ADICCIONES SIN SUSTANCIA



El juego online, la ludopatía con más pacientes adictos tras las tragaperras
El enganche a las máquinas tragaperras y al uso de Internet y las redes sociales son los principales motivos de consulta en las entidades de atención a drogodependientes por las denominadas 'adicciones sin sustancia'.
Así lo refleja un estudio presentado este miércoles por la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD), durante una jornada formativa sobre adicciones sin sustancia.
De 115 entidades que han participado en el informe, el 69% ha detectado a personas con problemas asociados al juego y el 62% a potenciales afectados por el uso incontrolado de las nuevas tecnologías. Les siguen los casos de adictos a las compras (31%).
Respecto al tipo de juego, las máquinas tragaperras representan el 50% de las adicciones sin sustancia detectadas, por delante del juego ‘online’ (27%), cartas (14%), y bingo y casino (10%).
En la categoría de Otras adicciones sin sustanciala más frecuente es la adicción al sexo (52%), seguida de los trastornos vinculados a la comida (24%), dependencias emocionales o relacionales (18%) y deporte (6%).

Regular la publicidad del juego online

El presidente de la UNAD, Luciano Poyato, afirmó que las adicciones sin sustancia son un “fenómeno emergente” porque el juego online o las nuevas tecnologías "han venido para quedarse".
El delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco de Asís Babín, dijo que salvo la ludopatía, en los catálogos internacionales de enfermedades no se recogen las adicciones sin sustancia, pero ya hay una "constatación fehaciente" sobre la envergadura del problema y el Gobierno quiere colaborar en su análisis y prevención con las entidades que trabajan en el sector.
Recordó también que el Ejecutivo tiene listo ya el borrador de decreto que regulará la publicidad en el juego online. El médico José Luis Rabadán, vocal de UNAD, dijo que en todas estas adicciones sin sustancia se produce una liberación excesiva de neurotransmisoresque provoca placer, y con ella una pérdida de control y producción de dependencia.
Explicó que ya están produciendo fenómenos como la ‘WhatsAppitis’, consistente en una inflamación de tendones de los dedos pulgares por el reiterado uso de este servicio mensajería instantánea, o el ‘síndrome de vibración fantasma’, que padecen personas con autoestima baja y que, por ejemplo, les puede llevar a escribir muy a menudo comentarios graciosos en un grupo de amigos de WhatsApp para que el resto le elogie y le ría la gracia.
“Los españoles miramos de promedio el móvil 105 veces al día. En algunos casos puede ser exagerado hablar de adicción, pero estamos ante un problema serio con algunas personas”, afirmó Rabadán.

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