Concepto
La familia es el elemento natural, universal y fundamental de la
sociedad, constituye un conjunto de individuos unidos a partir de un
parentesco.
Cabe resaltar que en una familia existen diversos grados de parentesco, razón por la cual no todos sus integrantes
mantienen el mismo tipo de relación o cercanía, los
dividimos en distintos tipos de familia:
- Familia nuclear: sólo incluye a la madre, al padre y a
los hijos en común.
- Familia
extensa: la forman los abuelos por parte
de ambos progenitores, los tíos, los primos y demás parientes.
-Familia compuesta: se caracteriza por personas que poseen
vínculos consanguíneos con sólo uno de los miembros de la pareja.
-Familia
monoparental: formada por un padre o madre y sus respectivos hijos
(viudedad).
Misión
y cometidos
Misión de la
familia: debe ser una comunidad de vida y de amor
que hallará su cumplimiento en el reino de dios, la esencia y el cometido de la
familia son definidos en última instancia por el amor.
Cuatro cometidos generales de la familia:
- Formación de una comunidad de personas.
- Servicio a la vida.
- Participación en el desarrollo de la
sociedad.
- Participación en la vida y misión de la
Iglesia.
Formación de una comunidad de personas:
El amor es el principio y la fuerza de la
familia.Una familia debe estar fundada
por el amor, sin el amor la familia no puede vivir, crecer y
perfeccionarse como comunidad de personas. El amor entre los miembros de la
familia está animado e impulsado por un dinamismo interior e incesante que
conduce la familia a una comunión cada vez más profunda e intensa. la comunión conyugal se caracteriza por su
unidad y por su indisolubilidad. El deber de la Iglesia es reafirmar con
fuerza la doctrina de la indisolubilidad del matrimonio, en obediencia a la
santa voluntad del Señor “lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”.
La mujer ante todo tiene la igual dignidad
y responsabilidad respecto al hombre, pero reconociendo el valor de su función
materna y familiar, la sociedad debe estructurarse de manera tal que las
mujeres puedan ser esposas madres y trabajadoras al mismo tiempo, esto exige
que la sociedad condene duramente toda ofensa a la dignidad de la mujer.
El auténtico amor conyugal supone y exige
que el hombre tenga respeto por la dignidad de la mujer, debe amar a su esposa
e hijos para comprender y realizar su papel en la familia. Nunca debe ser
opresor ni mostrar superioridad abusiva.
En la familia se debe reservar una atención especial al niño, desarrollando
una profunda estima por su dignidad y un respeto y servicio a sus derechos.
Los ancianos lejos
de ser apartados de la familia deben permanecer integrados en la vida familiar
y tomar parte activa y responsable, desarrollando la misión de testigo e
inspirador de sabiduría. La Iglesia debe estimular a todos a
descubrir y valorar los cometidos de los ancianos en la comunidad civil,
eclesial y familiar.
Servicio a la vida:
Es el cometido
fundamental de la familia, la fecundidad es el fruto y el signo del
amor conyugal, el testimonio de la entrega plena de los esposos, pero no se
reduce solo a la procreación de hijos, se amplía con todos los frutos de vida
moral espiritual y sobrenatural que los progenitores deben dar a sus hijos.
La Iglesia tiene la misión de custodiar y
proteger la dignidad del matrimonio, reafirmado en la encíclica humanae
vitae “el amor conyugal debe
ser plenamente humano, exclusivo y abierto a una nueva vida”.
La nueva sociedad tiene cierta angustia
ante el futuro llegando a dudar si es lícito llamar a otros a la vida e imponen
medios anticonceptivos. Todo esto representa la ausencia de Dios en el corazón
de los hombres (ha nacido así una mentalidad contra la vida). La Iglesia cree
firmemente que la vida humana siempre es un don de Dios, la Iglesia se pronuncia a favor de la vida en
cualquier condición o fase de desarrollo que se encuentre, condenando
todas aquellas actividades que tratan de limitar la libertad de los esposos en
la decisión sobre los hijos.
La iglesia siente más urgente e
insustituible su misión de presentar la sexualidad como valor y función de toda
persona, siempre que el fin sea la creación de una nueva vida tachando de
deshonesta toda acción que tenga como fin o medio de hacer imposible la
procreación.
Participación en el desarrollo de la
sociedad:
La familia es la célula primera y
vital de la sociedad, ya que de ella nacen los ciudadanos, y encuentran en ella
la primera escuela para las virtudes sociales.
La vida familiar es una experiencia
de comunión y participación, ya que está inspirada en la ley de la “gratuidad”,
donde se respeta y favorece en cada miembro de la familia la propia dignidad
personal como único título de valor, por eso la familia se convierte en la
primera escuela de sociedad.
Función política y social, la
función social de la familia no solo puede tener acción procreadora, aunque
esta sea su primera forma de expresión, sino que deben dedicarse al servicio
social, especialmente en favor de los pobres y de toda persona necesitada. En
cuestiones de política la familia debe procurar que las leyes e instituciones
del Estado no ofendan sino que también defiendan los derechos y deberes de la
familia.
Participación en la vida y misión de
la iglesia:
La familia esta puesta al servicio
de la edificación del reino de Dios y posee un cometido eclesial propio y
original ya que se pone al servicio al servicio de la iglesia y de la sociedad,
en el momento en el que la familia cristiana acoge el Evangelio y madura en la
fe, se hace comunidad evangelizadora, ya que todos los miembros evangelizan y
son evangelizados. La familia que esté abierta a los valores trascendentes y
que cumpla con sus obligaciones se convertirá en el primer y mejor seminario de
vocaciones a la vida consagrada al reino de Dios. La familia cristiana está
insertada en la iglesia por medio del sacramento del matrimonio, el cual es la
fuente y medio original de santificación propia para los cónyuges y para la
familia cristiana.
En la plegaria familiar, la iglesia ora
por la familia cristiana y la educa para que viva en generosa coherencia con el
don y el cometido sacerdotal recibidos de Cristo Sumo Sacerdote.
La familia cristiana vive la acogida, el
respeto, el servicio a cada hombre, considerando siempre en su dignidad de
persona e hijo de Dios
Derechos de la familia:
Lo ideal sería un apoyo un apoyo mutuo de
sociedad y familia, pero la realidad actual es una separación e incluso su
contraposición. La situación en cada país es diferente, donde en diversos
países es muy negativa debido a que las instituciones, leyes y demás desconocen
los derechos inviolables de la familia, persona y sociedad. Por lo que atacan
sus valores con violencia mediante sus exigencias. Es por ello que la Iglesia expone
y representa los derechos fundamentales de los no cristianos y cristianos, por
lo que no es una carta puramente para los fieles, sino para toda la sociedad
también.
Por esto, la Iglesia defiende los derechos
de la familia contra las usurpaciones intolerables de la sociedad y estado:
- A tener familia, tener hijos sin
restricciones y poder educarlos según sus principios.
- A la intimidad y al descanso.
- A que el consentimiento sea libre por
parte de los esposos.
- A la estabilidad y seguridad por parte
de las autoridades.
- A creer y difundir su propia fe y a sus
hijos.
- A tener una vivienda adecuada y a tener
un futuro mejor como familia.
- A tener derecho de expresión libre,
representación y de asociación para su misión.
- A proteger y respetar la vida humana
- A que los ancianos tengan una vida y
muerte digna.
- A que las familias de emigrantes tengan
derecho a la misma protección que se da a las otras familias
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