DR. Miguel Ángel Núñez




A manera de introducción

He sido pastor de la Iglesia Adventista por 28 años. En todo este tiempo he servido de la mejor forma posible en diversos lugares del mundo como pastor distrital, capellán de universidades y colegios, profesor de teología y escritor. Agradezco a Dios por todas las oportunidades que me ha dado. Mis más grandes satisfacciones han sido como escritor y docente de teología, formando a muchos que hoy son pastores en diferentes lugares.

Nunca he escondido lo que creo. Nunca me he amilanado ante quienes una y otra vez me han llamado a ser "políticamente correcto". No creo que el ser pastor deba ser sinónimo de ser político, al contrario, creo que la política nos corroe hasta los huesos y nos hace perder el rumbo.

Tengo convicciones profundas, pero no llego a conclusiones de manera apresurada, suelo ser muy crítico con mis propias ideas. Soy de los que no aceptan una idea simplemente porque me la diga alguien que tiene autoridad, en cualquier ámbito, al contrario, indago, pregunto, estudio y luego, tomo una decisión. Pero vivo estudiando, por eso que aún soy crítico con las convicciones que tengo para examinarlas y replantearlas.

Nunca he dejado de ser honesto con mis convicciones, de eso pueden dar cuenta los que han sido mis alumnos (calculo que unos 10 mil jóvenes y adultos de al menos 7 países), ni las miles de personas que me han escuchado en mis conferencias y semanas de oración en ya 26 países y por Youtube en muchos más, ni los miles que me han leído ya en al menos cuatro idiomas.

Hace más de 20 años que soy orientador familiar, he estudiado formalmente, en al menos cuatro universidades, cuestiones referidas a la familia y también de manera autodidacta. Nunca he dejado de estudiar y no lo haré, porque aparte que me encanta, creo que es fundamental estudiar siempre. Tengo varios títulos de pre y pos grado, pero por estos días, no es bien visto decir que se es doctor, porque muchos están pregonando que como Dios usó, supuestamente a discípulos iletrados e ignorantes, cualquiera puede tener verdad de Dios. Cuestión que es absurda, los discípulos no eran ni iletrados ni ignorantes, ese es un mito sembrado por el cristianismo medieval para mantener en la ignorancia al pueblo, ignorancia que lamentablemente no acaba. Nunca me atrevería a decirle a un médico cómo hacer su trabajo ni a un mecánico cómo arreglar mi auto, "pastelero a tus pasteles", pero hoy por hoy, personas que escasamente leyeron libros escolares, le dicen a personas con formación doctoral lo que deben o no creer, lo que resulta, no sólo paradojal, sino inaudito.

¿Por qué creo en la ordenación de la mujer al ministerio pastoral?

Fue en el diálogo con las personas que he atendido, a lo largo de los años, especialmente mujeres, que me fui convenciendo que una lectura sesgada de la Biblia lo que provoca es más dolor que esperanza. A través del sufrimiento de muchos me convencí que leer la Biblia de manera parcial puede hacer que se mantenga la discriminación, la violencia y la segregación, aún dentro de la iglesia, tornando la libertad a la que Jesucristo nos llama, en una simple teoría sin efecto en la vida de muchas personas, especialmente, mujeres.

He enseñado sobre la necesidad de tener una iglesia que no haga discriminación de nadie. Creo que la iglesia debe incluir, no excluir, y eso ha guiado mi vida hasta hoy. Mis alumnos pueden dar fe que he enseñado sobre la ordenación de la mujer hace más de 20 años.

He visto, además, el dolor de muchas de mis alumnas de teología, que luego de graduarse han sido relegadas a secretarias, instructoras bíblicas, o simplemente, mal tratadas, por haber sido honestas con su vocación de vida y el llamado que Dios les hacía, pero que algunos varones les impedían tener.

Creo que la Biblia enseña que los dones los da Dios sin discriminación de género. Es paradójico que la Biblia mencione el don del pastorado sólo en un versículo, y hayamos construido una teología de miles de páginas para explicar por qué sólo los varones deben ser pastores, aún cuando la Biblia, no dice nada al respecto.

Visibilidad y replanteo

En los últimos años, he adquirido visibilidad, no por mi, sino porque Internet ha permitido que lo que enseñaba a mis alumnos, se propague como reguero, porque suelo decir lo que creo, porque mi convicción es que un pastor no puede ser neutral y menos un docente, que es fundamental ser coherente con una pensamiento y una idea, y esta debe enseñarse y pregonarse. Ser pastor y docente, y ser neutral, es una contradicción vital.

Sin embargo, ha sido en los últimos dos años donde me he replanteado todo, incluyendo mi pertenencia a la iglesia, y no temo decirlo. Amo el mensaje adventista, pero cada vez me desconciertan más algunos de mis hermanos adventistas, porque algunas de sus actitudes no tienen nada que ver con lo que leo en la Biblia, en el espíritu de profecía, y especialmente en Cristo.

Acusaciones

He sido acusado de todo. Circula de manera profusa por internet un libelo (no puedo calificarlo de otra forma), donde se hace un supuesto "análisis" de mis ideas "progresistas" (aún no logro entender qué significa la expresión, porque la connotación de progreso es positiva, pero para algunos ha llegado a ser negativa, y de verdad no entiendo qué es "adventismo progresivo"). No me he defendido, porque aún creo en la buena fe de las personas y que si alguien de verdad quiere saber lo que pienso y enseño, puede leer lo que he escrito y hacerse su propia idea. Lamentablemente, tal como antes decían que "el papel aguanta todo", hoy día Internet soporta todo, y lo más trágico, es que se suele creer más a la mentira que a la verdad.

Se me ha acusado de ser "jesuita infiltrado", lo que al principio me hacía reír, pero ahora, me da tristeza. Lo más cerca que he estado de un jesuita ha sido del rector de una universidad católica al que le vendí libros en mis tiempos de estudiante colportor. ¿De dónde surgieron todas esas ideas conspirativas? De verdad no lo sé, y cada vez me parecen más extrañas, paranoicas y absurdas.

Se me ha acusado de ser "defensor de gays", simplemente, por defender a la mujer, ¿qué tiene que ver el ser mujer con ser homosexual?, es simplemente, un enigma, que no alcanzo a percibir, especialmente cuando los que escriben eso son personas que supuestamente son inteligentes y pensantes.

Se me acusa por estos días de ser destructor de la Escritura o de estar en contra de la Biblia. Muchos saben que escribo todos los días reflexiones basadas en la Biblia, pero, eso no les basta. El fanatismo de algunos los lleva a hacer pensar que si alguien expone una idea contraria a sus convicciones, entonces, es destructor de la Biblia, lo que es otro signo más de que algo muy grave sucede en la mente de algunas personas que tienen una perspectiva extrema. Nunca me atrevería a decir que alguien que cree en algún concepto de la Biblia, aunque sea errado, sea destructor de la Biblia o que no lo guía el Espíritu Santo, porque me da temor sólo expresarlo, simplemente, porque no soy Dios y pretendo actuar con cautela.

Se me acusa de victimizarme, simplemente, por los llamados continuos que hago a muchos adventistas a ser ponderados en sus expresiones, a no insultar, a actuar con actitud cristiana, a no enlodar el pensamiento que expresan con acusaciones infundadas o conceptos que en vez de ayudar a la concordia, lo único que hacen es sembrar desesperanza, en quienes con desesperación, buscan una verdad a la que aferrarse, y se encuentran con cristianos, que en vez de presentar a Cristo se han convertido en lobos de sus propios hermanos.

Los últimos meses, los ataques hacia mi persona se han incrementado al grado en que ya no sé con quién estoy tratando. Ya dos personas me han deseado la muerte por mi defensa de la ordenación de la mujer, ¿qué tiene que ver eso con desearme la muerte no lo sé? Otra persona, extrañamente una mujer, me amenazó de muerte, por haber hecho un comentario referente a la teología de un pastor que suele usar la Escritura a su antojo sin ningún respeto por la hermenéutica ni la exégesis. Muchos más, me han insultado, maltratado y denostado de todas las formas posibles por pensar, expresar una opinión y además, fundamentarla, lo que es demasiado para algunos que creen que ser pastor es sinónimo de no ser pensante.

Colegas pastores me han escrito animándome al silencio, porque (en sus palabras) "no conviene exponer ciertos temas", que es preferible "tener al pueblo sin información", "porque es peligroso enseñar algunas cosas", "que no me conviene poner los dedos en el avispero", y otras expresiones más, cartas que las he recibido como muestras de amistad, pero con una gran tristeza, por entender que la preocupación final no es lisa y llanamente la verdad, sino el trabajo y el sueldo de fin de mes.

El fondo del asunto

Creo en la ordenación de la mujer, no por la ordenación, sino por la convicción profunda de que adoro a un Dios que no discrimina, que no hace acepción de personas, y que entrega dones a quién quiera, sin distinción de género. No lo creo por terquedad, sino por conciencia, y a menos que se me demuestre bíblicamente lo contrario, no podría creer otra cosa. Sin embargo, por estos días, expresar eso parece ser pecado.

Pero no sólo creo en la ordenación de la mujer, porque la iglesia necesita a todos y todas, sino porque no darle un lugar a la mujer, lo que hace es perpetuar la injusticia, la discriminación y la exclusión, de mujeres que sienten que han sido llamadas al ministerio, y ¿quiénes somos nosotros para decir no? Los humanos no repartimos dones, eso es franquicia divina.

Sin embargo, mi preocupación más profunda es que cuando le digo a una persona que está excluida del ministerio sólo porque es mujer, sin otro argumento bíblico ni lógico, con eso estoy validando una forma de violencia simbólica. Si le creyera a algunos que defienden a brazo partido el pastorado exclusivamente masculino (y digo a "brazo partido" de manera literal, porque ya al menos dos "santos" me han ofrecido que si voy a sus países me buscarán para golpearme, así que cuando vaya a Perú y México, hablaré a mi ángel para que me cuide de mis hermanos), sigo... la premisa que sostengo es que si Jesús eligió a 12 varones judíos de raza semita, no deberíamos tener pastores de raza negra (porque no había ninguna persona de esa raza entre los apóstoles), ni debería haber pastores que no fueran judíos o de ascendencia griega (porque al menos 10 discípulos eran de nacionalidad judía y 2 tenían algún tipo de ascendencia griega).

Lo que no soy

No soy apóstata por creer en la inclusión y rechazar cualquier tipo de segregación. Eso me convierte en un defensor del derecho de cualquier persona a ejercer el don que Dios le ha otorgado. Llamarme apóstata, lo único que hace, es insultar a quien sólo busca ser honesto con su conciencia.

No soy un divisionista, como se me pinta, en diferentes medios. Creo en la unidad, pero no en la uniformidad. Tampoco creo que es correcto pensar que la unidad implica callar, y dejar que otros sean mi conciencia, eso es un atropello a un derecho que Dios me dio: Pensar por mi mismo. Además, por lo que muestra la realidad, nuestra iglesia hace mucho tiempo está dividida, este tema y otros, lo único que ha hecho es dejar en evidencia lo que algunos ya sabíamos hace años.

No soy un adventista progresista que ha abandonado los pilares de la fe del adventismo, esa es una mentira que alguien, que no merece que lo nombre, ha sembrado sin fundamento. Basta con que lean mi libro "La verdad progresiva: Desarrollo histórico de las doctrinas adventistas", para saber que eso no es más que un infundio de alguien que sólo pretende dañar y de manera deshonesta utiliza las fuentes a su antojo, cosa que académicamente, no sólo es impropia, es además un engaño. (Aunque me ha hecho un favor, el libro se ha agotado en parte porque muchos han querido saber si esas mentiras eran verdad o no... por eso que lo he ofrecido en formato virtual gratuitamente a quien quiera).

¿Quién soy?

Soy un cautivo de la verdad. Sólo creo en la verdad que se me pueda demostrar bíblicamente.

Soy filósofo, estudié filosofía, y quienes tenemos formación en filosofía somos "amantes de la verdad"... vivimos en busca de la verdad, y no creemos alcanzarla nunca de manera completa y absoluta. Por eso soy estudiante permanente, porque sólo sé que hay mucho más que desconozco. Me horroriza pensar en quienes creen saber todo y no necesitan saber más, de la mano de esa actitud han surgido las más terroríficas páginas de la historia del cristianismo.

Soy defensor de la familia y creo que la exclusión de la mujer, daña irremediablemente a muchos, que se ven afectados e infectados por ideas que destruyen su felicidad presente y futura, y lamentablemente, se van configurando constelaciones familiares, donde el prejuicio sexista se va traspasando de una generación a otra.

Soy un defensor de la mujer, no porque tenga una hija, una esposa o una madre extraordinaria, sino porque he visto de cerca el daño que se le hace a la mujer, y a los varones, que se ven enfrentados a ese aire de dogmatismo de creer que por haber nacido involuntariamente con gónadas (perdonen lo gráfico), eso me hace superior a otro ser humano.

Soy un creyente en la Biblia, pero no en la citación de textos aislados de su contexto cultural, histórico y gramatical. La Biblia no es un recetario con ideas descontextualizadas, al contrario, es un libro que bien utilizado puede hacer mucho bien, pero mal utilizado y la historia es testigo, puede causar mucho daño.

Soy adventista, y creo en el adventismo histórico, no en un adventismo de sensacionalismo ni conspiraciones, que está tomando una fuerza inusitada y que me produce terror, porque de mano de posturas extremas se produce caos, confusión y desazón.

Soy finalmente, pastor, no porque me ordenaron al ministerio, sino porque fui llamado por Dios. Abandoné la facultad de medicina para convertirme en pastor, por vocación. Cuando me ordenaron, no me dieron nada que Dios no me haya dado antes, simplemente, ratificaron lo que Dios ya había puesto en mi.

El día de mi ordenación, no se me confirió un cargo jerárquico, ni se me convirtió en sacerdote, ni se me hizo parte de un clero exclusivo, todas esas son ideas que abomino y que las encuentro fuera de la Escritura, y nacida en mentes que no entienden que el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12), está formada por todos, en diversos dones, pero nadie es más que otro, sólo Cristo es nuestra cabeza, nadie más.

Conclusión

Estoy cautivo de la verdad, por eso creo que:

  • Nadie debería ser juzgado por ser honesto consigo mismo. 
  • Nadie debería ser acusado por exponer sus ideas. 
  • Nadie debería ser insultado por creer que todos tenemos derecho a ser tratados sin exclusión.

Hago un llamado a la honestidad, a dejar de sembrar sospechas y maltratos hacia quienes no creen lo mismo que yo.

El apóstol Santiago escribió:

"Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez" (Santiago 4:11). 

¡Cuánta falta nos hace escuchar al apóstol!

Dios les bendiga y nos de a todos la actitud correcta, para hacer lo correcto.

Dr. Miguel Ángel Núñez

Comentarios

  1. Miguel Angel Nuñez no creo que me recuerde: era de un lugar que ahora tiene otro nombre; sa llamaba el lugar Hualpensillo, de la octava region de Chile en el año 84 aprox
    Los que estuvimos con ud guardamos recuerdos maravillosos de su persona y en lo particular nunca me olvidé de sus enseñanzas
    Para nosotros ud fue y es un héroe de la fe pura de Cristo
    Yo lo sigo por internet a ud y su linda esposa. Siempre que estoy en problemas por decir la verdad, me acuerdo de sus palabras , cuando me decia : Flor, deja que los perros ladren
    Ahora yo le digo a ud mi muy querido hermano: hermano Miguel; deje que los perros ladren
    Flor Ramirez de Chile

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  2. Y le seguiremos ladrando mientras siga socavando a la iglesia adventista.

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  3. Deja de escribir llorón, todo lo que se dice de ti está plasmado en tus libros de modo que no quieras vender la idea que eres inocente de las cosas que se dicen de ti. Tuviste el descaro de escribir en una matutina que Abraham era un misógino como todos los patriarcas y que la esposa de Potifar era una víctima de las circunstancias y la única visionaria que sabía que José llegaría a ser importante en Egipto. Por otro lado has atacado a numerosos pastores en diferentes formas y ahora te haces la víctima. Ojalá abras los ojos porque desde que te sientes superior - se ve en la forma como respondes a los que piensan distinto a ti - te fuiste abajo.

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    1. Pero abraham no era un santo el pueblo de israel era machista, si analisas se abusony maltrato mucho a la mujer en el A. T.

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