¿Damos demasiada importancia a las emociones en el púlpito y en la alabanza evangélica?.....
Esta nueva forma de adoración posmoderna ha generado una larga lista de cantantes y grupos de adoración cada vez más enfocados en las sensaciones que en la verdad.
Como regla general, lo que importa en nuestra generación ya no es el contenido bíblico de los cantos, sino las luces brillantes, el ritmo, el volumen de las altavoces, el talento musical y el culto a la personalidad.
Como en el tema de la música, el éxito ya no se mide en base a la verdad de la Palabra sino en las reacciones emocionales desencadenadas a partir de ciertos tipos de mensajes.¿Cuáles fueron las consecuencias de tal método teológico? ¡Desastre tras desastre! Nació la teología liberal, la cual, negó más o menos todas las doctrinas cristianas clave: la Trinidad, la doble naturaleza de Cristo, su obra expiatoria y la personalidad del Espíritu Santo además de un sinfín de herejías más.
Con razón algunos le han llamado el “Judas Iscariote del siglo XIX”. ¡Todo esto por engrandecer las emociones humanas en detrimento de la Palabra! Lo que quiero decir con todo lo antedicho es que la situación que estamos presenciando no es para nada nueva. La historia se está repitiendo ante nuestros ojos.
Tarde o temprano todos estos teólogos y cantantes posmodernos que tanto admiramos van a negar la fe en su afán por ser relevantes, populares y ‘auténticos’ (cosas, por cierto, que la Palabra nunca elogia).
AUTOR: Will Graham, Predicador, escritor y profesor.
respuesta: Lamento no estar de acuerdo con esta postura, cerrada y llena de juicios de valor.
1.- La adoración nunca es nueva, ni moderna ni antigua.
2.- La adoración por antonomasia va destinada a un Ser superior nunca a las sensaciones, por definición.
3.- Juicio despiadado sobre la manera de adorar de otros grupos o personas y lo asocia al movimiento de la "teología liberal" que nada tiene que ver con la música sino con la Biblia. Unos cerían entonces s.XIX, como este autor hoy creer conocerla y trataron de imponer su inspiración verbal y la teología liberal, liberó de ese fundamentalismo, negando su inspiración verbal tras los hallazgos arqueológicos.
4.- Llamar "Judas Iscariote" es ya un nuevo error y además no solo usted no apoya la gran obra cristiana sino que la entorpece. (Mc 3) una pena...
5.- No hay ninguna razón bíblica para su desprecio por este tipo de grupos o personas, incluso hayan supuestamente acabado "mal" según usted, lo cual de nuevo es una insensibilidad impropia de un teólogo como usted.
Diego Calvo, Dndo en teología católica.
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