COMPLEJOS PASTORALES


 


AUTOAPRECIO SIN COMPLEJOS

 

INTRODUCCIÓN

 

Pirámide de Maslow: (1) fisiológicas, (2) de seguridad, (3) amor y sentimientos de pertenencia, (4) prestigio, competencia y estima sociales, (5) autorrealización. Si queremos una realización personal plena necesitamos comprender y satisfacer nuestras necesidades de autoestima. Ese es nuestro propósito hoy.

 

Frase de John Ruskín: “Educar a un niño no es hacerle comprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía.”

 

Desarrollar la autoestima es desarrollar la convicción de que uno es competente para vivir y merece la felicidad, y por lo tanto, enfrentar a la vida con mayor confianza, benevolencia y optimismo, lo cual nos ayuda a alcanzar nuestras metas y experimentar la plenitud. Desarrollar la autoestima es ampliar nuestra capacidad de ser felices”.[1]

 

I. LOS COMPLEJOS

 

1.1. Definición. Manifestaciones.

 

Los complejos son procesos inconscientes. Es un estado anímico complejo. Existen en la mente, pero no están totalmente disponibles a la conciencia. La persona piensa y actúa sin saber explicar por qué lo hace. Ejemplo: conflictos internos, quizá originados por alguna experiencia infantil.

A consecuencia de esto, manifiestan: inhibiciones, inadaptación, ánimo inquieto, afán de protagonismo, celos excesivos, bloqueos, violencia o remordimiento sin razón aparente.

 

1.2. Tipos de complejos.

 

Su casuística es compleja.

 

a) El complejo de inferioridad. Insuficiencias físicas y mentales.

 

Es el complejo más extendido de todos. La expresión “complejo” casi siempre se refiere al complejo de inferioridad.

 

Es una vivencia profunda de una insuficiencia psíquica o física en el individuo frente a los demás. Cuando es física, es decir, real (ejemplos), el comportamiento del niño puede llegar a ser exagerado (jactancia, brutalidad, despotismo, celos) o provocar ideas depresivas.

 

Los sentimientos y complejos de inferioridad se arraigan temprano en la vida de los niños (debido a las condiciones de dependencia, aprecio y valoración en la que se desarrollan los niños) cuando intuyen que se los margina, se los desprecia, se les exigen actuaciones que van más allá de las posibilidades o no se los tiene en cuenta para muchas actividades.

 

Consecuencias: los niños se sienten extraños, disminuidos y comienzan a manifestar síntomas de complejos o sentimientos de inferioridad. Puede llegar incluso a anularlo.

 

b) El complejo de culpabilidad. Características. El concepto de conciencia.

 

Los sentimientos de culpa vienen cuando nuestros pensamientos o conducta no están a la altura de nuestros ideales.

 

A veces las declaraciones de culpa son una cortina de humo para ocultar resentimientos negados o rechazados”[2] Una culpa falsa o incierta, un exceso de autoinculpación con dificultad para perdonarse a sí mismas. Esta sensación global de culpa, temor generalizado e impreciso que produce angustia. Como es un sentimiento doloroso, sin darnos cuenta lo disfrazamos y apartamos de nuestras mentes conscientes.

 

Acarrea conflictos y tendencias de este tipo: Sentimientos de inferioridad, perfeccionismo, autoinculpación constante, temor al fracaso (con el consiguiente estado de hipervigilancia), ser demasiado exigentes con los demás. A veces juzgamos a los demás para ocultar nuestra propia culpa. A veces somos culpables de las mismas cosas que criticamos en otros. Ejemplo: Hermano mayor al menor. Gente incapaz de aceptar un cumplido honesto o una expresión de afecto. El sentido de culpa, unido a sentimientos de soledad e ira, se vuelve hacia su propio interior y les impulsa a la autodestrucción. Llega a ser paralizante y desesperante.

 

Pero también es síntoma de una conciencia despierta (algo deseable) la cual sirve de autocensura y para prevenir delitos e inmoralidades. Sin embargo, no todas las conciencias son sanas (unas demasiado estrechas y otras demasiado anchas).

Estudio: Una medida justa de culpabilidad ayuda a prevenir la mala conducta.

 

Si está educada [la conciencia], nos educa. Si está corrompida, nos corrompe. (Lc 11,34-36).

 

II. LA AUTOESTIMA

 

2.1. Definición.

 

Es importante saber qué tipo de definición empleamos. Ej: Nueva Era: Halagar al cliente. Otros: Reformar las convicciones filosóficas dañinas. Intentemos escoger una postura equilibrada. No confundir con el término coloquial “ego”, actitud ostensible.

 

Definiciones: La autoestima es la suma de la confianza y el respeto que debemos sentir por nosotros mismos, y refleja el juicio de valor que cada uno hace de su persona [conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales] para enfrentarse a los desafíos de su propia existencia.”[3] Es la configuración organizada de nuestra propia imagen, formada a partir de la percepción de las capacidades o de las limitaciones. Es como un retrato consciente, el documento de identidad interior. Es una autoevaluación o autoapreciación. Es la opinión emocional interna y profunda que los individuos (exclusivo del ser humano) tienen de sí mismos, y que sobrepasa en sus causas la racionalización y la lógica de dicho individuo.

 

Toda persona, desde su niñez y a lo largo de toda su vida, va tomando conciencia, no siempre acertada, de sus propias aptitudes cualidades y del grado de aprobación social que recibe. También constata sus fracasos, desilusiones, incapacidad y limitaciones. Estas percepciones constituyen un crédito o un débito en la cuenta personal del individuo frente a la sociedad. Contiene percepciones, valores e ideales. Es una hipótesis provisional, siempre mejorable. Es una cuestión de grado.

 

Incorpora aspectos biopsicosociales, pues las debilidades de autoestima afectan la salud, las relaciones y la productividad, mientras que su robustecimiento potencia la persona global. Es el punto de partida para el desarrollo positivo de las relaciones humanas, del aprendizaje, de la creatividad y de la responsabilidad personal. Es un sentimiento que se expresa siempre con hechos. En un niño puede detectarse su autoestima por lo que hace y por cómo lo hace. “Una adecuada autoestima o autoconsideración es la columna vertebral de toda persona. A un individuo que no se aprecia, que no tiene confianza en sí mismo, no se le puede pedir nada.[4]

 

2.2. Características básicas. Extremos. Los mapas de carácter.

 

La autoestima puede ser equilibrada, sana y correcta o perturbada, trabada y menoscabada. También puede ser exagerada, llegando a la patología (narcisismo).

 

Los mapas son informaciones codificadas, obtenidas de nuestros padres, maestros, personas importantes más cercanas, que hemos ido guardando desde que nacemos. Experiencias del ayer que quedaron codificadas, ancladas en el sistema nervioso central o periférico.

 

2.3. Factores principales que influyen en su formación. Tipos de inteligencia y su relación con la orientación educativa.

 

La autoestima se basa en pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que tenemos a lo largo de nuestra vida. Factores principales que influyen en la formación de la autoestima:

 

a) Grado de aspiración: “El hombre se auto realiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida (Víctor E. Frankl).

b) La aprobación del mundo adulto: Cualquier declaración, por incidental que sea, influencia sobre el desarrollo y mantenimiento de la autoestima de los niños. También los amigos y compañeros. Los niños se comparan unos a otros continuamente en la realización de sus tareas. Se miden entre sí, y sus realizaciones son objeto de todo tipo de comparaciones externas y autocomparaciones, relativas tanto a detalles intelectuales como físicos y psicológicos. Observa el patio de una escuela.

c) El grado de responsabilidad asignada: Tareas más importantes o de responsabilidad -> mayor autoestima. Se trata de una oportunidad para probarse a sí mismos y verificar que pueden realizar lo que se les pide y que los mayores confían en ellos.

d) El efecto de los medios de comunicación: Producen impactos sugestivos en los niños. Los actores, modelos e informadores tienen una influencia especial para formar el perfil del niño perfecto. Vivimos en la sociedad del tener, del éxito, del yo, del bienestar, sin referentes trascendentales. Cuidado. Amor malsano: Se centra en lo que tenemos y hacemos, en lugar de centrarlo en lo que realmente somos.

e) El estilo de vida: Cuidado físico, recreación, alimentación vigorizante… Esto favorece el aprecio sano por uno mismo. El estrés tiene un impacto negativo sobre la autoestima.

f) La escala de valores. Tradicionalmente se ha dicho que lo que nutre a la autoestima de ser humano es su elevación y reconocimiento social (inteligencia, reconocimiento social, fortuna, rendimiento académico). Pero estudios recientes apuntan a motivaciones no egocéntricas, concretamente esfuerzos hacia ayudar y apoyar a otros y posesión de altos ideales y valores preciados. Aumento de las ONGD.

 

Las inteligencias múltiples según Howard Gardner (1983): Una forma más completa de medir el grado de inteligencia que no sea el coeficiente intelectual (QI).

 

1. Inteligencia lingüística: Utilizar el lenguaje para comprender a otros o para expresar lo que uno piensa. Incluye inteligencia de sonidos. Ejemplo: Víctor Hugo. 

2. Inteligencia lógico-matemática: Capacidades lógicas, análisis, observación, resolución de problemas. Permite el análisis de causas y consecuencias. Ejemplo: Albert Einstein.

3. La inteligencia musical: Capacidad de pensar en ritmos y melodías. Reconocer, memorizar e interpretar modelos musicales. Ejemplo: Mozart.

4. Inteligencia visual espacial: Posibilidad de hacerse una representación espacial del mundo en su mente. Pensamiento en imágenes. Permite crear obras de arte. Ejemplo: Calatrava. O Frank Gehry (Guggenheim).

5. Inteligencia kinestésica: Capacidad de utilizar su cuerpo o una parte del mismo para comunicar o expresarse en la vida cotidiana o en un contexto artístico. Ejemplo: Joaquín Cortés.

6. Inteligencia naturalista: Individuo capaz de clasificar, discriminar, reconocer y utilizar sus conocimiento sobre el medio ambiente natural, animales, vegetales y minerales. Ejemplo: Los pueblos indígenas.

7. Inteligencia interpersonal o social: Personas empáticas, cooperantes, tolerantes. Saben detectar las intenciones de alguien sin que lo confiesen abiertamente. Característica de los líderes y organizadores. Ejemplo: Maria Teresa de Calcuta.

8. Inteligencia intrapersonal: Aptitud para hacer introspección: Identificar sus sentimientos, analizar sus pensamientos, sus comportamientos y sus emociones. Conocer sus propios límites y fuerzas, identificar sus propios deseos, sus sueños y comprender sus reacciones. Ejemplo: Daniel Goleman. A veces, en la vorágine de la vida, sólo nos percatamos de nuestras emociones cuando éstas se han desbordado. Las personas incapaces de reconocer cuáles son sus sentimientos adolecen de una tremenda desventaja porque, en cierto modo, son unos analfabetos emocionales que ignoran un dominio de la realidad esencial para el éxito en todas las facetas de la vida, incluyendo, obviamente, el mundo laboral”.[5] Es la mejor forma de apagar un conato de incendio emocional.

 


 

Se debería escoger el oficio en función de su tipo de inteligencia, para evitar frustraciones. Además ayuda a trabajar sobre las inteligencias débiles. Una buena herramienta para orientar profesionalmente a los alumnos sobre sus capacidades.

 

En cualquier ramo de trabajo, el verdadero éxito no es resultado de la casualidad ni del destino. Es el desarrollo de las providencias de Dios, la recompensa de la fe y de la discreción, de la virtud y de la perseverancia. Las bellas cualidades mentales y un tono moral elevado no son resultado de la casualidad. Dios da las oportunidades; el éxito depende del uso que se haga de ellas. EGW, PR, p. 357.

 

2.4. Sintomatología de una autoestima dañada.

 

“Numerosas personas padecen de sentimientos de inutilidad, inseguridad, dudas sobre sí mismas, culpa y miedo a participar plenamente en la vida, una vaga sensación de que “lo que soy no es suficiente”. No siempre esos sentimientos se reconocen y se admiten, pero ahí están”.[6]

Todos tenemos en el interior sentimientos no resueltos, aunque no siempre seamos conscientes de estos. Los sentimientos ocultos de dolor suelen convertirse en enojo, y con el tiempo volvemos el enojo contra nosotros mismos, dando así lugar a la depresión.

Estos sentimientos pueden asumir muchas formas: Odiarnos a nosotros mismos, ataques de ansiedad, repentinos cambios de humor, culpas, reacciones exageradas, hipersensibilidad, encontrar el lado negativo en situaciones positivas o sentirse impotentes y autodestructivos. Autocrítica dura y excesiva. Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada/o, herida/o; hecha la culpa de los fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos tercos contra sus críticos. Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse. Deseo innecesario por complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y a perder la buena opinión del peticionario. Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida. Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas de poca importancia, propia del supercrítico a quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface. Tendencias defensivas, un negativo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma. Incoherencia. Inexpresividad, irracionalidad. Dispersión, dependencia, inconstancia. Improvisar la vida, pudiendo planificarla. Idolatrar a otras personas. Preocuparse porque otro destaque (envidia). Convulsión por obtener títulos académicos o dinero. Melancolía. Conductas autodestructivas. Hasta el morderse las uñas está relacionado en parte con esto.

 

2.5. La autoestima en las diversas etapas de la vida:

a) Autoestima infantil.

 

“La construcción de la autoestima es la piedra angular que permitirá a los niños desarrollar con plenitud lo que llevan dentro.” Dorothy C. Briggs, psicóloga norteamericana.

 

No es innata, por tanto, es importante que aprendamos a querernos nosotros mismos. Es a partir de los 5-6 años cuando empezamos a formarnos un concepto de cómo nos ven nuestros mayores (padres, maestros), compañeros, amigos, etc. y las experiencias que vamos adquiriendo.

 

Extremos peligrosos para el desarrollo del autoconcepto infantil: Tanto el abandono (despreocupación, permisividad, ausencia de disciplina y complacencia con todos los gustos y caprichos del niño) como la rigidez excesiva y la sobreprotección. Las personas que tuvieron una infancia feliz, no importa su origen étnico o social, suelen ser optimistas, dinámicas y triunfadoras.[7]

 

b) La autoestima en pareja.

 

La autoestima en pareja: La relación entre un hombre y una mujer sufre deterioro por la autoimagen deficiente. Sexualidad desequilibrada, el maltrato (la autoestima es uno de los factores de peso en la agresividad doméstica). Los celos. La culpa.

 

La pareja con autoestima respeta la individualidad, se comunica desde las cualidades y coincidencias, no desde los defectos y diferencias. La de baja autoestima carece de proyectos comunes. Viven de qué dirán. Se relaciona circunstancialmente. Desconfían del otro. Inmadurez.

 

c) La autoestima en la familia. Errores.

 

Cuando los padres no tienen en cuenta las pautas saludables  van destruyendo la autoestima y formando en la intimidad infantil residuos de dolor, incapacidad, temor y escaso valor. El resultado suele traer consigo adolescentes apáticos, rebeldes, disconformes, renegados, tímidos o agresivos, no solo con la sociedad sino consigo mismos.

 

Maltrato emocional es la forma más generalizada de violencia. El niño se atormenta con pensamientos y sentimientos que no pueden comunicar ni compartir con nadie y aprenden a soportar el dolor y el silencio. Cuidado con los roles de mártir y dictador. Esas voces quedan resonando dentro de nosotros toda la vida. Por eso hay que aprender a reconocerlas y anular su poder para que no nos sigan haciendo sufrir, para liberarnos de esos mandatos distorsionados y para no volver a repetírselos a nuestros hijos e hijas.

 

Los resultados de una autoestima baja: Puede llegar a causar depresión, afecta al rendimiento escolar y laboral, deteriora las relaciones interpersonales, contribuye a la anorexia nerviosa y a la bulimia, está ligada al uso del alcohol y otras drogas. Una de las causas probables de la actitud sadomasoquista es quizá la escasa autoestima que presenta el sádico desde su infancia, por lo que intenta mostrar su superioridad a través de la agresión al prójimo.

 

En la violencia familiar las víctimas y los victimarios poseen muy baja autoestima, ya que por un lado, la víctima es alguien al que maltratan sin que ésta pueda poner límites y no se da cuenta de que está siendo abusada. Por otro lado, los victimarios compensan lo inferior que se sienten, maltratando y abusando, en este caso, de un familiar.

 

d) La autoestima en la etapa de jubilación.

 

Riesgo de pérdida de autoestima en la tercera edad. Soluciones: Prepara actividades que te proporcionen satisfacción y realización para los años de retiro. Haz una transición gradual. Asegúrate de que tus actividades son variadas. Prepara autoestima para la jubilación.

 

2.6. Resultados de una autoestima sana.

 

“Tener una alta autoestima es sentirse confiadamente competente y moral, capaz y valioso. Somos como somos y como tales nos aceptamos sin que esto suponga pactar con la mediocridad. Reconocemos nuestras aptitudes y actitudes positivas y al mismo tiempo, somos conscientes de las negativas y nos esforzamos honestamente por mejorarlas.”[8]

 

Los resultados de una autoestima sana: Buenas intenciones, seguridad y optimismo, autonomía personal, bienestar emocional, capacidad general, mejores relaciones, intrepidez, mayor logro en los estudios, mejor espiritualidad. Salud mental. Sinceridad, responsabilidad. Reconoce la complejidad de su ser.

 

Consecuencias de una autoestima sana: Ojos más alertas, brillantes y vivaces, rostro más relajado, brazos colgarán de una forma natural y relajada. Su postura será relajada, erecta, bien equilibrada. Su modo de caminar será resuelto. Su voz adquirirá modulaciones adecuadas a las diversas situaciones, y su pronunciación será clara.

 

III. AUTOESTIMA SIN COMPLEJOS

 

3.1. Consejos para superar los complejos, a nivel físico, mental y espiritual.

 

Superar complejo inferioridad: Observar entorno de forma crítica. Detrás de la fachada hay muchas imperfecciones. Establece un plan realista de superación. Huye de la inferioridad en los rasgos físicos. Evita el extremo de la pretendida superioridad (una reacción común a quienes se sienten íntimamente inferiores es mostrar aires de autosuficiencia y superioridad. No caigamos en esa tendencia, sino seamos naturales y respetemos a los demás). Utiliza la compensación. Busca un buen sistema de apoyo social.

 

Superar complejo culpa: Efectúa un autoanálisis realista. Reflexiona sobre tus valores éticos. Habla con las personas que guardan relación con tu culpa. Pide perdón, “es la mejor forma de vengarse”.

Superar culpa infundada o desproporcionada: Evitar los enfoques demasiado estrictos. Controlar los pensamientos. Desahogarse.

 

Nunca renuncies al deseo que tienes de equivocarte, porque si no, perderás la capacidad de comprender cosas nuevas y de avanzar en tu vida. D. Burns.

Recuerda que el miedo siempre se oculta bajo las ansias de perfección. D. Burns.

Somos más grandes que cualquier emoción aislada.

 

3.2. Consejos para mantener o conseguir una autoestima saludable. Elementos nutritivos. Consejos preventivos para la familia y educadores. Consejos de autoayuda.

 

El desarrollo es un proceso lento y complicado. Son diversos y delicados los elementos que pueden generar una personalidad equilibrada o, en el peor de los casos, problemática. No todos los hijos son iguales, y aunque tengan modales similares y apariencias físicas semejantes, difieren en pensamiento así como en sentimientos. Es la clave de nuestro futuro triunfal o decepcionante, porque el modo en que nos sentimos o nos percibimos a nosotros mismos afecta en forma directa a todo nuestro actuar y condiciona la estructura de nuestra experiencia.

 

Conocer lo positivo que uno es y que uno tiene impulsa a entrar en acción, intentar, proponerse objetivos, elevar el nivel de las aspiraciones.”[9]

 

Uno se acepta a sí mismo cuando: reconoce sus propias cualidades. Toma conciencia de su propio valor, Afirma su propia dignidad como persona. Posee un yo del que no tiene que avergonzarse ni ocultarse.

 

La autoestima depende, no de las características con las que nacemos, sino del modo en que usemos nuestra conciencia, de las elecciones que hagamos con respecto al conocimiento, la honestidad de nuestra relación con la realidad y el nivel de nuestra integridadVivir conscientemente es vivir responsablemente para con la realidad. Lo cual no significa que tenga que gustarnos lo que vemos, sino que debemos reconocer lo que es y lo que no es, y que los deseos o los miedos o los rechazos no alteran los hechos.”[10]

 

Autorresponsabilidad: Soy responsable de mis elecciones y acciones, del modo en que utilizo mi tiempo, del nivel de conciencia que aplico a mi trabajo, de modo en que trato a los demás, del significado que doy o dejo de dar a mi existencia. De mi vida en lo material, lo emocional, lo intelectual y lo espiritual. ¿Qué acciones puedo realizar en este ámbito? ¿Cuáles son mis opciones? ¿qué puedo hacer yo? Si elijo no hacer nada, aceptar el status quo, ¿estoy dispuesto a hacerme responsable de esa decisión?

 

Vivir consciente versus inconscientemente: Pensar aunque resulte difícil, contra no pensar. La voluntad de correr riesgos adecuados, aunque despierten miedo, contra la falta de voluntad. Enfrentarse a uno mismo contra evitarse a uno mismo. La voluntad de ver y corregir los errores contra la perseverancia en el error.

 

La conciencia de uno mismo constituye una especia de barómetro interno que nos dice si la actividad que estamos llevando a cabo –o la que vamos a emprender- merece realmente la pena. Los sentimientos nos proporcionan una imagen global de toda situación. Y, en el caso de que existan discrepancias entre nuestros valores y nuestros sentimientos, el resultado será una profunda inquietud en forma de culpabilidad, vergüenza, dudas, ensoñaciones, inquietud, remordimientos o similares. Y todo este ruido de fondo actúa a modo de niebla emocional que inspira sentimientos que pueden acabar saboteando todos nuestros esfuerzos.”[11]

 

Conozco una sola definición de la felicidad: Ser un buen amigo de sí mismo. P. Solignac.

 

Consejos de autoayuda: Mantente con salud y en forma. Mira lo fuerte y positivo en ti mismo. Gobierna tus pensamientos (deteniendo y rechazando pensamientos depredadores). Perdónate. Apóyate en la familia. Escoge tus amistades. Revive tus éxitos. Cuida la dimensión espiritual. Vive de forma consciente.

 

Ilustración: Si lo has padecido, quizás puedas ayudar a otros. Bruno Bettelheim (1903-1990), psicoanalista estadounidense de origen austriaco, conducido a los campos de concentración. Estudió los efectos del estrés excesivo en la personalidad del individuo, a partir de sus experiencias en los campos de concentración. Importancia capital que tiene para el paciente recuperar su autoestima.

 

Piensa en ayudar a los demás. Hacia los demás: “Lo esencial en este sentido es saber descubrir lo bueno que llevan dentro las personas. “Jesús tiene el carisma de penetrar el corazón de las personas y descubrir lo bueno que llevan dentro, y esto es lo primero que debemos aprender de él”. Anthony de Mello.

 

La verdadera naturaleza de la autoestima no es competitiva ni comparativa. El estado de una persona que no está en guerra ni consigo misma ni con los demás, es una de las características más significativas de una autoestima sana.

 

Demás: Tu actitud hacia los demás dice mucho sobre lo que piensa o siente de ti mismo. Dos fuentes fundamentales: Las personas con las que tratamos y nosotros mismos. Enfatizar lo positivo en los demás (alabanzas y parabienes) porque mejoran la autoestima del que los recibe y del que los ofrece. Reconocer las necesidades especiales de cada uno (diferencias entre hombres y mujeres). No bromear o ridiculizar a la otra persona. Bridarle apoyo familiar. Pedir perdón cuando sea necesario.

 

Ejercicio de grupo: Anotar en una hoja las cualidades o atributos positivos, clasificados en rasgos positivos del carácter, cualidades de la personalidad, habilidades…

 

Familia: Cómo favorecer la autoestima de los hijos: Evitar comparaciones desfavorables entre hermanos, parientes o amigos, no hacer bromas con los defectos físicos, la apariencia o el origen étnico, no confundir lentitud con incapacidad, evitar la formación de sentimientos de culpa, usa con frecuencia palabras de aprobación y aliento, sé positivo en tus mensajes, proponte estar de buen humor, prevén la formación de la culpabilidad. Los padres deben hablar de este sentimiento de autoestima a los hijos, y de cuan influyente resulta en el desarrollo de la personalidad, no solo de ellos mismos, sino también de sus compañeros y amigos. La buena comprensión de este tema los hará más reflexivos cuando se les presente la oportunidad de reírse de otro niño a costa de alguna incapacidad. Evitar el castigo que consiste en privar al niño de cariño o el afecto. No dejar al niño solo mucho tiempo. No repetirle constantemente mensajes negativos. No privarle de experiencias divertidas.

Carta de un niño a sus padres: No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir; y si me haces lucir peor que los demás, seré yo quien sufra.

 

La peor desgracia que le puede suceder a una persona es la de no haber sido amada a su debido tiempo. Entonces se lleva dentro una ausencia, una especie de vacío que no se logra definir, pero que se arrastra de búsqueda en búsqueda, de espera en espera, sin saber de qué… Nosotros descubrimos que merece la pena vivir y encontramos la fuerza de afrontar la vida el día que sentimos que somos alguien para alguno.”[12]

 

Frase de Christian Morgenstern: Tu hogar no es donde vives, sino donde te comprenden. No basta querer. Es necesario que la otra persona se sienta querida.

 

Ilustración: El patito feo de la literatura infantil era un pato desdichado. Sin embargo, llegó a ser un magnífico cisne. El animal no sufrió ninguna transformación anatómica, ni se sometió a una cirugía plástica. El simple encuentro con su auténtica familia le hizo contemplarse a sí mismo de una manera diferente. Como resultado, comenzó a sentirse hermoso.

 

CONCLUSIÓN

 

1. Resumen e ilustración.

 

Complejos: Causas, consecuencias. Autoestima. Conciencia. Responsabilidad. Familia.

 

Conciencia: Dos cosas me llenan el ánimo de admiración y veneración, siempre nuevas y crecientes, cuanto más reflexiono sobre ellas: el cielo tachonado de estrellas que tengo sobre mí y la ley moral dentro de mí… La vista de una multiplicidad innumerable de mundos reduce, en cierto sentido, a nada mi importancia de criatura animal…, la otra vista ensalza infinitamente mi valor y me revela una vida independiente de mi animalidad.”[13]

 

2. La importancia de la familia en la transmisión de valores.

 

Frase de Martín Descalzo: “Toda persona debe dar dos pasos: el primero, aceptarse a sí mismo; el segundo, exigirse a sí mismo. Sin el primero, caminamos hacia la amargura. Sin el segundo, hacia la mediocridad.”

 

Cada paso que damos como adultos para incrementar nuestra propia autoestima, supone un regalo indirecto para nuestro hijo”. Dorothy C. Briggs.

 

Si bien los complejos y la autoestima  es el resultado de un proceso interior y propio de cada individuo, la influencia de los padres, maestros, adultos y medio social en que el niño crece no son menos importantes. En el caso de los padres, en sus manos tienen la responsabilidad y el poder de ir formando en sus hijos ese claro y equilibrado concepto de sí mismos, evitando que adquieran rasgos indeseables en su personalidad.

 

Antes de llegar a la adolescencia, los niños y las niñas deben estar bien informados de todos los cambios que ocurrirán en su organismo y en su psicología durante los próximos años. Han de saber también que esta etapa es pasajera, y que luego es posible retornar a un autocontrol normal.

 

No te rindas: "La historia ha demostrado que los más notables triunfadores superaron enormes obstáculos antes de lograr el éxito: Lo lograron porque se rehusaron a rendirse después de sus derrotas". B.C. Forbes.

 

3. La aportación cristiana ante a la falta de autoestima y los complejos. Estudios al respecto.

 

Con uno mismo: aceptación.

Con los demás: apertura.

Autoestima y fe: trascendencia. La persona necesita encontrar razones para vivir y para esperar y todas estas razones no se hallan en una visión horizontal de la vida. Tarde o temprano se encuentra cara a cara con Dios y en este encuentro le apremia, le exige y le urge a actuar no sólo con una visión humana.

 

Sólo cuando uno ha empezado a amarse, es capaz de aceptar y amar a los demás e incluso de aceptar y amar a Dios.

 

La propia estima es un imperativo: Mt 22,39: 39 Y el segundo es semejante: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo".

 

Carta del niño a sus padres: Enséñame a amar y conocer a Dios. No importa si en el colegio me quieren enseñar; porque de nada vale, si yo veo que tú ni conoces ni amas a Dios.

 

A nivel cristiano, esta estima de uno mismo recibe una nueva y valiosa confirmación. La conciencia de ser imagen y semejanza de Dios es la garantía más fuerte y significativa de una positividad que está inscrita en nuestro ser desde el comienzo de nuestra historia, como un germen.”[14] Antonio Machado: “Por mucho que valga un ser humano, no tiene valor más grande que el valor de ser persona”.La estima de sí no es tan vil pecado como la desestimación de uno mismo.” Shakespeare, dramaturgo inglés (1564-1616).

 

¿Has probado el perdonarte a ti mismo? ¿Qué dice la Biblia al respeto? Pide perdón a Dios. Dios promete salvación y remisión de cualquier ofensa si le pides perdón con sinceridad. Practica el perdón. (Is 1,18; Rom 4,7).

 

Jóvenes altamente  comprometidos en actividades religiosas tienden a tener altos niveles de autoestima en relación a aquellos que no profesan una religión, de acuerdo a un estudio presentado por la Asociación Americana de Psicología en su convención anual el día 24 de agosto.

 

"Fuimos creados como individuos insustituibles, diferente de todos los que han sido antes o serán en el futuro. Este es el pensamiento que atemoriza a las personas inseguras, que no han comprendido que para Dios cada persona en el mundo es un individuo con talentos únicos y exclusivos". PAUL FAIRFIELD

 

Is 43,4: 4 Porque a mis ojos eres de gran estima, eres honorable y yo te he amado

 

BIBLIOGRAFÍA   

 

BRANDEN, Nathanael. Cómo mejorar su autoestima. Barcelona: Paidós, 1987, 159 p.

 

CLEMES, Harris et au. Cómo desarrollar la autoestima en niños y adolescentes. Madrid: Debate, 1987, 178 p.

 

COLOMBERO, Giuseppe. Para estar mejor consigo mismo: Camino de sanación interior. Madrid: San Pablo, 1996, 220 p.

 

GOLEMAN, Daniel. La práctica de la inteligencia emocional. Barcelona: Kairós, 1998, 452 p.

 

IZQUIERDO, Ciríaco. La Autoestima, camino hacia la felicidad. Bogotá: Paulinas, 2001, 257 p.

 

MELGOSA, Julián. Cómo tener una mente sala: Guía práctica para cualquier situación. Madrid: Safeliz, 2007, 325 p.

 

NARRAMORE, B. Counts. Psicología de la culpa. Miami: Logoi, 1974, 188 p.

 

POSSE, Raul; Melgosa, Julián. Para el niño: El arte de saber educar. Madrid: Safeliz, 2001, 186 p.

 

 

 

[1] BRANDEN, Nathanael. Cómo mejorar su autoestima. Barcelona: Paidós, 1987, p. 12.

[2] BRANDEN, Nathanael. Op.Cit., p. 76.

[3] IZQUIERDO, Ciríaco. La Autoestima, camino hacia la felicidad. Bogotá: Paulinas, 2001, p. 68.

[4] COLOMBERO, Giuseppe. Op.Cit., p. 75.

[5] GOLEMAN, Daniel. La práctica de la inteligencia emocional. Barcelona: Kairós, 1998, p. 87.

[6] BRANDEN, Nathanael. Op.Cit., p. 11.

[7] POSSE, Raul; Melgosa, Julián. Para el niño: El arte de saber educar. Madrid: Safeliz, 2001, p. 151.

[8] IZQUIERDO, Ciríaco. Op.Cit., p. 72.

[9] COLOMBERO, Giuseppe. Op.Cit., p. 75.

[10] BRANDEN, Nathanael. Op.Cit., p. 33.

[11] GOLEMAN, Daniel. Op.Cit., p. 89.

[12] COLOMBERO, Giuseppe. Op.Cit., p. 16.

[13] I. Kant, Crítica de la razón práctica. Extraído de COLOMBERO, Giuseppe. Para estar mejor consigo mismo: Camino de sanación interior. Madrid: San Pablo, 1996, p. 98.

[14] IZQUIERDO, Ciríaco. Op.Cit., p. 61.

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