CIENCIA Y BIBLIA

 Armonía entre la Biblia y la Meteorología

El ciclo de evaporación del agua


En Job 36:27- 28 la Biblia nos dice: "Él (Dios) reduce las gotas de las aguas, al derramarse la lluvia según el vapor; las cuales destilan las nubes, goteando en abundancia sobre los hombres." Versión Antigua Reina - Valera. Palabras en itálica mías. El diccionario de la Real Academia Española define el verbo "destilar" como el "proceso de separar por medio del calor, en alambiques u otros vasos, una substancia volátil de otras más fijas, enfriando luego su vapor para reducirla nuevamente a líquido." Este es el proceso usado para la destilación del ron usado en algunos países, tales como República Dominicana y Puerto Rico.
Note lo asombroso de esta declaración. Lo que esto implica es que estos autores de la antigüedad ya conocían el principio básico del ciclo del vapor de agua. Ahora note otra asombrosa declaración en la Biblia - ¡el Libro que no contiene errores!: "Los ríos todos van a la mar, y la mar no se hinche (llena), al lugar de donde los ríos vinieron, allí tornan (regresan) regresan para correr de nuevo." Eclesiastés 1:7. Versión Antigua Reina - Valera. Palabras en paréntesis mías.
Lo que este pasaje bíblico declara es que el agua en la tierra sigue el proceso siguiente:
1) los ríos se vacían en el mar.
2) las gotas de agua subsecuentemente se convierten en vapor, siguiendo el proceso de "destilación" antes mencionado.
3) el agua una vez evaporada y colectada en las nubes tiende a precipitarse y regresa a los ríos "para correr de nuevo" el mismo ciclo.
Ustedes se sorprenderán de saber que esto fue escrito cientos de años antes de que la cultura griega apareciera. Sin embargo, la ciencia de hoy día acredita a Aristóteles con ser el primero en comprender el ciclo de evaporación/condensación del agua que produce la lluvia. Y lo que resulta aún más asombroso es que no fue hasta los años 1900s cuando se descubrió que lo que producía la formación de las nubes era el ciclo de expansión y enfriamiento del aire que se elevaba de los lagos, ríos y mares. ¡No fue hasta los años 1900s cuando este hecho científico, el cual la Biblia declaró desde hace casi 4,000 años, se ha convertido en un hecho ¡científicamente aceptado! 

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