Lilith. ¿La primera mujer de Adán?

En la antigua mitología hebrea, Lilith fue la primera esposa de Adán, antes que Eva, lo cual nos lleva a considerarla la primera mujer que aparecería en el Antiguo Testamento. El término más antiguo identificado con el nombre de Lilith, es probablemente la palabra sumeria Lili (plural Lilitu) que podría significar “espíritu”. En muchas culturas antiguas la palabra “aire” o “aliento” se usaba para referirse también al “espíritu”. El nombre de Lilith, tal y como lo conocemos es posible que proceda del antiguo hebreo Lil (noche) y se supone la traducción deLilith como “nocturna”, “oscura”

El mito de la primera mujer de Adán, y por tanto no la única, aparecería en el primer pasaje del Génesis, pero no está en la Biblia que manejamos en la actualidad, la Biblia “oficial”, por decirlo así. Sin embargo, sí hay una referencia a esta mujer en el Libro de Isaías que se encuentra en el Talmud judío: “Perros ygatos salvajes se reunirán allí, y se juntarán a los sátiros. También allí Lilithdescansará y hallará su lugar de reposo”. Los motivos de la ausencia de este mito en el Génesis de la Biblia podrían deberse a motivos meramente preceptivos, es decir, a fin de cuentas, esta leyenda representa el primer divorcio de la historia y la doctrina cristiana no querría dar a conocer un pasaje que podría alentar a muchas mujeres a imitar a la predecesora de Eva en contra de los fundamentos matrimoniales de la doctrina que se pretendía imponer. En definitiva, se trataría de no dar ideas revolucionarias y preservar la concepción cristiana de la familia tradicional cimentada en el sagrado e indisoluble vínculo matrimonial. Ya se sabe que la Iglesia como institución ha sido siempre dada a ocultar todo aquello que pudiera poner en “peligro” su pragmatismo doctrinal.

Según cuenta la Tohra, Lilith fue creada por Yahweh junto al hombre para ser su ayudante, ambos hechos de arcilla. Pero ella se rebeló ante Adán porque no aceptaba su sometimiento a él y muestra su insubordinación y sus desacuerdos, especialmente en relación a la posición sexual que debía adoptar cada uno. Adán quería situarse encima, cosa que ella no toleraba dado el  mismo estatus que ostentaban, por lo que debían adoptar posiciones iguales. Por supuesto, Adán no aceptó su rebeldía y dijo que jamás se igualaría a Lilith. Ante esta situación, ella acudió a Yahweh y usó sus artes de seducción con él para obtener su verdadero nombre. La mujer lo pronunció y le salieron unas alas que la permitieron abandonar el Jardín del Edén y escapar de Adán. En la tradición judía, el verdadero nombre de Yahweh es impronunciable porque se considera que el verdadero nombre de cualquier ser contiene las características de lo nombrado y, así, es posible adquirir poder sobre ello. Es, pues, una osadía suprema pronunciar el nombre de Dios.

Según la leyenda, Lilith voló hacia el Mar Rojo y allí encontró una cueva en donde habita hasta hoy. Acepta los demonios del mundo como amantes y engendra otros demonios hijos suyos, por lo que fue llamada madre de los demonios y esposa de Asmodeus, rey de los demonios.

Adán lamentó la marcha de Lilith y, ante su soledad, le pidió a Yahweh que la hiciera volver. Éste mandó a tres ángeles en su busca, Senoy, Sansenoy y Semangelof, que la encontraron en su cueva y la exigieron su retorno como había ordenado Yahweh. Si no aceptaba, matarían 100 hijos suyos cada día que se dilatara su retorno hasta su regreso definitivo. Lilith no sólo decidió no regresar sino que, cuando los ángeles cumplieron su amenaza, en respuesta por el dolor sufrido, juró matar a los hijos de Adán, atacar a los niños, a sus madres durante el nacimiento y atacar también a los hombres en sueños para robarles el esperma y crear con él nuevos niños demonio que remplazarían los asesinados cada día. Pero no podría cumplir su maldición en los lugares donde estuvieran expuestos los nombres de los tres ángeles exterminadores de su estirpe; allí nadie estaría en peligro de sus acciones. Tras esto Lilith quedó maldita para toda la eternidad y Dios creó a Eva a partir de una costilla de Adán, para servir y obedecer al hombre.

Lilith ha sido considerada por la mitología la reina de súcubos. Se acuesta con los hombres y los asesina después, bebiéndose su sangre –de ahí que también se la considere la primera reina de los vampiros-. Otros la creen la primera bruja y ha sido comparada con Lilu, diablesa de Babilonia, siendo identificada con ella en ocasiones.

Desde un punto de vista feminista, la no sumisión del posicionamiento sexual adquiere el significado de la insubordinación frente a los modelos de patriarcalidad y, por este motivo, es transformada en un ser demoniaco y perverso. Algo que, por otra parte, sucede con numerosas divinidades que representaban los derechos de las mujeres y pasaban, por consiguiente, a ser representadas por las sociedades patriarcales como animales monstruosos, dragones o serpientes que debían ser aniquilados por el hombre. Y al revés, las mujeres que aceptaban su rol de sometimiento, eran categorizadas por patriarcado con cualidades como la bondad, feminidad, maternidad, etc.

Esta dualidad tradicional de la mujer ha llevado a explicarse a lo largo de las civilizaciones como una bipolarización de la mujer –representada en Lilith, de un lado y Eva, de otro-, mezcla de cualidades y de características consideradas negativas, en  general, por la tradición cultural de las grandes civilizaciones y religiones –las cuales han contribuido sobremanera a esta visión de la mujer- , hasta el punto de que ha llegado a suponer una estigmatización a lo largo de los siglos, de la que incluso hoy es difícil escapar a pesar de los esfuerzos y profundos cambios sociales que se han producido