Según Judy Ford, psicoterapeuta y autora de Every Day Love, “hablar con amabilidad es una habilidad que las parejas tienen que aprender. Todos se sienten maltratados por la vida y el mundo exterior. No debes sentirte de esa manera en tu casa “.
Por ello, aquí te dejamos con algunas frases que deberías evitar en el matrimonio o relación de pareja.
1. “Eres como tu madre (padre, hermano, etc.)”
Julie Orlov, psicoterapeuta, conferencista y autora de The Pathway to Love (El Camino al amor) señala que “es desagradable y menospreciante, poner en evidencia los peores rasgos de la familia”. Si estás a punto de decir una barbaridad acerca de sus parientes, detente y piénsalo bien.
Según Ford, debes evitar el insulto y realizar una petición razonable, por ejemplo si él suele dejar los platos sucios (como su padre o hermano), dile “Amor, cuando hayas terminado tu sándwich, ¿puedes lavar tu plato?”. De esta forma, puedes cumplir tu objetivo sin hacerle daño.
2. “¿Cuando vas a encontrar un nuevo trabajo?”
Lo primero que debes hacer, sugieren los expertos, es averiguar por qué crees que tu pareja necesita un nuevo trabajo. Si es por la cantidad de tiempo que pasa fuera del hogar, o porque crees que merece algo mejor, o porque su sueldo es insuficiente. “Antes de decir algo que podría ser perjudicial para el otro, debes pensar en tus propios problemas”, dice Ford.
Y es que podrías terminar atacando su capacidad para soportar o financiar a la familia. Por ejemplo, “Una parte de cómo un hombre se evalúa a sí mismo es por lo bien que puede hacerse cargo de su familia”, dice Ford, y en este sentido recriminarle su trabajo es una forma de hacerlo. Una buena forma de evitar esto es tener conversaciones regularmente en torno al empleo, las ambiciones profesionales de ambos y también las preocupaciones presupuestarias de cada uno.
“Es una oportunidad para hablar sobre su estilo de vida y cómo quieren vivir”, explica la experta.
3. “Mi mamá me advirtió que me ibas a hacer esto”
Orlov señala que nunca debes permitir que las opiniones de otras personas influyan o dicten pautas en tu relación, y si tu madre tenía aprensiones en torno a tu pareja no es bueno gritárselo en la cara. Lo mejor, es centrarse en lo que te hace enojar y no recurrir a argumentos baratos como “mi mamá me lo dijo”, pues no ayuda a solucionar el problema.
4. “Déjalo ahí, mejor lo hago yo”
De acuerdo a Ford esto es perjudicial para la relación porque es degradar el desempeño del otro y hacerle ver que sus esfuerzos están por debajo de los tuyos. Si esta situación es recurrente, es posible que tu pareja piense que no puede hacer nada bien.
Lo mejor, según la especialista, es que si la persona está realizando una tarea y crees que lo está haciendo mal, evaluar si realmente es que lo hace de manera diferente a la que tú sueles hacerlo o en definitiva está equivocado.
5. “Tu siempre … ” o “Tu nunca …”
Ford recomienda jamás decir estas frases, “porque se establece instantáneamente un tono negativo, que pone fin a la comunicación y pone a la otra persona a la defensiva.” Estas afirmaciones suelen hacer que el otro se sienta atacado y reaccione ofuscado. Siempre apunta al problema en particular y evita generalizar.
Si es un problema recurrente, explícale cómo te hacen sentir sus acciones y pregúntale si está dispuesto a cambiar esa actitud. Según la autora, la mayoría de los hombres y mujeres están dispuestos a cambiar prácticamente cualquier cosa si te hace feliz y se lo pides con amor.
6. “¿Realmente piensas que esos pantalones te favorecen?”
Si bien puede que estés tratando de ser una persona sincera, este comentario puede interpretarse como un insulto y menoscabo a su autoestima. Si quieres mostrar preocupación por su apariencia lo mejor es destacar lo bueno primero. Por ejemplo: “Tus ojos son hermosos y el color de esa camisa les quita protagonismo y no los deja que se puedan apreciar en su totalidad”.
7. “Mmmm, ¿vas a salir con ellos otra vez?”
No estamos obligados a querer a sus amigos, o peor aún, fingir que te simpatizan. Pero es una pésima idea criticar su mala elección de amigos y gritarle en su cara cuánto los desprecias. Así como tú elegiste a tus amigos libremente, tu pareja también tiene derecho a hacerlo.
Además, no por estar casados o vivir juntos, significa que no puedan tener actividades por separado. Es importante que cada uno tenga su espacio.
Por otro lado, si su amigo es una persona despreciable, es probable que tu pareja se dé cuenta por si sola de la situación.
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