Título: El pecado: sus consecuencias y el perdón divino
Base Escritural: Salmo 51:1-12
Introducción:
El pecado nos separa de Dios, cauteriza nuestra conciencia y desencadena en nuestras vidas consecuencias que se evidencian en el plano físico, emocional y espiritual. Es necesario volvernos a Dios en procura de su perdón.
I.- ¿Qué produce el pecado?
1.- Va en contravía de los principios de Dios (v.4).
a.- Trae consecuencias físicas.
b.- Trae consecuencias emocionales.
3.- Va en contravía de una íntima relación con Dios (v.11).
II.- ¿Cuándo no alcanzamos el perdón divino?
1.- Cuando nos negamos a admitir que hemos pecado.
2.- Cuando tenemos una conciencia cauterizada (El pecado no nos afecta).
III.- ¿Cómo se produce el perdón divino?
1.- Cuando reconocemos:
a.- Nuestras rebeliones (v.1).
b.- Nuestra maldad (v.2).
c.- Nuestra suciedad por el pecado (v.2).
d.- Nuestra naturaleza inclinada al pecado (vv.3,5).
2.- Cuando reconocemos:
a.- La piedad de Dios. (v.1).
b.- La misericordia de Dios (v.1).
c.- El poder de Dios para perdonar.
IV.- ¿Qué produce el perdón divino?
1.- Nos permite recobrar la conciencia del bien y del mal (v.6).
“Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría”
2.- Nos permite gozar nuevamente de limpieza espiritual (v.7).
3.- Nos permite emprender un nuevo camino (v.10).
4.- Nos permite tener de nuevo paz espiritual (v.12).
Conclusión:
Cuando acudimos al perdón divino, recobramos la conciencia de qué es pecado y cuáles son sus consecuencias. Se despierta en nuestras vidas un deseo de cambio y de caminar en transparencia y la satisfacción de una renovada relación con Dios.
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