católico ausente en la actualidad y con el que me identifico.
Palau, Luis. Comentario Bı́blico Del Continente Nuevo: San Juan II.
Miami, FL: Editorial Unilit, 1991.
[3] Martin, A. N. ¿Qué
Está Fallando Con La Predicación De Hoy?. Graham, NC: Publicaciones Faro
de Gracia, 2002.
[4] Vide MOORE M. Evangelismo versus legalismo.
[5] Recomiendo la lectura al
respecto de cualquiera de las obras de VENDEN M. 95 tesis sobre la justificación por la fe.
[6] Para
evitar el partidismo a la hora de aplicar las zonas grises, debemos entender
las reglas de Hermenéutica básica. Berkhof, Louis. Principios De Interpretación
Bíblica. Grand Rapids, Michigan: Libros Desafío, 2005.
[7] Una
comprensión de la gracia más allá de la teoría y vivida en una religión
práctica la encontramos en el libro de Juan. Hayford, Jack W. Estudio De
Juan: Una Vida Más Allá De Lo Ordinario. electronic ed. Logos Library
System; Plenitud del Espiritu. Guias para explorar la Biblia. Nashville:
Editorial Caribe, 1994.
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