William Carey

                        
INFORME DE LECTURA




                                                                            Alumno: Diego Calvo Merino.
                                                                            Asignatura: Escatología
                                                                            Profesor: Dr. Antonio López


Lectura: Páginas 135 Páginas


Referencia bibliográfica: CAREY, WILLIAM: Una investigación. Santa Fe, Argentina: Comibam International, 2001



RESUMEN

«Lo que Lutero fue para la Reforma Protestante, fue Carey para el movimiento misionero cristiano».1
Tras recorrer la asignatura de escatología, de la mano de un genial ponente, he decidido centrarme en lo que Dodd C.H entendería como una escatología realizada y una consecuente, práctica y misionera. Éste es el caso del autor de ésta pequeña en obra en extensión pero no en importancia.[1]
A través de los años, los infatigables trabajos de Carey en cuanto a traducción, evangelismo, desarrollo social, educación, industria, y hasta farmacia, se han añadido extensamente al impacto de las palabras que escribió. Las misiones actuales enfocan a Carey como su inspiración y su ejemplo.
La Investigación de Carey fue publicada en 1792. Esta edición es un esfuerzo cooperativo del claustro docente del Colegio Criswell. El Presidente, Paige Patterson, Dr. en Teología, ha contribuido con el Prólogo. Keith E. Eithel, Dr. en Misiología, ha escrito una introducción histórica. John L. Pretlove, Dr. en Filosofía, Profesor de Teología y de Historia de la Iglesia, ha editado el texto en inglés.
Para la historia del cristianismo, 1834 fue un año digno de atención, ya que en él murieron dos gigantes de la iglesia cristiana. Cada uno había impulsado movimientos importantes basados en su particular conjunto de afirmaciones acerca del mundo de los hombres y las cosas. Guillermo Carey (1761–1834) es llamado «el padre de las misiones modernas» y Federico Schleiermacher (1768–1834) es conocido como «el padre de la teología liberal contemporánea». Ambos obtuvieron estos títulos por sus influyentes contribuciones, no por haber sido los primeros cronológicamente. A primera vista, ambos deberían aparecer como dos personas singulares, difícil de encontrar juntas en el mismo contexto.
OPINIÓN PERSONAL

            Es posible preguntarse acertadamente qué importancia podría tener la Investigación de Carey más de doscientos años después de su publicación original, desde que fue sobrepasada por ideas más sofisticadas acerca del cristianismo en un mundo pluralista. Para mí, entiendo pudo ser de gran importancia para el historiador, por supuesto, que desea preservar la Investigación para la posteridad. Al teólogo contemporáneo, que le gustaría leerla, para tomar nota del grado de progreso logrado en los años intermedios. Para el filósofo, que está interesado, en su tono medieval, vestigio de una edad cuando los hombres verdaderamente pensaban que podían conocer a Dios y deseaban que otros también pudieran. Cualquiera sea la razón para leer la Investigación hoy, el impacto completo se pierde sin una comprensión tanto de los contextos históricos y teológicos de su época, como de los que prevalecen en la actualidad.
            Básicamente, la obra gira en torno a la comisión de evangelizar al mundo. Lo estructura en varias etapas y se plantea una posible salida al futuro, pendiente de éste legado. Estas son nobles palabras de alabanza para el zapatero inglés cuya sombra se proyectó sobre toda la India.
A través de los años, los infatigables trabajos de Carey en cuanto a traducción, evangelismo, desarrollo social, educación, industria, y hasta farmacia, se han añadido extensamente al impacto de las palabras que escribió. Las misiones actuales enfocan a Carey como su inspiración y su ejemplo. El Nuevo Mundo fue directamente influenciado en sus propios esfuerzos misioneros.
            Una sencilla lectura, que nos anima y conforta en la comprensión del movimiento misionero más allá de nuestras fronteras, en la tutela de un gran trabajador por la causa en un contexto histórico muy determinante.
“Si son verdaderas las profecías concernientes al crecimiento del reino de Cristo, y si es acertado que la Comisión dada por Él a sus discípulos es obligatoria también para nosotros, podemos inferir que todos los cristianos deben cooperar de todo corazón con Dios en promover sus gloriosos designios, porque «el que se une al Señor, un espíritu es con él»   Pág. 76
            El marco escatológico podría ser estudiado desde una perspectiva inminente, aunque pudieron equivocarla, haciéndola urgente, en ésta época y especialmente en la convicción absoluta de la venida del maestro que tuvieron éste tipo de misioneros y a los que les debemos por lo menos, el intento de su lectura y comprensión de su obra.
            Carey urgía a quienes hubieran sido igualmente movidos por este mensaje a no distraerse, y a formar una sociedad para sembrar el evangelio en todo el mundo.
                Carey sirvió en la India por cuarenta y un años. Durante ese tiempo implementó prioridades misioneras de vanguardia para su tiempo. Estructuró su ministerio misionero en la India sobre cinco puntos básicos: la extensión del evangelio por todos los medios posibles; distribución de Biblias en el idioma de la gente para aumentar el conocimiento del evangelio; establecimiento de iglesias lo antes posible; estudio en profundidad del entorno y el pensamiento de los pueblos receptores no cristianos; provisión para la pronta capacitación del liderazgo nativo. Las ideas estimulantes de Carey y su carrera en la India impulsaron a otros a interesarse en las aventuras misioneras. ¡Seguramente vale la pena entregarnos con todas nuestras fuerzas a promover la causa y el reino de Cristo!
           
William Carey



1 Kane, J. Herbert: Una visión global de las misiones desde Pentecostés hasta el presente. Ed. revisada, Grand Rapids, MI: Baker House, 1979, pp. 83–85.
[1] William Carey (17 de agosto de 1761 – 9 de junio de 1834) fue un misionero protestante inglés y ministro bautista, conocido como el padre de las misiones modernas. Carey fue uno de los fundadores de la Sociedad Misionera Bautista. Como misionero en la colonia danesa Serampore en India, tradujo la Biblia al Bengali, al Sánscrito, y a otras lenguas y dialectos.

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