ADULTERIO






FACULTAD ADVENTISTA DE TEOLOGÍA
CAMPUS ADVENTISTA DE SAGUNTO





ADULTERIO








TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
Alumno: Diego Calvo
Asignatura: Eclesiología
Profesor: Dr. Antonio López








Diciembre 2013




ÍNDICE


Páginas

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………..3


1. HISTORIA SOBRE EL DELITO SEXUAL Y SU DIVERSIDAD……………..……….….7

1.1  Definiciones hebreas…..………..………………..…………………….………….7
1.2  Definiciones griegas……………………….…………..……………….……….…11
            1.3 Evolución del concepto en la interpretación cristiana……………..19
            1.4 Definiciones en la actualidad….……………………………………………….23

2. LA ACTUALIDAD DEL ADULTERIO……..….………………………………………….….27

            2.1 Mitos acerca del adulterio………………………………………………………30
            2.2 Reflexionando los textos Bíblicos…………………………………………….34
            2.3 Como prevenir el adulterio……………………………………………………..41
            2.4 Nuestra responsabilidad eclesiástica y social…………………………..46


CONCLUSIÓN………………………………………………………………………………………….49

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………………52

INTRODUCCIÓN

Resulta irónico que gran parte de nuestra sociedad se “entretenga” con determinadas series, de gran audiencia, programas de humor, chistes, novelas, etc… y que venda y en cierto sentido, a “todos” guste o atraiga, el tema del adulterio, de las relaciones múltiples, siempre que no se vea implicado uno mismo, o un familiar, en un asunto tan delicado como controvertido, como es el delito sexual y moral, o la infidelidad, o la fornicación, mientras que la mayoría de los implicados, no todos, ya que algunos disfrutan con la infidelidad, pero pocos, entiendo, padezcan y sufran de verdad, éstos sujetos, víctimas y culpables, una pesadilla a la cual no saben, no pueden o no quieren hacer frente.
Entiendo también, que puede ocurrir que, un sujeto, hombre o mujer, desea realmente escapar de éste tipo de relaciones y de aventuras, que no siempre resulta tan fácil de conseguir, se precisa por tanto, entender diferentes comportamientos que a la luz de los demás pueden parecer ser de una manera pero que tras la apariencia se esconden otras interpretaciones. Condenamos el adulterio, como no podía ser de otra manera, la fornicación y la codicia, pero al mismo tiempo trataremos de entenderlo, y no sólo eso, sino aprenderemos a superarlo. ¿Cuándo se deja de adulterar? ¿Cómo actuar con los que viven ésta apostasía? ¿Quién es el cónyuge infiel realmente?
Intentaremos dar respuesta a un verdadero drama e ir más allá de la mayoría de la literatura encontrada sobre el tema, donde básicamente tratan de analizar el dolor que produce la violación de éste mandamiento divino desde su condena legal más que desde su misericordia implícita y además tratan de definirlo, apoyándose en la propia Biblia pero quizá motivados por ese extraño deseo de ser la voz de Dios para la sociedad y en aras de una manifiesta falta de misericordia, en general, se ha olvidado el espíritu de la Biblia, hacemos del hecho en sí, una carga insoportable, más de lo que ya es.
Pasiones desordenadas, confusiones y sobre todo, la infracción de la ley: “No cometerás adulterio o No codiciarás a la mujer de tu prójimo”, Sin embargo, ¿En qué se diferencian?, ¿Son mandatos iguales?, ¿Por qué insistiría nuestro Señor en proteger tanto a la familia?, ¿Se comete adulterio en un sistema en el que está validada la poligamia?, ¿Hay diferentes formas de adulterar?, ¿Puedo estar codiciando a la mujer de mi prójimo y no cometer adulterio?... El mismo Rey David vivía con varias esposas y concubinas, pero su adulterio se relaciona sólo con Betsabé, ¿Acaso no sería un adulterio o una fornicación su estado anterior? ¿No se casó después y engendraron al gran Salomón? ¿Sara no quiso el adulterio para Abraham con su esclava Agar?
Sin duda que el estudio bíblico que ofrecemos, se encuentra abierto al debate,  y vamos a formular algunas cuestiones que queremos aclarar, sobre todo porque no encontramos más respuestas en nuestros feligreses, que no sean el castigo y la condena rápida y sin meditación obligada respecto a éstos mandamientos, incluso en nuestra organización, con buena motivación y sin duda espíritu de ayuda, pero insensible en ocasiones y que define magistralmente el ordenamiento conyugal, pero que sin embargo no describe qué hacer ante la conducta y la comprensión en éstos sujetos, que caen en éste grave pecado. ¿Cómo debemos comportarnos con ellos?, y ¿cómo debe ser la convivencia eclesiástica?, ¿y cómo es en la realidad? Para que ésta, no se vea amenazada en sus doctrinas y al mismo tiempo no pierda de vista la misericordia, el perdón y el amor, siempre elementos básicos y fundamentales, que no anulan la disciplina pero la superan.

“Si se encontraran transgresores del séptimo mandamiento
Únicamente entre los que no profesan ser seguidores de
Cristo, el mal sólo sería grave en una décima parte de lo
Que es hoy; pero el delito del adulterio es cometido, en
Gran Medida, por los profesos cristianos. Tanto pastores
Como Miembros de Iglesia cuyos nombres figuran en los
Registros Como si estuvieran en regla, son igualmente
Culpables.”[1]
En nuestras directrices, aparece con rotundidad la condena  a éste, en concreto, legado levítico. Quizá, porque ya en la antigüedad, suponía la muerte para ambos[2], es por eso tal vez, que le hemos dado una gravedad “heredada”, siendo que, además, Jesús mismo, amplió esa culpa al simple hecho de “mirar a una mujer para codiciarla”[3], con lo que se suscita un problema de difícil solución. ¿Es lo mismo? ¿Cómo cumplir la expectativa de Jesús?, ¿No es acaso más fácil obedecer el antiguo testamento que lo que propone Jesús?
Propongo estudiar más a fondo éstos mandamientos y la conexión entre ellos. No cometerás adulterio y no codiciarás se colocan en diferente orden, tanto en el Éxodo como en Deuteronomio y obedecen a naturalezas distintas. No se corresponden en la raíz morfológica, y si fueran similares, es muy poco probable que en el idioma hebreo no tuvieran diferente sintaxis.
Encuentro una problemática evidente en el trato en concreto de éste tipo de delitos contra la Ley divina, muy estigmatizado y gráfico, pero a los que Jesús señala en una dimensión, la cual, resulta enormemente complicada cumplir como mandamiento pero no como desafío y estilo de vida. ¿Supone la misma violación de la ley divina, el pensar un adulterio que el cometerlo? Jesús es claro.
Antes de comenzar, debemos dejar claro que no debemos ir sólo con la rotundidad de la Escritura dando puñetazos, a pesar de decir verdades como puños, puesto que como veremos, las personas caídas bajo ésta condena, se encuentran desamparadas, con el perdón de Dios, de difícil aceptación, y con facturas que deben pagar en sus Iglesias, que éstas, a pesar de enseñar lo mismo que la misma palabra del Señor, la propia gravedad que tiene el  mandato, y la que además, le hemos añadido subjetiva y tradicionalmente, hacen que la persona caída, experimente un vacío que le resulta muy difícil de superar. No encuentra alivio en los comentaristas, teólogos, pastores, profesores, doctrinas que atacan el asunto desde la misma perspectiva, pero a quienes les resulta incómodo empatizar con el sujeto caído, al que comprenderían mejor, si les pasara a ellos mismos, y Dios no lo quiera, porque no es necesario, hay recursos para prevenir y poder ser fieles, y éste es mi objetivo, introducirme en uno de los principales pecados de nuestra sociedad actual, que está dañando nuestra identidad y a nuestras familias, poder entonces, desnudarlo y comprenderlo para acudir a la fidelidad, bálsamo necesario hoy, como antaño.
El adulterio es un problema serio. Existe una diferencia notable entre lo que creemos es éste pecado y en cómo se produce y la realidad de muchos, que viven un verdadero drama en sus vidas. No todos, obviamente, pero, es un mandamiento manipulado, seguramente por intereses malignos, que buscan la destrucción del ser humano. Se origina en la mente, no en el cuerpo, y requiere de nosotros un tipo de ayuda que está reñida con otros principios que incomodan, tales como la confidencialidad, la intimidad, y sobre todo, la posibilidad de redención.
¿Cómo escapar del adulterio? ¿Cómo solucionarlo y cuándo? Hay ocasiones, en los que el adulterio esconde una verdadera adicción a las relaciones sociales, que no sexuales, y que no debe juzgarse de igual manera que un acto voluntario de adulterar.
¿Qué debemos hacer con éste tipo de idolatría? ¿Cómo debemos guardar silencio? ¿Es el cónyuge infiel, el que comete al acto de adulterio, a pesar de intervenir muchos factores externos? ¿Qué hacer con las consecuencias de un adulterio? ¿Qué hace la Iglesia con los que han caído en éste pecado?
Dios quiera en su misericordia bendecir éste trabajo y sobre todo hacernos más sensibles y más humanos, Dios quiera podamos vivir una pureza tal, que impida el dolor ajeno, que facilite la convivencia con uno mismo y con los demás, Dios quiera que seamos conscientes de lo que hay en juego y del significado de un decreto ante la vida.





1.      HISTORIA SOBRE EL DELITO SEXUAL Y SU DIVERSIDAD DE FORMAS

1.1  DEFINICIONES HEBREAS

Nos parece relevante acercarnos al texto original en su lengua semítica, ya que una cultura oriental y un espacio en el tiempo tan extenso, el existente entre el entonces de ellos y el ahora de nosotros, puede ser la comprensión del mismo, de suma importancia para entender la evolución que ha seguido el término, especialmente a la hora de aplicar el castigo, y la manera de vivirlo en la sociedad.  Aprovecho también para tratar de esclarecer que no provienen de la misma raíz los conceptos que por el contrario, hoy, definimos de forma sinónima pero que se diferencian sustancialmente. Fornicación, adulterio, codicia, concupiscencia, lascivia, pornografía, obedecen a términos distintos en su raíz. Por ejemplo codiciar es equivalente a amar, a desear, incluso de forma legítima, algo que al traducir tanto en la LXX como en nuestras versiones no apreciamos diferencia.[4] Empecemos con la raíz hebrea para “adulterar”
נְאָףזנה
El hebreo emplea dos raíces diferentes para el vocablo “Adulterio, adulterar y fornicación” נאף  en forma QAL: Cometer adulterio, prostituirse, como verbo. Puede aparecer en Piel y en formas pasivas, como Pual y otras, que en su contexto serán importantes sus interpretaciones. נַאֲפוּפִיםSus fornicaciones” es clara la asociación con el término “fornicación” pero con raíces diferentes.[5]  זָנָהcometer adulterio” “cometer idolatría (siendo que al pueblo judío se le consideraba esposa de Jehová):—adulterar, apartar, cesar, cometer fornicación, dejar, fornicación, fornicar, fornicario, infiel, ir, prostituir, ramera.  Cómo verbo en forma HIFIL: 1) Prostituir, enseñar a fornicar (Ose. 4:10; la RVA traduce como Qal: “fornicarán”). 2) Hacer que alguien se prostituya. En Lev. 19:29 puede haber una alusión a la prostitución ritual. 3) Hacer prostituir la pureza de la fe mediante el culto a los ídolos.[6]
Sin restar importancia al elemento morfológico y léxico en la significación de las palabras, y recordando que el hebreo no acostumbra a traducir sino a interpretar, ¿podríamos inducir del idioma que puede existir pecado de adulterio sin realización de acto sexual? o por el contrario, ¿Es requisito obligado que exista consentimiento carnal y sexual para éste pecado?[7] Debemos definir los términos desde otras perspectivas:
 El adulterio en el A.T. era la relación sexual entre un hombre de cualquier estado y la mujer de otro hombre (Lev 18:20; 20:10; Dt 22:22), aunque el matrimonio todavía estuviera en el “noviazgo” (Dt 22:23–27). El hogar en el antiguo Israel era considerado de gran valor para el desarrollo de los que vivían en él, especialmente los niños.[8]
¿Cuál es la diferencia entre fornicación y adulterio? Por ejemplo, cuando Cristo señala la fornicación como una de las causas para el divorcio (Mt 5.32; 19.9). En sentido figurado, la fornicación se refiere a toda forma de apostasía y a la relación inmoral de un creyente con otros dioses, ídolos, etc. Pero esto es algo que aparece en el Antiguo Testamento y el galileo lo confirma. [9]
En la Escritura “adulterio” denota cualquier cohabitación voluntaria que una persona casada efectúa con cualquier otra persona que no sea su esposa o esposo legítimos. Sin embargo, otras veces la Biblia señala a este pecado con el término, “fornicación” (1 Co. 5:1), aunque propiamente hablando esta palabra designa la ofensa de la cohabitación voluntaria entre una persona que no está casada y otra del sexo opuesto. Cuando se quiere hacer una distinción entre estos dos tipos de perversidad, la Escritura los denomina con términos diferentes: «fornicarios» y «adúlteros» (1 Co. 6:9).[10]
En el Antiguo Testamento la adoración a los ídolos se considera adulterio espiritual (Jeremías 3:1–5). En este sentido, los hebreos quebrantaron varias veces el pacto que el Señor hiciera con los patriarcas. Sin embargo, el llamamiento de Jehová sigue siendo tierno y siempre conmovedor: “Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas ¡vuélvete a mí!” (Jeremías 3:1).[11]Me resulta importante diferenciar el aspecto sexual de los tiempos bíblicos y la actualidad. La evolución que la sociedad ha experimentado al respecto, y como a pesar de las divinidades sexuales y promiscuas, el mandamiento ha permanecido en el tiempo.[12] Aún en las sociedades más inmorales, más permisivas, incluso en los incestos permitidos en el Egipto antiguo, es curiosos que en cambio se legislara en contra del Adulterio y se castigara.[13]
Se legislaba para el caso de “mancillar” con la propia nuera, suegra o animales.[14] Hoy, que nos consideramos más avanzados cultural y tecnológicamente, miramos de reojo al A.T con aires de superioridad occidental, sin embargo, seguimos burlando el mandamiento, porque el adulterio ha formado parte de nuestra cultura de ocio, de éxito incluso, donde ya no está tan mal visto como entonces, por lo menos la pena que se imponía, la cual nos parece una violación de los derechos humanos y que atenta universalmente. Continuemos con nuestra gramática.
El término “Adulterio” aparece 30 veces frente a las 58 ocasiones en las que se traduce como “fornicación”.[15] נָאַף naáf; raíz Prim.; Cometer adulterio; fig. Apostatar: adúltera, adulterar, adulterio, adúltero, cometer adulterio, fornicar. נִאֻף niúf; de adulterio.נַאֲפוּף naafúf; adulterio. נָאַץ naáts; raíz Prim.; Escarnecer; o abominar, (dar ocasión de) blasfemar, desechar, despreciar, enojar, escarnecer, florecer, irritar, menospreciar, menosprecio, provocar a ira, tener en poco.[16]
Las diferencias en el campo semántico cobran importancia a la hora de comprender al abanico de posibilidades al interpretar en nuestro lenguaje el significado de ambos términos. Mientras que hoy, el concepto adulterio y fornicación tiene componentes sexuales y se asocia limitado al campo sexual de pareja o falta de ella, vemos en cambio que para la mentalidad hebrea, hay una clara implicación religiosa, donde la idolatría adquiere una importancia capital en su comprensión, es decir, que sin el aspecto sexual implícito, puede el sujeto cometer adulterio.

1.2  DEFINICIONES GRIEGAS:

 Veamos ahora la definición desde el punto de visto griego y en donde el campo semántico evoluciona y se producen variantes que aparecen en la LXX y en la Vulgata especialmente, distanciadas del hebreo. Μοιχεύω [cometer adulterio], μοιχάω [cometer adulterio], μοιχεία [adulterio], μοῖχος [adúltero (sust.)], μοιχαλίς [adúltera (sust.), adúltera (adj.)]El uso de este grupo. μοιχεύω, en voz activa, significa «cometer adulterio» o «seducir», y en voz pasiva o media «ser seducido» o (en el caso de una mujer) «cometer adulterio» (cf. Mt. 5:27–28, 32). Μοιχάω significa «cometer adulterio» o «adulterar». Μοιχεία es «adulterio», «relación sexual ilícita», mientras que μοῖχος significa «adúltero» (sust.) o «amante», y μοιχαλίς «adúltera» (adj.) y, como sustantivo, «adúltera», «amante», «prostituta».[17]Los sinónimos entre las definiciones son más utilizados que el AT.
   La ley griega prohíbe estrictamente el adulterio[18] por parte de la mujer, y le otorga al esposo o a la familia el derecho a la venganza (si bien esta queda limitada por la ley pública, y se puede renunciar a ella en favor de una queja pública). A la esposa culpable hay que repudiarla.
Pareciera existir un Ideal, en donde, los moralistas instan también a los maridos a la fidelidad; pero en la práctica se aceptan las relaciones sexuales con una ἑταίρα[19]El derecho romano permite que el esposo castigue a la esposa adúltera (incluso con la muerte), y el padre tiene derechos parecidos de castigo o venganza. Posteriormente el adulterio llega a ser una infracción penal cuyo castigo es el destierro, pero en la degeneración moral del período imperial se hace común la infidelidad tanto de los maridos como de las mujeres. Literalmente podemos encontrar que el NT coloca tanto al esposo como a la esposa bajo la obligación de la fidelidad. El matrimonio es un consorcio de por vida; el divorcio es contrario al designio original de Dios (Mt. 19:6ss), y el volverse a casar después de divorciarse es cometer adulterio (Mt. 5:32; 19:9; Mr. 10:11–12; Lc. 16:18). El adulterio está presente inclusive en el deseo (Mt. 5:28), tan absoluta es la exigencia divina. Pero Jesús rechaza la auto justificación hipócrita y proclama el perdón inclusive para quien adultera (cf. Jn. 8:1ss), aunque sobre la clara presuposición del arrepentimiento, y por lo tanto sin ablandar la validez del mandato divino (Jn. 8:11).[20] 
Pablo reafirma la enseñanza de Jesús en el laxo mundo helenístico (1 Co. 5:1ss; 6:9). El adulterio no es simplemente un asunto de derecho civil, sino que entra en conflicto con la voluntad santa de Dios (1 Ts. 4:3). Las mujeres son coherederas de la vida y por eso gozan de igual honor que los varones (1 P. 3:7). El adulterio es causa de exclusión del reino (1 Co. 6:9), y la fidelidad marital debe mantenerse intacta (Heb. 13:4). Hasta la mirada de lujuria es pecado (2 P. 2:14). El amor de los cónyuges es la relación positiva que queda protegida por la prohibición del adulterio (Ro. 13:9). Uso figurado. Alegóricamente, pero de igual importancia, también el NT usa este grupo de palabras en sentido figurado para referirse a la infidelidad respecto a Dios. Los que se oponen a Jesús son la generación adúltera (Mt. 12:39). El amor al mundo es adulterio contra Dios (Stg. 4:4). El adulterio es una figura para designar la aceptación de la falsa enseñanza de la profetisa en Apocalipsis 2:20; los hijos son sus seguidores. Veamos la cantidad de veces que aparece el término griego para traducirlo como adulterio y las que aparece como fornicación[21]sin olvidar que, sin ser sinónimos, se traducen como tales.
Πορνεία- μοῖχος
Todo término evoluciona con el tiempo, y en el lenguaje igualmente. Encontramos sinónimos como “Corromper”. Se usa en 2 Co 4.2, «adulterando (la Palabra de Dios)», en el sentido de «manejar engañosamente, o con “engaño” como vemos, no aparece el elemento sexual. Μοῖχος, denota a uno que tiene relación ilegítima con la esposa de otro (Lc 18.11; 1 Co 6.9; Heb 13.4).[22]
No nos olvidamos del término para codicia, merecedor de un estudio aparte, pero que se precisa considerar, ya que Jesús mismo estableció una estrecha unión entre ambos conceptos.[23]Son mandamientos diferentes pero que se encuentran estrechamente vinculados.[24]
Es evidente que la Torá, como práctica hermenéutica concreta, es enormemente dinámica y flexible en Israel, poseyendo la capacidad de incidir en todos los aspectos de su imaginativa vida. Los cristianos que tratan de comprender lo que se pretendía en la Torá tendrán que trascender las caricaturas convencionales y las polémicas de legalismo a fin de meditar sobre una práctica hermenéutica que es intransigentemente normativa y no obstante abierta a la adaptación, y que alberga en su núcleo a un Soberano que no hace concesiones, pero que es capaz de atender con delicadeza los detalles de la vida cotidiana. Además, esta elasticidad invita a y exige una labor interpretativa permanente e incesante, que nunca llega a su fin, sino que siempre responde impidiendo cualquier resolución definitiva.[25]
Esta elasticidad, en la tradición judía, se formula en la afirmación de que al lado de la Torá escrita se encuentra la Torá oral, una práctica hermenéutica viva y aún en desarrollo. Moisés recibió la Torá oral en el Sinaí, pero no fue conocida o no estuvo a su disposición hasta que posteriormente fue formulada por un heraldo autorizado de la Torá, eventualmente en la tradición rabínica. Para comprender el Antiguo Testamento, un intérprete cristiano no necesita ahondar enormemente en la Torá oral, pero como mínimo debe reconocer que la interpretación judía en su evolución no es prisionera de la letra. Las oportunidades y los recursos hermenéuticos permiten que la Torá escrita sea releída de una manera incesantemente creativa.
Para los cristianos helenizados o griegos, que han sido educados en las usuales acusaciones de legalismo hacia el judaísmo, esta noción resulta ciertamente extraña. Puede ser útil reconocer los distintos dispositivos presentes en la tradición cristiana que ofrecen esas mismas posibilidades hermenéuticas. En la discusión del concilio de Trento se concluyó que la Escritura y la tradición son «dos fuentes» de la revelación. En esa polémica situación del siglo XVI, los cristianos reformados sintieron la profunda necesidad de oponerse a esta «enmienda» de la sola escritura. Sin embargo, cualquier reflexión práctica juiciosa muestra que toda comunidad interpretativa seria, incluyendo las Iglesias reformadas, disponen de una tradición hermenéutica que permite e impide determinadas lecturas; es decir, una tradición de comprensiones y presupuestos encubiertos y explícitos que no están a disposición de los de fuera.
De forma diferente, la tradición católica afirmó más allá de una «lectura evidente» un «sentido más pleno» (sensus plenior) del texto, de modo que éste poseía sentidos más allá de los pretendidos por el «autor» humano, sentidos más plenos que seguían siendo autorizados y eran reveladores bajo la guía del Espíritu. Más recientemente, sin las categorías escolásticas del sensus plenior, lo que terminó por conocerse como «la nueva hermenéutica» comprendió y justificó muchas relecturas imaginativas del texto de un modo enormemente teórico.[26] La noción de clásico de Tracy ha sido duramente criticada porque es fundacional. Resulta claro, en cualquier caso, que la relectura de los clásicos en cualquier comunidad hermenéutica tiende a seguir las «reglas gramaticales» operativas en dicha comunidad. Si estas distintas nociones de «las dos fuentes», el sensus plenior y la «nueva hermenéutica» son excesivamente desconcertantes, podemos indicar la praxis fundamental del protestantismo, en la que los textos adquieren una nueva vitalidad en el momento del sermón, que es un acto hermenéutico que posee significado teológico.[27]  De hecho, la noción de la predicación no está muy alejada del paso libre y liberador del Deuteronomio para trasladar la Torá desde el Sinaí a «las llanuras de Moab» y posteriormente la reubicación de la Torá en Sión. Todas estas posibilidades en el proceso hermenéutico sirven para transformar el «allí» en «aquí» y el «entonces» en «ahora». El Antiguo Testamento mismo comprendió la Torá de esta forma procesual.
Resumamos entonces en ésta parte de nuestro trabajo la parte gramatical de los conceptos que estamos analizando para que nos permita comprender mejor cómo poder acercarnos al mandato divino y sobre todo como aplicar su inmensa sabiduría y enseñanza para la actualidad del hombre de hoy. Por razones de espacio no haremos coincidir los términos codicia y adulterio, pero sería interesante para comprobar que no tienen en todos los textos connotaciones negativas el vocablo codiciar mientras que siempre es negativo el término adulterar.[28]
En su sentido más restringido, la fornicación denota una comunión sexual voluntaria entre una persona no casada y otra del sexo opuesto. En este sentido, los fornicarios (pornoi) se distinguen de los adúlteros (moichoi) como en 1 Co. 6:9. En un sentido más amplio, porneia significa la cohabitación ilícita de una persona de cualquier sexo con una persona casada. En este sentido se usa en forma intercambiable con moicheia, como en Mt. 5:32, donde Cristo dice que cualquiera que se divorcia de su esposa a no ser por causa de porneia hace que ella sea objeto de adulterio (moicheuzēnai) puesto que quien se case con ella comete adulterio (moichatai). El uso mismo de porneia en el sentido de adulterio (moichatai) se encuentra en Mt. 19:9. En su sentido más amplio, porneia denota la inmoralidad en general, o todo tipo de transgresión sexual. Algunos ejemplos como 1 Co. 5:1, porneia se traduce correctamente como «fornicación» (RV60), «indecencia», «lujuria», «deshonestidades».[29]
Puesto que la estrecha relación de Dios con su pueblo se considera similar al vínculo matrimonial (Ef. 5:23–27), en las Escrituras todas las formas de idolatría se designan como adulterio, y esto en forma muy adecuada puesto que los cultos paganos normalmente estaban conectados con la inmoralidad (Os. 6:10; Jer. 3:2, 9; Ap. 2:21; 19:2). El uso del verbo porneuein y del sustantivo pornos (y pornē) es similar al del abstracto porneia. Demuestra la grandeza de la gracia divina en Cristo Jesús que nuestro Señor permitiera que Rahab (Heb. 11:31; Mt. 1:5) y otros fornicarios fuesen contados en su genealogía.
En el Nuevo Testamento el Señor señala que al adulterio no se comete únicamente por el acto en sí, sino también por mirar a una mujer para codiciarla, dando a entender que la sed de este, como de todo pecado, está en él. Como vemos, la importancia que Jesús le da al mandamiento es sublime.[30]
Culturalmente no debemos olvidar el significado que tenía, en donde, se incluía tanto el acto específico como una situación general.[31] Las prostitutas son desconocidas en la edad homérica, pero los hombres frecuentemente tienen concubinas, p. ej. Esclavas. La prostitución surge al aumentar la prosperidad. Las esclavas constituyen una fuente de prostitución, como también el privar a las mujeres extranjeras de sus derechos civiles. La «amiga» profesional se convierte en figura común en la sociedad griega, y puesto que la relación sexual se considera algo tan natural como el comer y el beber, los amoríos extramatrimoniales son permitidos para los maridos. Pero se censura el exceso, y Platón defiende la relación con las rameras solamente mientras sea secreta y no ocasione ofensa. Esparta mantiene una disciplina sexual más estricta, pero es también nido de la homosexualidad. Esta se difunde mucho; no tanto así el lesbianismo. Entre las rameras, las que viven en burdeles constituyen la categoría inferior, las que tienen algunas destrezas artísticas son un grupo superior, y las rameras independientes que pueden cobrar altos precios son otra clase más alta. Buscando[32] ser liberados de la pasión, los estoicos condenan las relaciones extramatrimoniales y se resisten a ellas, incluso con las esclavas. Mediante sus actos impuros, la persona contamina la divinidad que lleva dentro. Se enaltece la castidad, y el adulterio se considera ilícito e infame.[33] El NT presupone la existencia de rameras en Palestina, y la pecaminosidad de su oficio (Mt. 21:31–32; Lc. 15:30). También describe la prontitud con que responden al mensaje del Bautista y a la invitación de Jesús (Lc. 7:50; Mt. 21:31–32). Jesús proclama la gracia y el perdón para todos los que se arrepienten; la verdadera contaminación está adentro (Mt. 15:18–19), y es una señal de incredulidad. Por lo que respecta al divorcio, se plantea un debate acerca de Mateo 5:32 y 19:9. En Marcos 10:9; 16:18; 1 Corintios 7:10 Jesús enseña la indisolubilidad del matrimonio como la voluntad incondicional de Dios. Así hace a un lado la práctica basada en Deuteronomio 24:1, que las escuelas más estrictas entienden como aplicable a contravenciones morales, y las más laxas a cualquier cosa objetable. El problema en Mateo 5:32 y 19:9 tal vez sea que a los cristianos judíos que observan la ley se les exige divorciarse de esposas adúlteras, y por eso no pueden responsabilizarse si ellas contraen una nueva relación que, desde el punto de vista cristiano, es en sí misma adúltera. No se da cabida al divorcio como tal. En Juan 8:41 los judíos aseguran que ellos no son hijos de fornicación (πορνεία), pero sus obras muestran que son hijos del diablo y no de Abraham ni de Dios (v. 44).[34]
La literatura patrística menciona el término y lo que entienden ellos, algo interesante para nuestro estudio, puede verde en la epístola de Hermas. Hermas, advierte contra la πορνεία, la cual difiere del adulterio pero también lo incluye (No encontramos el uso transferido en los Padres apostólicos, quienes abandonan la terminología de los profetas del AT.[35] Por lo tanto, ¿cómo ha evolucionado el vocablo?


1.3       EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO EN LA INTERPRETACIÓN CRISTIANA

Jesús da una dimensión especial a la interpretación mosaica de la ideología de Israel. Su enseñanza es tan impactante, que se necesitará tiempo para asimilarla y aún hoy, se sigue avanzando en su palabra. Jesús conserva, pero profundiza; «consuma» la ley, la lleva a su plenitud.[36]
Veamos un pequeño acercamiento a los siglos posteriores a la enseñanza del Maestro, cómo interpretaban los cristianismos diferidos, por lo menos algunos de ellos, y tratemos de extraer su enseñanza básica.
Por ejemplo los montanistas (de acuerdo con su tendencia rigorista) sostuvieron en sus predicaciones, de acuerdo por otra parte con cierta tradición antigua de la Iglesia (por ejemplo, Epístola a los Hebreos y el Pastor de Hermas) que, tras la conversión al cristianismo con el bautismo correspondiente, no eran ya perdonables caída ulteriores en el pecado, de modo que ciertas faltas graves como el asesinato o el adulterio no pedían ser redimidas por la penitencia y el perdón de la Iglesia.[37] Como un segundo bautismo quedaba excluido, el pecador se condenaba irremisiblemente. Pero la gran mayoría no podía admitir que el que se comportara así tras el bautismo estuviera irremisiblemente destinado al infierno, según decían estos rigoristas.[38] Veamos lo que dice un maestro Judío:
“¿Qué has hecho con este pueblo? Lo has dejado suelto, como a mujer a quien se le sueltan los cabellos en razón del adulterio. La idolatría es un adulterio dada la relación nupcial entre Dios e Israel. “Soltar los cabellos pertenece al Vito de la ley le los celos para comprobar la fidelidad de la mujer: Núm. 5,18.[39]
Crisóstomo, partidario él también de la sospecha de adulterio, no ha retenido en su explicación ese fantasma de justicia legal. Según él, la bondad no solamente compensa la justicia, sino que la absorbe; ella es esa misma justicia. Basta con ver en la partícula y un valor no de oposición (como anteriormente), sino de explicación:
José es justo siendo bueno.[40] Ante todo ha de revisarse el planteamiento mismo del problema. ¿Con qué derecho ponemos a José ante el dilema: María es adúltera, María es inocente? Ya Eusebio no se vio obligado a recurrir al subterfugio de la inocencia. Para él, como para san Efrén y algunos intérpretes posteriores, la alternativa era la siguiente: José sospecha un adulterio - José conoce el misterio. Tales son, en efecto, las dos únicas hipótesis que permite el texto evangélico. Eusebio[41] rechaza la primera y declara que José tuvo conocimiento de la obra del Espíritu Santo. Todo resulta entonces coherente.
Era especialmente trágica la situación de las mujeres repudiadas y las viudas, que se quedaban sin honor, sin bienes y sin protección, al menos hasta que encontraran un varón que se hiciera cargo de ellas. Más tarde, Jesús defenderá a las mujeres de la discriminación, las acogerá entre sus discípulos y adoptará una postura rotunda frente al repudio decidido por los varones: “El que repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio contra la primera” (Marcos 10,11). Jesús pone el acento en la responsabilidad de los hombres. No han de justificarse culpabilizando a las mujeres de su mal comportamiento. El adulterio equivale a un robo. El pecado no consiste en ofender a la propia esposa, sino en poseer a una mujer que pertenece a otro hombre. El verdadero culpable es el varón adúltero; la mujer no es sino víctima o, todo lo más, cómplice.[42]
Plinio el joven, procónsul de Asia Menor, escribe a su amigo el emperador Trajano para exponerle su conducta con los cristianos que se multiplican hasta el punto de que los templos paganos quedan desiertos: él no los busca; cuando los denuncian, los castiga con la muerte si persisten en su fe:
 «Algunos aseguraban que habían dejado de ser cristianos... Afirmaban que todo su delito o todo su error se había limitado a reunirse habitualmente un día fijo, antes del amanecer, para cantar entre ellos, alternativamente, un himno a Cristo como a un dios, y a comprometerse por juramento, no ya a cometer algún crimen, sino a no meterse en robos, ni bandidajes, ni adulterios, a no faltar a la palabra dada, a no negar un depósito cuando se lo reclamaban. Después de ello, acostumbraban separarse para reunirse de nuevo a tomar un alimento, pero un alimento totalmente ordinario e inocente... Yo no he encontrado en ello más que una superstición absurda».[43]
Lo que a Dios interesa en primer lugar, no es el qué, de la acción, la materia, lo constatable sino, en primer lugar, el cómo, la voluntad del hombre. Y las praxis eclesiásticas posteriores, hasta el edicto de Calixto[44]  muestran que había círculos en los que se pensaba que estos pecados eran imperdonables.[45]
Bíblicamente, pocas veces encontramos una acción o una forma de idolatría, que es en el fondo, el adulterio, tantas y tan claras afirmaciones en contra de éste comportamiento, tal vez sea por eso, nuestra enorme dificultad para construir puentes entre la misericordia y la justicia, o el perdón y la condena en eventos relacionados con ésta apostasía. Veamos un recorrido bíblico y acudamos a la actualización del concepto.[46]
1.4  DEFINICIONES EN LA ACTUALIDAD

¿Cómo definiríamos en la actualidad éstos conceptos?[47] ¿Han cambiado respecto a un original al que nos hemos aproximado? ¿Cuál es el principio inalterable en el tiempo que ha transcendido a nosotros?[48] Resulta interesante ya en su definición, la diferencia a la hora de comprender el significado de “Adulterio” traduciéndolo como verbo o como sustantivo: Como Verbo, adulterar significa, según la Real Academia de la Lengua: “Viciar, falsificar algo” “Acción de cometer adulterio”[49]  Como Sustantivo, adulterio, significa según la misma fuente: “Ayuntamiento carnal voluntario entre persona casada y otra de distinto sexo que no sea su cónyuge. Falsificación, fraude.”
Podemos acudir a otros diccionarios que coinciden en la definición del término proveniente del latín, y para familiarizarnos con la actualidad del significado del vocablo, me parece oportuno que veamos sinónimos y antónimos de algunos de ellos: Por Ejemplo: Adulterar es equivalente a falsificar, falsear, sofisticar, viciar, contrahacer, mistificar, corromper, desnaturalizar, y contrario a purificar, sanear. Desnaturalizar designa la alteración de una sustancia, como el aceite o el alcohol, de manera que deje de ser apta para el consumo: el aceite ha sido desnaturalizado y no se puede usar para cocinar. Adulterio es equivalente a infidelidad, deslealtad, ilegitimidad, y  contrario a fidelidad.
Desde nuestro idioma y con las ventajas e inconvenientes que tiene, abordemos ahora un concepto muy ligado al adulterio, aunque no equivale en su raíz original hebrea como veremos a continuación, pero que inevitablemente debemos acudir a ella, porque la propia definición de “Adulterio” nos lleva a ello irremisiblemente: En el Diccionario Práctico Español Moderno Larousse, la «fornicación» es definida simplemente como su acción: «Fornicar» significa «tener ayuntamiento o cópula carnal    generalmente fuera del matrimonio» 
Asimismo, acudiendo a otra fuente autorizada en el manejo de la gramática,  el Diccionario Manual de la Lengua Española de Cervantes, Tomo I, dice: «Fornicar» es «tener ayuntamiento carnal fuera del matrimonio.» ¿Qué ha pasado en la vida real de sociedades y religiones que “maltrataron” el principio bíblico? Por ejemplo:
Si una mujer salía a la calle sin cubrirse la cabeza, ofendía hasta tal punto las buenas costumbres que su marido tenía el derecho y hasta el deber, desde el punto de vista religioso, de echarla de la casa y divorciarse de ella sin estar obligado a pagarle la suma acordada en el contrato matrimonial.
La mujer judía que perdía su tiempo en la calle hablando con unos y otros, o la que se ponía a hilar en la puerta de su casa, podía ser repudiada por su marido sin compensación económica alguna. Incluso cuando a la esposa se le quemara la comida, podía ser repudiada por el esposo, según manifestaba el rabino y maestro judío Hillel el Viejo o el Sabio (70 a.C. al 10 d.C.). Otro motivo podía ser que el marido descubriera algo torpe en su esposa, lo cual le daba la libertad para buscar otra más joven y adquirirla.
Si la novia tenía relaciones con otro hombre era considerada una adúltera y su castigo era la lapidación. Si la adúltera era una mujer casada, el castigo que se le reservaba era el de la estrangulación. Pero para el hombre no había castigo alguno. En la mujer sólo veían superficialidad, sexo y peligro, por lo que siempre trataban de guardarse de ella. Jesús denuncia éste abuso, que nunca fue exigido por Dios en el AT.
Lo estudiaremos, no obstante y trataremos de ver las diferencias y las similitudes en el original bíblico para comprender qué quiere estar diciéndonos la Escritura Santa desde hace tantos siglos. ¿Codiciar a la mujer de tu prójimo, es lo mismo que adulterar con ella? ¿Se puede estar adulterando sin codiciar? ¿El adulterio es siempre un pecado sexual?
La definición actual ha reducido el campo semántico notablemente y dista mucho de lo que podía abarcar en la antigüedad el término, donde la prostitución religiosa y especialmente la idolatría espiritual incluían el vocablo. Si acudimos a esa cultura y a ese tiempo comprenderemos otra manera más de entender el significado de adulterio. “Israel no ha vivido en un oasis aislado, sino en medio de los pueblos, de tal manera que su historia, también la de su espíritu, sólo se puede entender a partir de la historia más amplia del Oriente”[50] ¿Y cuál es esa historia? ¿Qué tipo de influencias recibía el pueblo escogido por Dios? Ya hemos visto un acercamiento al semítico que nos permite responder ¿Cómo entendían ellos el adulterio, o la acción de adulterar?[51] Ahora podemos ver la posible evolución del lenguaje y aplicar el principio divino
Así que, podemos admitir varias formas de adulterar o de corromper, además de la explícitamente sexual, pero podemos preguntarnos, ¿Son igualmente graves todas las formas de adulterio? ¿Es lo mismo un ayuntamiento carnal voluntario con la mujer de mi prójimo casada, que una apostasía espiritual personal? ¿Es lo mismo mirar a una mujer para desearla que cometer adulterio? Jesús mismo estableció un nivel moral casi inalcanzable al hombre moderno, impulsando un nuevo enfoque en la aplicación de la Ley, y en la finalidad de la misma. Respecto a la idoneidad para el cielo, es decir, para acceder a la presencia de la santidad del Señor, un reo en un punto es equivalente al fallo en todos, y aún un 99,9% de fidelidad, si se fallara en ese margen, tampoco seríamos aptos para la salvación. Desde ese punto de vista, es indiferente, la violación de un aspecto del mandamiento como la de todos ellos, pero desde luego, respecto a las consecuencias y al valor que Dios ha dado a determinados aspectos que legislan nuestra sociedad y nuestra vida, sin duda NO. No es lo mismo adulterar, consumando el adulterio, que hacerlo con el pensamiento. Por lo menos en sus consecuencias sociales. Respecto a la idoneidad para el acceso a la salvación, nos condena igualmente a todos, el pensamiento o la acción, pero respecto a la sensibilidad social no puede ser lo mismo.
Han cambiado situaciones en la actualidad sin duda alguna. No negaremos la importancia de la ordenanza, es evidente. ¿Por qué? La aplicación de entonces bajo la Ley de Moisés en éste pecado se castigaba con la muerte, ya fuese por apedreamiento o fuego (lev 20.10; 21.9; Dt 22.22–24; Jn 8.5, 6), no es la misma hoy, además de resultar aparentemente en situación de desigualdad la mujer en los delitos sexuales, donde parte en desventaja y queda mal parada.[52]Debido a que la pena de muerte solo se podía aplicar en el caso de que se sorprendiera a la persona en el acto mismo (Jn 8.4), el cónyuge acusado, tenía que someterse a ciertos procedimientos acordados para establecer su culpabilidad o inocencia (Núm. 5.11–31). No obstante en la Ley Mosaica, cuando el rey David se arrepintió de su pecado de adulterio, Dios lo perdonó (2 S 11.2–5; Sal 51.1, 2). Cristo también perdonó a la mujer sorprendida en adulterio, pero sin obviar la gravedad del cargo (Jn 8.11). Por lo tanto hay grandes lecciones dentro de un sistema punitivo, sin embargo hoy, sería un escándalo internacional el hecho de un apedreamiento ante un caso de adulterio. El séptimo mandamiento dice: "No cometerás adulterio". Sin embargo, este pecado ha sido cometido a lo largo de toda la historia. Hoy, sin embargo, el adulterio parece más descontrolado que nunca. Entretanto, historias en los periódicos sensacionalistas informan sobre los amoríos de políticos, millonarios y estrellas de cine, y películas como "El paciente inglés", "El príncipe de las mareas" o "Los puentes de Madison" incluyen y aun promueven el adulterio.[53]
2.      LA ACTUALIDAD DEL ADULTERIO

José vivió un episodio singular en la educación, cuidado y matrimonio con María, ya que quiso dejarla secretamente para evitar difamarla, precisamente por un supuesto caso de adulterio, ya que estaban desposados. ¿Nace Jesús ya desde una infidelidad o a pesar de una infidelidad, la de la humanidad con su Dios? Es evidentemente un caso diferente, pero la figura del adulterio ha sido utilizada en la Biblia de muy diversas formas para ilustrar la infidelidad del pueblo de Dios.[54]
¿Cómo vemos hoy el adulterio con piedra y leño?[55]¿Hay grados de intensidad en éste pecado? ¿Qué luz nueva tenemos al leer Lv 19.1?[56]
Creo oportuno mencionar unos informes actuales de comportamiento sexual y citar algunos mitos sobre el susodicho. He de dejar claro, que vemos exclusivamente el adulterio desde un campo semántico sexual e ilícito, pero que ha quedado demostrado bíblicamente que puede alcanzar otras dimensiones si se concibe el mandamiento más allá de lo implícitamente erótico. Es decir, si se percibe como una idolatría, como una forma diferente y alejada de vivir todos los aspectos de la vida. Hablamos entonces ahora, solamente de un aspecto moderno y exclusivo del adulterio sexual.[57]
¿Por qué tan extendido está el adulterio? Dos de los estudios más confiables llegan a conclusiones similares. El Informe Janus[58] sobre el Comportamiento Sexual estima que "más de un tercio de los hombres y un cuarto de las mujeres reconocen haber tenido al menos una experiencia sexual extramarital". Una encuesta hecha por el Centro de Investigación de la Opinión Nacional de la Universidad de Chicago encontró porcentajes menores: el 25 por ciento de los hombres y el 17 por ciento de mujeres había sido infiel. Aun cuando se apliquen estas proporciones menores a la población adulta actual, esto significa que unos 19 millones de esposos y 12 millones de esposas han tenido una aventura. 
Independientemente de las cifras reales, el punto a destacar es que el adulterio es mucho más común de lo que nos gustaría admitir. El terapeuta familiar y psiquiatra Frank Pittman cree que "tal vez haya tantos actos de infidelidad en nuestra sociedad como existen accidentes de tránsito". Además, sostiene que el hecho de que el adulterio se haya vuelto algo habitual ha alterado la percepción que tiene la sociedad de él. Dice: "No vamos a volver a los tiempos en que los adúlteros eran puestos en un cepo y humillados públicamente, ni convertirnos en una de esas sociedades --de las que hay muchas-- donde el adulterio se castiga con la muerte. La sociedad, en todo caso, no puede hacer cumplir una regla que viola la mayoría de las personas, y la infidelidad es tan común que ya no es una conducta desviada". 
Tal vez pensamos: "Esto es solo un problema entre los no cristianos de la sociedad. No puede ser un problema en la iglesia. Ciertamente las normas morales de los cristianos son más elevadas". Bueno, hay evidencia creciente de que el adulterio es, también, un problema en círculos cristianos. Un artículo en un número de 1997 de la revista Newsweek señaló que varias encuestas sugieren que tanto como el 30 por ciento de los ministros protestantes varones han tenido relaciones sexuales con mujeres distintas de sus esposas.[59]
El adulterio está en la sociedad y ahora está en la iglesia. Debemos ampliar hoy, el verdadero alcance del adulterio. Quizá lo defina ésta cita de la mejor manera:      
“Este mandamiento no sólo prohíbe las acciones impuras, sino también los pensamientos y los deseos sensuales, y toda práctica que tienda a excitarles. Exige pureza no sólo de la vida exterior, sino también en las intenciones secretas y en las emociones del corazón. Cristo, al enseñar cuán abarcante es la obligación de guardar la ley de Dios, declaró que los malos pensamientos y las miradas concupiscentes son tan ciertamente pecados como el acto ilícito”:[60]
Veremos ahora algunos de los mitos que rodean las aventuras extramaritales.

2.1       MITOS ACERCA DEL ADULTERIO
La infidelidad marital destruye matrimonios y familias, y a menudo conduce al divorcio. El sentimiento público contra el adulterio es, en realidad, bastante fuerte, ya que aproximadamente ocho de cada diez estadounidenses no están de acuerdo con el adulterio. Algo que hemos visto además en la historia, como si de un derecho natural y una voz de conciencia “divina” o “moral” se tratara, instalada en el ser humano como medida de protección.
Pero, aun cuando la mayoría de las personas consideran que el adulterio está mal y saben que puede ser devastador, nuestra sociedad perpetúa todavía varias mentiras acerca del adulterio a través de una mitología popular sobre los amoríos extramaritales.[61] En este punto, queremos examinar algunos de los mitos sobre el adulterio.
Mito número 1: "El adulterio tiene que ver con el sexo". A menudo, justamente lo contrario. Cuando se descubre una aventura sexual, los que la observan dicen: "¿Qué le vio a ella?" o "¿Qué le vio a él?". El sexo podría ser mejor en casa, y la pareja matrimonial es por lo menos tan atractiva como la pareja adúltera, pero para ello hay que trabajar y unir fuerzas y dedicar tiempo a construir un sexo saludable que se obtiene de diferente manera, adulterando el ideal.
Ser bonita, apuesto o sensual no suele ser lo más importante. Las parejas de las aventuras no suelen escogerse porque sean más bonitas, apuestos o sexy. Suelen escogerse por diversos tipos de razones extrañas y no sexuales. Generalmente, la otra mujer o el otro hombre en una relación adúltera satisfacen necesidades que no satisface el cónyuge en el matrimonio. [62]También encontramos que las personas se involucran en estos amoríos con una asiduidad asombrosa, a pesar de las fuertes convicciones morales o religiosas que puedan tener. La falta de realización en una de estas áreas emocionales básicas crea un vacío peligroso en la vida de una persona. Y, lamentablemente, muchos terminarán por llenar esa necesidad fuera del matrimonio.[63]
El sexo puede no estar involucrado en algunos amoríos. La relación podría ser meramente un vínculo emocional.[64]
Mito número 2: "El adulterio tiene que ver con el carácter". En el pasado, la sociedad despreciaba a los alcohólicos como personas que tenían un carácter débil debido a su problema. Ahora lo consideramos como una adicción o aun una enfermedad. Si bien esto no justifica el comportamiento, podemos ver que no puede ser rotulado simplemente como un problema de carácter.
Hay evidencia psicológica creciente de que el comportamiento adúltero en los padres afecta dramáticamente a los hijos cuando llegan a la adultez. Así como el divorcio en una familia influye en la probabilidad de que los niños adultos consideren el divorcio, el comportamiento adúltero de los padres parece generar un comportamiento similar en sus hijos. ¿Acaso no es éste un ejemplo más de la enseñanza bíblica de que las influencias de una generación recaen sobre la siguiente?
Mito número 3: "El adulterio es terapéutico". Algunos de los libros de psicología y revistas para mujeres que circulan en nuestra cultura promueven las aventuras extramaritales como positivas. Este mito de que una aventura puede reavivar un matrimonio aburrido es una mentira devastadora. Según la fuente que esté leyendo, una aventura hará lo siguiente: lo hará un mejor amante, lo ayudará a enfrentar su crisis de la edad media, traerá alegría a su vida o volverá a traer un poco de emoción a su matrimonio.[65] Nada podría estar más lejos de la verdad. Una aventura podrá darle más sexo, pero podría darle también una enfermedad de transmisión sexual. Podría darle más emoción a su matrimonio, es emocionante, pero recodemos que el adulterio termina en divorcio el 65 % de las veces. "Para la mayor parte de las personas y la mayoría de los matrimonios, la infidelidad es peligrosa".
Mito número 4: "El adulterio es inofensivo". Las películas son tan solo uno de los lugares donde el adulterio ha sido promovido como algo positivo. El paciente inglés recibió doce nominaciones al Oscar, incluyendo mejor película del año, por su descripción de una relación adúltera entre un apuesto conde y la esposa inglesa de su colega. Los puentes de Madison relata la historia de la esposa de un granjero de Iowa que tiene una breve aventura extramarital con un fotógrafo de la revista National Geographic que supuestamente la ayudó a dinamizar su matrimonio. El príncipe de las mareas recibió siete nominaciones al Oscar y muestra a un terapeuta casado que se acuesta con su paciente, también casada.[66]
Notemos los eufemismos que ha desarrollado la sociedad a lo largo de los años para disculpar o suavizar la percepción del adulterio. Muchos no se pueden repetir, pero entre los que se pueden mencionar se encuentra: andar de juerga, dormir por ahí, tener una aventura, echar una cana al aire, escarceos amorosos. Algunos han llegado a sugerir que es simplemente una actividad recreativa, como jugar al softbol o ir al cine.
El sexo prohibido puede ser una adicción que puede y suele tener consecuencias devastadoras para una persona y una familia. El adulterio hace pedazos la confianza, la intimidad y la autoestima. Destruye familias, arruina carreras y deja una estela de dolor y destrucción a su paso. Este legado potencial de dolor emocional para los hijos de una persona debería ser suficiente para que se detenga y cuente el costo antes de que sea demasiado tarde.[67]Otra cosa es cómo salir de esto y qué hacer con quienes viven inmersos en ésta apostasía.[68]
Aun cuando los amoríos nunca se expongan, hay costos emocionales involucrados. Por ejemplo, las parejas adúlteras privan a sus cónyuges de la energía y la intimidad que deberían dedicarse al matrimonio. Engañan a sus parejas y se vuelven deshonestas acerca de sus sentimientos y acciones. Como dice Frank Pittman: "La infidelidad no está en el sexo necesariamente, sino en el secreto. No se trata de la persona con quien te acuestas sino a quien le mientes".[69]
Mito número 5: "El adulterio tiene que terminar en divorcio". Sólo alrededor del 35 % de las parejas permanecen juntas una vez descubierta la aventura adúltera; el 65 % restante se divorcia. Tal vez nada puede destruir un matrimonio más rápidamente que la infidelidad marital.[70]
La buena noticia es que no tiene que ser así. No es fácil y requiere decisiones morales y el perdón inmediato, sin embargo el adulterio no tiene que terminar en el divorcio.
2.2 REFLEXIONANDO LOS TEXTOS BÍBLICOS
¿Cuál es la secuencia de inicio y consumación respecto al adulterio? ¿Son todos los casos de adulterio iguales? ¿Cuándo comienza el acto de adulterar y el de codiciar a otra mujer u hombre? ¿Creen los que no han consumado, de momento, un adulterio, que están observando verdaderamente el precepto?[71]
Resulta de sumo interés percibir que desde toda cultura y todo tiempo, existe una especie de “protección natural” frente a la intimidad del círculo de la relación entre parejas, una protección frente al adulterio, aún en culturas polígamas y de moralidad sexual cuestionable.[72]Es evidente que, no siempre buscando los mismos intereses que en la actualidad, bien porque se enfatizaba en la propiedad y así era entendida a la mujer o bien, por otras razones, lo cierto es que, el adulterio se ha protegido y castigado incluso, de forma más severa que la que encontramos en el Antiguo Testamento, del que no debemos olvidar existe una connotación religiosa y de prostitución “sagrada” que hoy se ha perdido.[73]El adulterio prolongado, por otro lado, ha demostrado que va eliminando el discernimiento entre el bien y el mal y apagando conciencias.[74]Veamos un gráfico:

Es también, una especie de idolatría, de una forma de amar alejada del original y falseada por las propias costumbres actuales.[75]
            El concepto semántico ha evolucionado y debemos admitir que no sólo se incurría en adulterio para el caso de relaciones sexuales fuera del matrimonio, aún sin estar casados podríamos incurrir en el delito sexual. José, enterado del embarazo de María, estaba desposada con Él y éste pensó que le había sido infiel y planeó un divorcio sin estar casado, por las costumbres de la época, que aunque la boda no se hubiera producido, figuraban como si lo estuvieran. (Mt 1.18-20)
            ¿Hay un caso de adulterio en la egipcia Agar y Abraham, a pesar de que la costumbre era admitida para casos de infertilidad? ¿Hay adulterio en la poliandria? ¿En la poligamia?[76]¿No es el caso de Oseas, como mínimo curioso, en sus formas al pedir Dios mismo, el adulterio para el profeta?[77]¿Por qué un precepto de protección frente al adulterio y la codicia sexual, aparece en todas las religiones y pensamientos humanistas?[78] No olvidemos la influencia de la prostitución cultica.[79]
            La ley moral contra el adulterio o la codicia enfrenta a la humanidad. Es una medida de gracia y protección contra el egoísmo y el dolor. Es un imperativo frente a la libertad del otro. (Mc 8.38) incluye a toda una generación, definida como adúltera. Son obras de la carne, en las que el mundo pagano no percibe su peligrosidad, más bien es un mundo permisivo.[80]
            Sucede con la codicia, algo diferente al adulterio. Mientras que éste último es siempre negativo en las Escrituras, en cambio, el término que nosotros traducimos como codicia, podría contener un componente positivo.[81]Jesús mismo codicia (Lc 22.15) y no peca, es claramente la visión de vida y disfrute Bíblica, no de reclusión, pero guardando la Ley en el corazón y sabiendo de su importancia.
Abordando la ética situacional, y el caso del profeta Oseas lo es sin duda alguna, encontramos que se trata de uno de los casos en los que encontramos una dimensión diferente sobre el significado del adulterio. Cuando se pregunta: « ¿Es malo el adulterio?»: «Podríamos contestar: “Plantee un caso. Describa una situación real”». Algunos autores creen que así se elimina la crueldad del legalismo al enfocarse en las personas antes que en los preceptos.[82]Sin embargo, esto es insuficiente, ya que el fondo y el interés de la protección no se centran en uno mismo sino en el otro, y pocos pecados son tan gráficos para demostrar egoísmo, como el de adulterio. Porque, aunque las nuevas ideas sean idealistas y pretendan un mundo mejor, sin embargo, no funcionan en la práctica. O quizá deberíamos decir que funcionan, pero en la dirección del fracaso de nuestra sociedad. Las estadísticas demuestran que los niveles morales son menores o se han desplomado, que hay más crímenes, más delincuencia juvenil, más adulterio, más divorcios cada año. (Hay más población claro) Algunos reaccionan a esto diciendo que aquellas cosas en realidad ya no importan, que los valores morales tradicionales ya no cuentan. Hay un clamor general pidiendo el amor libre, la facilitación del divorcio, la permisividad en todos los aspectos. Pero, cuando las cosas se ponen tan mal que queda claro para todos que son negativos, entonces se cuestionan las estructuras de la sociedad y se buscan la protesta y la revolución como medio para construir un mundo mejor. Pero, éstos sólo sirven para aumentar la velocidad de todo el proceso de derrumbamiento.[83]
            Los casos de caída sexual no ocurren de repente e inesperadamente. En la mayoría de los casos ha habido un largo período de gestación aunque la mayor parte del mismo haya sido interna y, por tanto, poco detectable.[84] Dios consideró siempre que la creencia en otras religiones idólatras y alejadas a sus consejos para su pueblo constituía una manifestación ofensiva de adulterio espiritual.[85]
            Tampoco es preciso deducir que los hombres poseen un pleno conocimiento de la Ley, sino únicamente que, en sus espíritus, se encuentran algunas impresiones de la simiente de justicia, como puede comprobarse en todos los pueblos, pues, tanto en unos como en otros existe alguna forma de religión que castiga por sus leyes el adulterio, el robo y el crimen; estiman y recomiendan la fidelidad y lealtad en los contratos, en los negocios y en otros asuntos que relacionan a los hombres.[86] En todo eso, confiesan que es preciso servir a Dios; que el adulterio, el robo y el crimen son malos, y que la rectitud y la justicia son loables. Poco importa cómo se imaginen a Dios o cuántos dioses tengan; basta con que comprendan que Dios existe y que se le debe servir y honrar[87]
            En el Antiguo Testamento la adoración a los ídolos se considera adulterio espiritual (Jeremías 3:1–5). En este sentido, los hebreos quebrantaron varias veces el pacto que el Señor hiciera con los patriarcas. Sin embargo, el llamamiento de Jehová sigue siendo tierno y siempre conmovedor: “Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas ¡vuélvete a mí!” (Jeremías 3:1).[88]Sin embargo, no hay necesariamente una implicación sexual de relación ilícita con otra persona de sexo opuesto o igual, es decir, no necesariamente aparece el componente sexual que hoy sí le damos cuando nos referimos al precepto. Alguien puede ser fiel a su matrimonio y a sus votos pero puede caer en el adulterio espiritual frente a Dios y por lo tanto es reo de juicio en su matrimonio, al que nadie censura, excepto Jesús apelando a la conciencia.
En Santiago 4.1–3 vemos que las conductas que producen conflicto son síntomas de un problema más profundo: « ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre ustedes? ¿No es de sus pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codician, y no tienen; matan, y arden de envidia, y no pueden alcanzar; combaten y luchan, pero no tienen lo que desean, porque no piden. Piden, y no reciben, porque piden mal, para gastar en sus deleites».
La Biblia nos enseña que nuestras actitudes, deseos, y motivos detrás de nuestras conductas vienen de nuestro corazón: «del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias» (Mateo 15.19; Romanos 1.24). Jesús muestra que hay una consecuencia entre un buen árbol y buen fruto y un árbol malo y malos frutos (Lucas 6.43–45). Explica que el buen comportamiento sale de un buen corazón y el mal comportamiento sale de un corazón malo (Lucas 8.11–15; ref. Proverbios 4.23). Por lo tanto, para efectuar cambios duraderos en nuestra forma de vivir, el cambio debe ocurrir primero en el corazón (Efesios 4.22–24). El término «corazón» es descrito en la Biblia como más que sentimientos. Generalmente se refiere a toda la vida interior del hombre, incluyendo sus pensamientos y actitudes —«las intenciones del corazón» (Hebreos 4.12, 1 Corintios 4.5). Por lo tanto, cuando la Biblia habla de cambio de corazón, está hablando de un cambio de sentimientos, deseos, creencias, expectativas, pensamientos, y actitudes. Una transformación sobrenatural ocurre en tu corazón cuando Cristo es aceptado como tu Salvador. Dios promete afectar nuestras motivaciones haciendo lo siguiente: «…seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne» (Ezequiel 36.25b–26; ref. Hebreos 8.10).
El planteamiento bíblico, por lo tanto, nos indica que las motivaciones del hombre varían de acuerdo a la condición de su corazón respecto a Dios. No todos estamos en la misma condición. Hay motivaciones distintas de acuerdo a los estados del hombre. El ser humano al respecto debe ser visto desde un estado de inocencia, pecado, gracia, y gloria.
En su estado de inocencia Adán y Eva hacían todo desde un corazón puro y en perfecta armonía con Dios. Estaban motivados por Dios y deseaban agradar a Dios. Como lo dice el Catecismo Menor de Westminster «El fin principal del hombre es de glorificar a Dios y de gozar de Él para siempre». (Colosenses 3.17)[89]

Observemos el caso de Abraham, Sara y Agar (Gen 16) que según la costumbre de la época y cultura legislativa no cometerían un adulterio en su sociedad pero ¿infringirían la ley divina?[90]¿Está justificado el adulterio en alguna ocasión?[91]

2.3       COMO PREVENIR EL ADULTERIO

¿Cómo puede una pareja prevenir el adulterio?[92]Él encontró que los matrimonios que no logran satisfacer las necesidades de un cónyuge son más vulnerables a una aventura extramarital. A menudo, la falta de satisfacción mutua de las necesidades de los hombres y las mujeres se debe a una falta de conocimiento antes que una egoísta renuncia a ser atentos. Satisfacer las necesidades es críticamente importante porque, en los matrimonios que no suplen las necesidades, es llamativo y alarmante cuán consistentemente las personas casadas buscan saciar sus necesidades insatisfechas a través de una aventura extramarital. Si alguna de las cinco necesidades básicas de un cónyuge no es satisfecha, ese cónyuge se vuelve vulnerable a la tentación de una aventura.[93]
Primero, veamos las cinco necesidades de la esposa. La primera necesidad es de afecto. Para la mayoría de las mujeres, el afecto simboliza seguridad, protección, consuelo y aprobación. Cuando un esposo muestra afecto a su esposa, le está enviando los siguientes mensajes: (1) Te voy a cuidar y proteger; (2) Me interesan los problemas que enfrentas, y estoy contigo; (3) Creo que has hecho un buen trabajo, así que estoy orgulloso de ti.[94]
Los hombres necesitan entender cuán fuertemente las mujeres necesitan estas afirmaciones. Para la esposa típica, difícilmente pueda recibir suficientes. Un abrazo puede comunicar todas las afirmaciones del párrafo anterior. Pero el afecto puede demostrarse de muchas formas, como ser: besos, tarjetas, flores, cenar afuera, abrir la puerta del coche, tomarse de las manos, caminatas luego de cenar, masajes en la espalda, llamadas telefónicas. Hay mil formas de decir "te quiero". Desde el punto de vista de una mujer, el afecto es el pegamento esencial de su relación con un hombre.
La segunda necesidad es la conversación. Las esposas necesitan que sus esposos les hablen y las escuchen. Necesitan mucha conversación de doble vía. En el tiempo de sus citas antes del matrimonio, la mayoría de las parejas pasan tiempo demostrándose afecto y conversando. Esto no debería abandonarse luego del casamiento. Cuando dos personas se casan, cada integrante de la pareja tiene derecho a esperar que el mismo cuidado y atención amorosos que prevalecían durante el noviazgo continúen después del casamiento. El hombre que toma tiempo para hablar a una mujer tiene el camino abierto a su corazón.
La tercera necesidad es de sinceridad y franqueza. Una esposa necesita confiar en su esposo plenamente. Un sentido de seguridad es la trama común entretejida a través de cada una de las cinco necesidades básicas de una mujer. Si un esposo no mantiene una comunicación sincera y franca con su esposa, socava su confianza y termina por destruir su seguridad. Para sentirse segura, una esposa debe confiar en que su esposo le dará información precisa acerca de su pasado, el presente y el futuro. Si ella no puede confiar en las señales que él le envía, no tiene ningún fundamento sobre el cual construir una relación sólida. En vez de adaptarse a él, se siente desequilibrada; en vez de acercarse cada vez más a él, se aleja de él.
El compromiso financiero es una cuarta necesidad que experimenta una mujer. Ella necesita tener el dinero suficiente como para vivir cómodamente; necesita apoyo financiero. No importa cuán exitosa pueda ser la carrera de una mujer, en general ella quiere que su esposo gane el dinero suficiente como para permitirle sentirse apoyada y cuidada.
La quinta necesidad es el compromiso familiar. Una esposa necesita que su esposo sea un buen padre y tenga un compromiso con la familia. La vasta mayoría de mujeres que se casan tienen un poderoso instinto para crear un hogar y tener hijos. Sobre todo, las esposas quieren que sus esposos asuman un papel de liderazgo en su familia y se comprometan con el desarrollo moral y educativo de sus hijos. Veamos ahora consejos sobre cómo prevenir el adulterio:
Ahora veamos las cinco necesidades que tienen los esposos. La primera es la satisfacción sexual. La esposa típica no entiende la profunda necesidad que tiene su esposo del sexo más que el típico esposo entiende la profunda necesidad de afecto de su esposa. Pero estos dos ingredientes pueden trabajar muy estrechamente en un matrimonio feliz y realizado. El sexo puede ocurrir naturalmente y frecuentemente si hay suficiente afecto.
La segunda necesidad de un hombre es el compañerismo recreativo. Él necesita que ella sea su compañera de juego. No es infrecuente que las mujeres, cuando son solteras, acompañen a los hombres en lo que a ellos les interesa. Se encuentran practicando la caza, la pesca, jugando al fútbol o viendo deportes o películas que nunca hubieran escogido por su cuenta.
Luego del casamiento, las mujeres a menudo tratan de interesar a sus esposos en actividades más de su propio gusto. Si fracasan sus intentos, tal vez alienten a sus esposos a continuar sus actividades recreativas sin ellas. Pero esta opción es muy peligrosa para un matrimonio, porque los hombres dan una importancia sorprendente a tener a sus esposas como compañeras de recreación. Entre las cinco necesidades básicas masculinas, para el esposo típico, pasar tiempo de recreación con su esposa solo es superado por el sexo.
La tercera necesidad de un esposo es una esposa atractiva. Un hombre necesita una esposa que a él le guste.[95]
La cuarta necesidad de un hombre es el apoyo doméstico. Él necesita paz y quietud. Es tan profunda la necesidad que tiene un esposo de apoyo doméstico de su esposa que a menudo fantasea sobre cómo ella lo recibirá amorosamente y agradablemente a la puerta, y sobre hijos que se portan bien y que también están contentos de verlo y recibirlo en la comodidad de un hogar bien mantenido. El hecho de que la fantasía continúe, veamos un ejemplo: Su esposa lo lleva a sentarse y relajarse antes de participar de una sabrosa cena. Más tarde, la familia comparte una caminata a la noche, y él vuelve y acuesta a los niños sin inconvenientes o problemas. Luego él y su esposa se relajan, charlan y tal vez ven un poco de televisión hasta retirarse a una hora razonable para amarse. A las esposas tal vez les cause gracia este escenario, pero esta visión es bastante frecuente en las vidas de fantasía de muchos hombres. La necesidad masculina de que la esposa "se ocupe de las cosas" --especialmente él-- es generalizada, persistente y profunda.
La quinta necesidad es admiración. Él necesita que ella esté orgullosa de él. Las esposas necesitan aprender a expresar la admiración que ya sienten por sus esposos, en vez de presionarlos para obtener mayores logros. La admiración sincera es un gran motivador para los hombres. Cuando una mujer dice a un hombre que él es maravilloso, eso lo inspira a lograr más. Se considera capaz de manejar nuevas responsabilidades y perfeccionar habilidades mucho más allá de su nivel actual.
Si alguna de las cinco necesidades básicas de un cónyuge queda sin satisfacer, esa persona se vuelve vulnerable a la tentación de una aventura. Por lo tanto, la mejor forma de prevenir el adulterio es satisfacer las necesidades de su cónyuge y fortalecer su matrimonio.[96]
2.4   NUESTRA RESPONSABILIDAD ECLESIÁSTICA Y SOCIAL

Considerando que puede ser que, no estemos a la altura en lo que respecta a la misericordia y trato, con la situación vivida o no, y dada la enorme responsabilidad, sagrada, creo que debemos reflexionar sobre cómo responder a un drama humano y familiar desde la eclesiología o desde la consejería pastoral, ya que, las sensibilidades rotas y los brazos a donde llega éste pecado alcanza o puede hacerlo a nuestra percepción de la redención y la corrección y puede que apliquemos incorrectamente un principio de restauración inviolable. ¿Qué hacemos ante un caso de adulterio?[97]
¿Estamos comportándonos correctamente como Iglesia y como seres humanos ante los casos que se nos presentan de adulterio especialmente, y no vemos el dolor que causamos aplicando la disciplina eclesiástica?[98]¿Cómo saber el pensamiento codicioso de alguien? ¿No es lo mismo robar, mentir, violar la ley de Dios en cualquier otro punto?[99]
Para Dios en cambio, resultan heroínas, mujeres con un pasado sexual más que dudoso.[100]Diferenciamos y no siempre desde un punto de vista objetivo, al cónyuge infiel del que entendemos víctima y lo consideramos fiel, pero ¿quién puede decir que hay dos partes diferenciadas en la fidelidad o violación del pacto con Dios y con los votos matrimoniales? Es muy complicado que una parte quedara indemne del gran pecado del egoísmo, que es el adulterio aún en su mejor estética.[101]
En contra de la costumbre religiosa y del manual de nuestra denominación encontramos una sentencia aclaratoria de nuestra consejera.
Cuando el que ha cometido una falta se da cuenta de su error, guardémonos de destruir su estima propia.  No lo desalentemos con nuestra indiferencia o desconfianza.  No digamos: "Antes de depositar en él mi confianza, voy a esperar para ver si permanece firme".  Muchas veces es precisamente esta desconfianza la que hace tropezar al tentado.
Es del mismo modo sorprendente que sigue habiendo una distancia dicotómica muy grande entre lo que entendemos por disciplina eclesiástica carente de objetividad e influenciada por las costumbres heredadas.
Deberíamos tratar de comprender la flaqueza de los demás.  Poco sabemos de las pruebas que soporta el corazón de los que han estado encadenados en las tinieblas, y a quienes faltan resolución y fuerza moral.  Por demás de lamentar es la condición del que sufre remordimiento; está como quien, aturdido y tambaleante, se hundiese en el polvo. No puede ver nada con claridad.  Tiene el espíritu nublado, no sabe qué pasos dar.  Muchos viven sin que nadie los entienda ni los aprecie, llenos de desesperación y de angustia; como pobres ovejas perdidas y descarriadas, No pueden encontrar a Dios, y sin embargo, tienen ansias intensas de obtener perdón y paz.
Misteriosamente, como si de un reinado oscuro del mal se tratara, instigado y legislado por un dios menor, se guarda silencio ante un problema de tal calado. ¿Cómo se adultera de forma honesta? ¿Cómo se es víctima y culpable al mismo tiempo? Veamos.
¡Ah, no les digamos una sola palabra que ahonde su dolor!  Al que se siente apesadumbrado por una vida de pecado, pero que no sabe dónde encontrar alivio, presentémosle al Salvador[102]
Una de las mejores claves tanto en la prevención como en la recuperación de un drama, del que Dios tanto empeño tiene en evitarlo, es la Inteligencia emocional. Controlar nuestras emociones, manejar bien la empatía, son de más valor que el manejo de datos. La información emocional supera a la académica. La inteligencia emocional no es una capacidad innata, sino que se puede aprender y desarrollar, de ella depende en gran parte el éxito ante la sombra de algo que quizá pensemos nunca nos pasará a nosotros pero que nadie debería pensar que está exento de caer en ello.[103]

CONCLUSIÓN
Cuando las parejas se casan, se comprometen a guardarse mutua fidelidad. Por desgracia, son muchos los que, tarde o temprano, infringen esta norma. Una relación extramatrimonial puede convertirse en una de las crisis más devastadoras que pueda experimentar una persona, puesto que con ella pueden quedar destruidos sus sueños, esperanzas, y confianza. Se produce un sentimiento intenso de herida, rechazo e ira.
Cuando alguien viene a comunicarnos su ofensa y herida, nuestro ministerio es doble. Por un lado, aconsejarle a manejar y equilibrar sus propios sentimientos y, por otro, ayudarle a dar pasos constructivos evitando que tome decisiones que empeoren las cosas. No siempre estamos a la altura de las circunstancias, porque la empatía, es difícil de conseguir, especialmente por los eufemismos y las costumbres heredadas de un mandamiento especialmente tratado.
Estamos llamados a mostrar misericordia y sensibilidad. No todos los adulterios y caídas son iguales. Se es víctima y culpable al mismo tiempo, y es una de las oportunidades para desarrollar una teología de la cruz más que una de la gloria. Casi nunca se piensa del todo en el otro, y no es difícil que se piensen en circunstancias externas que no están a la altura de una redención tan compleja, por ejemplo, circunstancias que se derivan de complejos morales propios del consejero, teologías mal elaboradas, doctrinas poco éticas y muy morales. El dogma prevalece sobre el alma.
            El mandamiento no diferencia respecto a la idoneidad de acceso a la santidad, si bien, respecto a las causas y consecuencias es importante que mostremos sabiduría para la redención y corrección de lo que haya sido afectado. Hay muchas formas de adulterio y de fallar al vínculo matrimonial. ¿Es la pornografía un ejemplo de ello? Sin duda.
¿Es posible volver a construir el matrimonio después de una situación como ésta? La respuesta es: Sí. Se trata de una crisis y aunque sea penosa y hayas deseado que nunca hubiera ocurrido, hay que aceptar esta oportunidad para sacar de ella algo constructivo.
Una minoría se aprovechará del suceso y como oportunidad y excusa para poner fin al matrimonio. Con frecuencia no es posible hacer nada para convencerles de lo contrario. Incluso en este caso, procura alentarles a considerar la otra alternativa y procura que utilicen la crisis como medio para reconstruir su propia vida, su matrimonio y su familia. Algunos pueden perdonar con bastante facilidad, en tanto que he visto a otros que han tomado la decisión de no perdonar nunca a su cónyuge.
Hemos repasado una dimensión del delito, en el que cada uno de nosotros de alguna manera, alguna vez, adulteramos nuestros compromisos con Dios y con la familia, y Jesús mismo permeó nuestra conciencia aludiendo al hecho de si acaso alguien de nosotros se atrevería a lanzar la primera piedra.
En cualquier caso, el infierno emocional al que se somete en nombre del amor, al sexo, a la filiación y a sueños rotos, bien en un futuro inmediato o bien lejano, son incalculables. No ser coherente con uno mismo, no seguir la voluntad de Dios, aún se persiga, no poder cuando se quiere y no querer cuando se tuvo oportunidad, es algo de difícil digestión. El secretismo, la confusión, los celos irracionales, el engaño diseñado por un dios menor que se gusta en la maldad, que disfruta con dañar la imagen de Dios en el hombre, son acompañantes de un cáncer psicológico y social al que la disciplina de la Iglesia no sabe hacerle frente con argumentos que coincidan con Jesús en aquellas tierras lejanas.
Agradecemos sin palabras el inmenso privilegio de formar parte de una enseñanza tan marginada, tan desasistida y tan deformada, que, sin embargo, nos ayuda a vivir en sociedad, nos ayuda a respirar y saborear la victoria sobre un riesgo que dinamita, asesina al otro, daña la autoestima, impide a los demás su crecimiento y finalmente suicida el alma. Queramos nosotros y no Dios, que ya se ha manifestado, escuchar y ser responsables con un desafío, esto es, amar su ley y en ella caminar de día y de noche. “Bendito aquel, cuyo pecado haya sido perdonado”







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[1] WHITE E.G Testimonies on sexual Behavior, Adultery and Divorce API 1994 Miami, Florida, pág 111
[2] Lv 20.10
[3] Mt 5.28
[4] Hay textos que obedecen a la raíz….
[5] Chávez, M. (1992). Diccionario de hebreo bíblico (1. ed.). El Paso, Tex: Editorial Mundo Hispano.
[6] Ibíd., Pág. 169
[7] Podríamos estudiar la exégesis de algunos textos nuestro punto. Ahora tratamos tan sólo de acercarnos al significado léxico. Lo que sí concluyo, es que fornicación y adulterio son términos diferentes. Es decir, la fornicación es una forma de adulterio, de adulterar, pero pertenece a otra raíz léxica, como se puede comprobar.
[8] Hernandez, E. A., & Lockman Foundation. (2003). Biblia de estudio: LBLA. (Ex 20.14). La Habra, CA: Editorial Funacion, Casa Editoral para La Fundacion Biblica Lockman.
[9] La asociación con lo espiritual es un aspecto muy importante que hoy se desvincula, reducimos el adulterio a un tema exclusivamente sexual y de pareja, pero esto sería ver una parte solamente del mandamiento y por lo tanto, nuestra visión es incompleta. Especialmente lo vemos en la raíz “ZANA” donde sencillamente el olvido, el menosprecio de Dios, puede ser una forma de fornicación y de adulterio. Esto abre nuestra visión respecto a la violación del precepto, que Jesús mismo lleva a una dimensión que va más allá del mero acto sexual. זָנָה zaná; raíz Prim. Cometer adulterio fig. Cometer idolatría (siendo que al pueblo judío se le consideraba esposa de Jehová): adulterar, apartar, cesar, cometer fornicación, dejar, fornicación, fornicar, fornicario, infiel, ir, prostituir, ramera.  זָנוֹחַ Zanóakj; rechazado; Zanoaj, nombre de dos lugares en Pal.: Zanoa. זָנוּן zanún; de adulterio; fig. Idolatría: fornicación, fornicario, prostitución. זְנוּת zenút; adulterio, infidelidad, idolatría: rebeldía, fornicación, fornicar. זֹנוֹת zonót; considerado por algunos como si fuera de o una raíz que no se usa, y aplicado a equipos militares; pero evidentemente de prostitutas: rameras. זָנַח zanákj; empujar a un lado rechazar, olvidar, fallar: alejar, desechar, excluir, menospreciar.
[10] Especialmente en el NT es más sinonímico que el AT, como lo es el griego y el latín del arameo o hebreo. Sin embargo, son raíces diferentes que con el tiempo se han ido vinculando.
[11] de Andrade, C. C. (2002). Diccionario Teológico: Con un Suplemento Biográfico de los Grandes Teólogos y Pensadores (30). Miami, FL: Patmos.
[12] Sobre todo por el valor otorgado a la fertilidad, su diosa, la descendencia y la necesidad de tener “varón” para la mujer, aspecto cultural e histórico que hoy no existe.
[13] Documentos del faraón Ramsés II nos muestran sus relaciones con su propia madre y sus incontables mujeres, pero prohíben el adulterio. Grecia y Roma no son excepciones. Vide ANET Cartas de Amarna.
[14] (lev 18.15) (Dt 27.23) (lev 18.23)
[15] Debe estudiarse el por qué de las diferencias, especialmente en la lengua semítica, económica en sus vocablos y de ahí su importancia. Para ellos no son sinónimos.
[15] Strong, J. (2002). Nueva concordancia Strong exhaustiva: Diccionario. Nashville, TN: Caribe.




[17] Kittel, G., Friedrich, G., & Bromiley, G. W. (2002). Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento. Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
[18] Resulta llamativo que las leyes romanas permitieran la prostitución, entre hombres y mujeres, el sexo con esclavas, matrimonios entre adultos e infantes e incluso incestos, y en cambio, se legislara en contra del adulterio. Vide IUS PUBLICO del derecho Romano.
[19] compañero, amigo, camarada (Mt 20:13; 22:12; 26:50+; Mt 11:16 v.l. TR)
[20] Del mismo modo, aunque sea objeto de un estudio diferente y que merece su consideración, no olvidemos el trato de divorcio que se utilizaba en la época legislada desde Moisés y donde se repudiaba por cualquier motivo a la mujer y se perdía con facilidad el sentimiento sagrado de pertenencia y al que Jesús alude en su exigencia y postulado sobre el divorcio.
[21] Aparece 14 veces como adulterio y 34 para fornicación.
[22] Se usa: (a) en el sentido natural (2 P 2.14; Ro 7.3); (b) en el sentido espiritual (Stg 4.4; aquí la RVR, RVR77 y VM eliminan correctamente la palabra «adúlteros». Fue añadida por un copista). Así como en Israel el quebrantamiento de su relación con Dios por su idolatría se describía como adulterio o prostitución (p.ej., Ez 16.15, etc.; 23.43), así los creyentes que cultivan la amistad con el mundo, quebrantando de esta manera su unión espiritual con Cristo, son adúlteros espirituales, habiendo sido espiritualmente unidos a Él como esposa a su marido (Ro 7.4). Se utiliza en modo adjetivo para describir al pueblo judío al apartar sus afectos de Dios (Mt 12.39; 16.4; Mc 8.38). En 2 P 2.14, la traducción literal es «llenos de una adúltera». Se halla también en Mt 15.19; Mc 7.21; Jn 8.3, Gal 5.19.
[23]   Vide un excelente autor, BRUEGGEMANN Walter, Teología del AT, un juicio a Yahvé, pág 609
[24] Codiciar es desear lo que no nos pertenece. En el Antiguo Testamento, la codicia es una ofensa a Dios. El decálogo prohíbe el robo, el deseo de los bienes ajenos y el codiciar a la mujer ajena. Es pecado no saber renunciar, por obediencia a Dios, a lo que en sí mismo podría ser un deseo natural.
[25] Es paradójico pero enormemente interesante que la imagen del judaísmo ortodoxo o conservador nos parezca, al dia de hoy, en cierto modo, tan legalista, pero que la lectura midrásica promueva la imaginación e invite a la profunda reflexión de todos los aspectos de la vida.
[26] Con una menor complejidad teórica, David Tracy ha entendido bien que un clásico es un texto al que la comunidad regresa una y otra vez para buscar «algo más» y «algo distinto» David Tracy is an American Roman Catholic theologian. Tracy has spent the majority of his career teaching at the Divinity School of the University of Chicago
[27] En cambio, las predicaciones escatológicas desobedecen a la hermeneútica de una respuesta real y presente al drama del adulterio y no a las utopías de no haberse cometido o no cometerse nunca, donde la condenación y la justicia acaparan el púlpito y dejan indefenso al caído arrepentido. Obviamente en general, la historia de las religiones se ha caracterizado más, por inclinarse hacia un lado conservador, pero sin embargo, Jesús sitúa al hombre al estado universal. Caído y adúltero, que necesita redención.
[28] Recomendable como aplicación de la consejería pastoral. Wright, H.N., 1990. Cómo aconsejar en situaciones de crisis, Terrassa: Editorial CLIE.
[29] También se usa adecuadamente en 1 Co. 5:11 donde la palabra aparece sin ninguna modificación (cf. 6:18). El plural fornicaciones (dia tas porneias) se toma mejor en el sentido de «tentaciones a la inmoralidad» o «para evitar las …». (1 Co. 7:2). Mientras otros pecados deben ser vencidos por la crucifixión espiritual de la carne (Gá. 5:24), el pecado de la inmoralidad (porneia) es uno del cual el cristiano debe huir para mantenerse puro (1 Co. 6:18)
[30] Éste sería el origen del adulterio, no en la alteridad, no en los demás, sino en uno mismo.
[31] Lo primero es común en Persia. Lo segundo está muy difundido en los cultos de deidades madres, así como en Siria y Egipto. Grecia lo rechaza, pero encuentra acceso a Corinto y Atenas, probablemente por medio del comercio con el Cercano Oriente
[32] La ética sexual del estoicismo
[33] Kittel, G., Friedrich, G., & Bromiley, G. W. (2002). Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento. Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
[34]   Vine, W. (1999). Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo (electronic ed.). Nashville: Editorial Caribe.
[35] Mandatos 4.1.1, HERMAS. Junto a La epístola de Bernabé y la carta a Diogneto, pilares de la literatura.
[36] Pág 410. X. LÉON-DUFOUR. Los evangelios y la historia de Jesús. Ed. Cristiandad. Madrid 1982
[37] Una pregunta al respecto, ¿Cabría hoy pensar en una herencia o legado perfeccionista que impide otorgar y recibir el perdón libremente? ¿Han podido penetrar estas ideas en nuestra eclesiología?
[38]. PIÑERO A. Los cristianismos derrotados Pág 126. EDAF, Madrid 2007
[39] Pág 317. Los capítulos de Rabí Eliezer. Valencia 1984. Dr. MIGUEL PÉREZ FERNÁNDEZ, Profesor de la Facultad de Teología de Cartuja, Granada. Biblioteca midrásica.
[40] En referencia a José. Pág 70-72. X.León-Dufour. Estudios de Evangelio. Ed. Cristiandad. Madrid 1982.
[41] MAIER P. Eusebio, Historia de la Iglesia. Primer compilador eclesiástico.
[42] PAGOLA A. Jesús, aproximación histórica. PPC Madrid 2007. Pág 33, 153,154.
[43] ETIENE CARPENTIER. Para leer el Nuevo Testamento. Ed. Verbo divino. Estella 1994. Pág 154
[44] Sus Actas son espurias, pero él es el primer Papa que se halla en el «Depositio Martirium» del siglo IV, y esto es buena evidencia de que realmente fue mártir, aunque vivió en un tiempo de paz bajo Alejandro Severo, cuya madre fue cristiana.
[45].R.BULTMANN. Teología del NT Ed. Sígueme. Salamanca 1981. Pág 52,664
[46] El adulterio es condenado por Dios. La ley de Dios la prohíbe Ex 20:14 pp Dt 5:18 Ver también lev 18:20; Mt 19:18  Mr. 10:19 pp Lc 18:20; Stg 2:11Está en la lista de las malas prácticas Sal 50:18; Jer 7:9–10; Os 4:1–2; Lc 18:11; 1 Ti 1:9–10La atracción del adulterio. Comienza con la lujuria Pr 6:25; Mt 5:27–28 Ver también 2 Sm 11:2–3; Job 31:1,9; Jer 5:8; Mt 15:19Es seductor Pr 7:14–21 Ver también Pr 5:3,20Es secreto Job 24:15; Pr 7:8–10; 30:20Es una trampa para los incautos Pr 7:7; 22:14; Ec 7:26Es resistida por los sabios Pr 2:16 Ver también Gen 39:7–12; Pr 7:4–5El adulterio rompe con el pacto matrimonial. Pr 2:17 Ver también Os 2:2; Mal 2:14Las consecuencias del adulterio Destruye los individuos y la sociedad Pr 6:32–34 Ver también Pr 5:4–5,9–11; 6:26–29; 7:22–27; Job 31:11–12Era castigado con la pena de muerte bajo la ley en el AT lev 20:10 Ver también Dt 22:22,23–24; Jn 8:4–5Los adúlteros enfrentan el juicio de Dios He 13:4 Ver también 2 Sm 12:11–12; Mal 3:5; 1 Co 6:9; Ap. 2:22El volver a casarse después del divorcio puede ser adulterio. Mt 19:9 Mr. 10:11 Ver también Mt 5:32; Lc 16:18; Ro 7:3La hipocresía en la relación del adulterio. Ro 2:22 Ver también 2 Sm 12:5–6; Os 4:14; Jn 8:7–9Ejemplos de adulterio2 Sm 11:1–4 Ver también Jer 5:7 el pueblo de Jerusalén; Jer 29:23 los exiliados en Babilonia; Os 3:1–3 la esposa de Oseas, Gomer; Jn 8:3 la mujer sorprendida en adulterio; 2 P 2:14 los falsos maestros en la iglesia. Los hijos nacidos en adulterio. Is 57:3 “hijos de los adúlteros” era un insulto. Ver también 2 Sm 12:15–18 El hijo de David y Betsabé muere cuando tenía siete días de nacido; Os 2:4–5; 5:7.En las Escrituras hay una estrecha relación entre el pecado sexual y la corrupción y la inmoralidad espiritual promovida por los falsos maestros. Las Escrituras frecuentemente usan el lenguaje del pecado sexual para exponer la infidelidad del pueblo de Dios. La relación entre el pecado sexual y el adulterio espiritual En la práctica Núm. 25:1–3 Ver también Ex 34:15; Os 4:14En la falsa enseñanza Ap. 2:20–25 Ver también Núm. 31:15–16; 2 Ti 3:6; 2 P 2:13–15; Jud 4,8; Ap. 2:14–16.El adulterio espiritual y la relación del pacto de Dios con su pueblo. Dios como el marido de su pueblo Ez 16:8 La relación espiritual entre Dios y su pueblo se define en términos de la unión íntima y exclusiva del matrimonio. Ver también Is 54:5; Jer 3:14; 31:32; Ef. 5:31–32.Dios es celoso por el afecto de su pueblo Ex 34:14 Así como el marido y la mujer son celosos de su relación de amor, así mismo Dios es celoso por el afecto de su pueblo. Ver también Ex 20:4–5; Dt 4:23–24; 6:13–15.La historia del adulterio espiritual del pueblo de Dios. Ante los reyes de Israel Dt 31:16 Ver también lev 17:7–9; 20:4–6; Jue 2:16–17; 8:27,33–34.En el reino del norte de Israel Os 1:2 Ver también 1 Cr 5:25; Ez 23:1–8; Os 2:2–3; 4:10–12; 5:3–4.En el reino del sur de Judá Jer 3:1–3 Ver también 2 Cr 21:10–11; Is 57:3–8; Jer 2:20; 5:7–8; 23:13–14; Ez 16:15–22; 23:11–21.En la generación de Jesucristo Mt 12:38–39 Ver también Mt 16:4.El juicio de Dios sobre el adulterio espiritual. Jer 19:3–5 Ver también Jer 3:6–10; 16:10–13; Ez 23:36–49.Los creyentes no deben mezclarse en el adulterio espiritual.1 Jn 2:15–17 Ver también 1 Co 10:6–11; Col 3:5; He 3:12–14; 10:26–31; Stg 4:4–5; 1 Jn 5:21
[47]   Foronda, E. P. (2007). Diccionario manual de sinónimos y antónimos: Barcelona: VOX.  Diccionario Práctico Español Moderno Larousse. Pág.244  Diccionario Manual de la Lengua Española de Cervantes, Tomo I .Pág. 343
[48]   http://lema.rae.es/drae/?val=adulterar. Diccionario de la Real Academia de la Lengua
[49]   Ibíd. Es interesante que la connotación sexual, aunque podría incluirse, no aparece en la definición de verbo y si lo hace como sustantivo. El Adulterio contiene el elemento sexual mientras que la acción de adulterar puede, puede ocurrir sin ese elemento sexual y esto resulta importante para nuestro estudio. El fraude y la falsificación es una definición más antigua del término. Por ejemplo: Diccionario general de la lengua española Vox. 1997 (N. L. Cayuela, Ed.). Barcelona: VOX.
[50] HARNAK V.A Estudios del At. Estudioso crítico y maestro de Barth. Especialista en A.T
[51]   Diccionario Manual de la Lengua Española de Cervantes, Tomo I .Pág. 343  Hermann Gunkel (1862-1932) era un alemán del Antiguo Testamento erudito. Él es más conocido por fundar forma crítica.  Aegyptische Parallelen, 531, citado en L. A. Schökel / J. Vílchez, Proverbios..., 40.
[52] Las palabras de Jesús en Mt 5, señalan un sistema de opresión para la mujer, sujeta al hombre, sumisa y en cierto modo humillada, bien es cierto, que Jesús en su encuentro con una mujer sorprendida en adulterio (Jn 8), romperá todas las barreras existentes en la época y trascenderá su mensaje en el tiempo.
[53] Lo cual no quiere decir que deban estar excluidas de ser visionadas o analizadas, esto es una deducción que haría el lector.
[54] Para Dios no hay diferencia sobre el delito, en cambio, escrupulosos con la ley, los judíos diferenciaban si el adulterio se producía entre judíos o no. Las penas variaban en función de éste dato. Hoy, la confesión sustituye a la ceremonia de las aguas amargas (Nun 11) y la pena capital está prohibida en casi todos los países del mundo.
[55] Jer 3.6
[56] Caso de una violencia extrema, el levita y la concubina, donde se requiere una interpretación que aúne la misericordia y la justicia en una perícopa tan distante.
[57] No todos los adulterios son iguales. Las causas, los condicionamientos psicobiológicos pueden influir. Pueden ser casos de adicciones a las relaciones sociales y obedecer a patrones de muy diversas características, sin embargo, nuestro Canon a la hora de evaluar y medir es más bien reducido, en concreto a dos partes, el infiel y el fiel, e incluso regulamos en función de ello. Sin embargo, la realidad no puede ser más contradictoria, en donde, casi siempre la responsabilidad es compartida. Ahora bien, surge además otro problema si aplicamos la disciplina eclesiástica sin el conocimiento adecuado. ¿Qué pasa con las soluciones que damos a los implicados? ¿A qué parámetros obedecen? Surge entonces, una distancia enorme entre lo que creo que ocurre y lo que ocurre de verdad. Entre la apariencia y la verdad. Una historia conmovedora de un ejemplo de la dificultad del tema residía en el Señor X que acusado de adulterio y con las consecuentes disciplinas, perdió sus derechos y fue etiquetado, y al cual no opuso resistencia ni justificación, pero que sin embargo los que lo conocemos sabemos muy bien, que fue literalmente “acosado” y que sus circunstancias personales no ayudaban mucho, sino que lo situaban en riesgo, pues bien, tras soportar la vergüenza y el oprobio, la pérdida de todo, la censura oficial y la no oficial, seguía diciendo, si de acuerdo, de acuerdo, pero por favor, ayúdenme a escapar de Él, la misma oración desde que comenzó su encrucijada. Aún sin ser del todo culpable pero admitiendo mi culpa y aún sin ser comprendido por todos pero aceptando la incomprensión, su grito era, “quiero y quise dejar éste grave error y no puedo” Aunque nos parezca fácil ubicar éste pecado, en él se esconde un egoísmo de tal calibre que en ocasiones no es tan fácil superarlo, ni en sus causas ni en sus consecuencias.
[58] The author examines a difficult case that confronted her with a variety of ethical issues: individual therapy within the context of couples' therapy, problems encountered by rural therapists, and the question of when to refer. She presented this case to graduate counseling students to analyze and critique. The students recognized, as a result of this activity, that real-life ethical dilemmas are more complex than textbook examples, that there is a difference between aspirational principles and absolute standards, and that the ethical decision-making process is key. When an instructor presents her own imperfect work, she encourages students to be open about their real concerns.
[59] El Journal of Pastoral Care, en 1993, publicó una encuesta entre pastores bautistas del Sur en la que el 14 % reconoció haber participado en "conducta sexual impropia de un ministro". También informó que el 70 por ciento había aconsejado al menos a una mujer que había tenido relaciones con otro ministro. En 1988, una encuesta entre casi 1000 clérigos protestantes de la revista Leadership encontró que el 12 por ciento reconoció haber tenido relaciones sexuales fuera del matrimonio, y que el 23 por ciento había hecho algo sexualmente impropio con alguien que no era su cónyuge. Los investigadores entrevistaron también a casi 1000 suscriptores de Christianity Today que no eran pastores. Encontraron que los números eran casi el doble: el 45 por ciento dijo haber hecho algo sexualmente inadecuado, y el 23 por ciento había tenido relaciones extramaritales.
[60] WHITE E.G Hijos e hijas de Dios, Pág 317
[61] Lo cual demuestra la paradoja y dificultad del problema. Somos conscientes del dolor, del daño y de la gravedad pero nos resulta difícil evitarlo, incluso de una tragedia humana hemos construido una comedia. ¿A quién puede interesar destruir la estima del individuo y la institución del matrimonio?
[62] El Dr. Willard Harley, en su libro His Needs, Her Needs: Building an Affair-Proof Marriage (Las necesidades de él, las necesidades de ella: Cómo construir un matrimonio a prueba de amoríos) indica cinco necesidades básicas del hombre y cinco necesidades básicas de la mujer. Él cree que las necesidades insatisfechas de cualquiera de los integrantes de la pareja son una causa importante de las aventuras extramaritales.
[63] Frank Pittman, autor del libro Private Lies: Infidelity and the Betrayal of Intimacy (Mentiras privadas: La infidelidad y la traición de la intimidad), encontró en su propio estudio personal que muchos de sus pacientes que tenían aventuras tenían una buena vida sexual, pero provenían de matrimonios con poca o ninguna intimidad. Concluyó que: "Las aventuras tenían, por lo tanto, una probabilidad tres veces mayor de ser la búsqueda de un compinche que de un mejor orgasmo". 

[64] La consejera Bonnie Weil advierte que estas denominadas "aventuras del corazón" pueden ser aún más traicioneras que el tipo puramente físico. Las mujeres, en especial, tienden a dejar a sus esposos cuando sienten un fuerte vínculo emocional con otro hombre". 

[65] Lo cual no es óbice para que en la inmensa misericordia de Dios y en el diseño de sus criaturas podamos recomponer una relación a pesar de un adulterio, lo cual no es debido al adulterio sino a las capacidades que Dios ha otorgado y a su esencia como redentor.
[66] No seré yo quien critique al séptimo arte ni impida los positivos valores que también encontramos en éste tipo de películas, solo queremos hacer constar la presencia del adulterio en la literatura, en el cine y en la historia, y más que para la censura a sus guiones o directores, la comprensión del problema y su dimensión emocional y social.
[67] (Prov. 6) sigue siendo un capítulo clave de amonestación y prevención del adulterio y su diferencia con la codicia sexual.
[68] Las religiones distan mucho de solucionar emocionalmente el problema, en sus postulados, encontramos más fácilmente la condena que la restauración.
[69] Me parece importante conectar éste pensamiento con Jesús (Jn 8) ya que no sólo el adulterio se produce cuando hay sexo, en éste caso se consuma en sexo, pero se trata de un engaño sistemático en donde se producirá o no la consumación sexual. La codicia es el inicio del adulterio. Ambos prohibidos por Dios.
[70] Las estadísticas se deben actualizar al día de hoy.
[71] Job comprendía que no bastaba sólo evitar el adulterio. Para alcanzar la norma divina, tanto las acciones como los pensamientos deben ser puros. Job hizo un pacto consigo mismo: no permitiría que su mente accediera a la seducción de la concupiscencia. Según el lenguaje figurado del texto, esta alianza entre la conciencia y los ojos imponía a éstos la obligación de no contemplar lo que sugiriera pensamientos impuros. (Mt 5.17,18)
[72] Se han encontrado aportaciones egipcias, romanas sobre el susodicho en donde a pesar de la inmoralidad de las prácticas, se condenaba un adulterio muy particular.
[73] Los cananeos creían en Baal, dios de la fertilidad y responsable del ganado y de los campos. Celebraban ritos sexuales en santuarios locales porque pensaban que animaban al dios a tener relaciones con su consorte y producir buenas cosechas, de ahí que las relaciones inmorales con las hijas de Moab por parte del pueblo de Dios, tienen un contexto diferente del Nuevo Testamento y por supuesto de la actualidad, y presentan un cargado concepto idolátrico. Los cambios de estación se celebraban con orgías desenfrenadas, es preciso hacer un esfuerzo por entender la cultura y el momento de aquel pueblo. (Núm. 25.1-3) Vide. Manners and Customs in the Bible
[74] La Biblia, atacada por su antigüedad es un verdadero manual de supervivencia psicológica hoy para quienes afrontan unos cambios emocionales de muy diversos tipos en su encrucijada por abandonar unos vínculos que se van con el tiempo deteriorando, ya que el adulterio utiliza componentes positivos de cualquier relación positiva para destruirlos o manipularlos con el tiempo y finalmente enloquecer al paciente o a las personas afectadas. La prolongación de éste tipo de vínculos basados en el engaño, pueden producir psicobiológicamente, cambios en el organismo y sistema nervioso central. Vide CALVO D. Hábitos que enganchan. Scribd.com, pág dedicadas a la adicción a las relaciones sociales.
[75] El caso de Oseas merece mención de estudio ya que incluso aislada Gomer, la mujer infiel, es puesta en el mismo hogar al que traicionó, con lo que abre una esperanza a la redención de quien ha complicado su vida. No deberíamos desalentar. Estas relaciones utilizan sentimientos e intenciones positivas pero disfrazadas que generarán en el tiempo unas distorsiones cognitivas muy importantes.
[76] Poliandria: Estado de la mujer casada simultáneamente con dos o más hombres. DRAE, 2001
[77] Es necesario aclarar que analizamos unos preceptos del decálogo y no su forma de cumplimiento, su evolución en la comprensión a lo largo de las épocas y de las diferentes culturas y el uso o abuso por parte de la humanidad. La Torá es un camino a recorrer no un reglamento cerrado. Hay sociedades primitivas que permiten el sexo grupal dentro de la tribu pero consideran adulterio fuera de ella. Al aplicar el mandamiento no olvidemos el hecho cultural y social.
[78] Incluso el Mormonismo se ha dividido en torno a la poligamia. Esa senda abarca el recto saber (las «Cuatro verdades nobles»), las intenciones rectas, el hablar recto, la conducta recta (no matar, no beber alcohol, no robar, no mentir, no cometer adulterio), la ocupación recta (ninguna que cause sufrimiento), el esfuerzo recto, el recto cuidado atento (negar el yo finito), y la recta meditación (Raja Yoga). La meta de todos los budistas no es el cielo o estar con Dios porque en la enseñanza de Gautama Él no existe. Ellos buscan el nirvana, que es la eliminación de todo sufrimiento, deseo y de la ilusión existente en el yo. Geisler, N. & Brooks, R., 1997. Apologética: Herramientas valiosas para la defensa de la fe, Miami, FL: Editorial Unilit. Pág 162
[79] Isthar Astarté muy estrechamente relacionada con la fertilidad y la obsesión por la descendencia, influye o por lo menos se encuentra en muchos ambientes del hagiógrafo bíblico. El adulterio como forma de idolatría no es tal lejano al texto Sagrado. Vide (Is 57.3) ECHEGARAY J.G. El creciente fértil y la Biblia EVB Estella, 2011
[80] (Gal 5.19) LUTERO Comentario a los Gálatas. CLIE Terrasa, vol I.
[81] Por ejemplo (Sal 68.16)(Cant 2.3, 5.16)(Is 32.12)Jer 3.19)(Lam 1.7)(Ez 23.6,24.21)(Dan 9.23)(Joel 4.5)(Hag 2.7)(Mt 13.17)(Lc 15.16,17.22) en donde codiciar en el original no es negativo, sino todo lo contrario. Esto abre un campo de acción que dinamita la peligrosa idea de la protección a toda costa del acto de adulterar, mediante barreras literalmente opuestas a la idea de vida que ofrece la Biblia. Codicia y amor y deseo son equivalentes en el hebreo, e incluso el griego, cuando esa codicia que es buena, necesaria y diseñada por Dios, traspase las fronteras de la libertad, es cuando se condena y protege. Pero nunca en base a la prohibición de toda ocasión de deseo, o reclusión de la vida, o el monacato, porque esto destruye el concepto de deseo.
[82] Idem  (p. 335).
[83] Rookmaaker, H. R. (2002). Arte moderno y la muerte de una cultura (pp. 269–270). Barcelona: Editorial CLIE; Publicaciones Andamio.
[84] Wright, H. N. (1990). Cómo aconsejar en situaciones de crisis (p. 299). Terrassa: Editorial CLIE.
[85] Ramsay, R. B. (2008). Certeza de la fe: La defensa del evangelio en un mundo inseguro (p. 200). VILADECAVALLS (Barcelona) ESPAÑA: Editorial CLIE.
[86] Observemos el caso de David y Betsabé, más interés pudo suponerle la codicia, de no perder su sabiduría ante el pueblo, que su adulterio con ella, no es consciente de su error hasta que Natán, por medio de la profecía le hace entender. ¿De dónde proviene su arrepentimiento? La conciencia no siempre se despierta porque socialmente nos encontramos ante una mala acción, porque la Biblia lo condena, el consejero espiritual me orienta, éstas cumplen solo funciones de protección de forma universal, pero la verdadera comprensión de lo que está ocurriendo realmente, sólo la proporciona el Espíritu Santo. Vide (2 Sam 11 y 12) Kittim, Silva: David el ungido - sermones de grandes personajes bíblicos. Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz, 2002, pág 235.
[87] Calvino, J. (2005). Comentario a la Epístola a los Romanos (p. 65). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
[88] De Andrade, C. C. (2002). En Diccionario Teológico: Con un Suplemento Biográfico de los Grandes Teólogos y Pensadores. Miami, FL: Patmos.
[89] Cortés, F. & Crane, R., 2003. Psicología: conceptos psicológicos prácticos para el obrero cristiano, Miami, Florida: Editorial Unilit. Pág 171
[90] La comprensión del mandamiento es progresivamente histórica y evoluciona con el ser humano. Por eso, la Ley es un camino hacia la felicidad, de enseñanza y de disciplina. La visión que propone BADENAS R. Más allá de la Ley SAFELIZ Madrid 2000, es más que aconsejable
[91] MARK D. WHITE is a philosopher and department chair at College of Staten Island/CUNY. En su artículo “Is Adultery ever justified” señala que, algunos sostienen, que la monogamia es antinatural y por lo tanto engaño no debe sorprender. No es ninguna contradicción en decir que el adulterio es malo en general, pero puede haber circunstancias extraordinarias que la justifican. Hay una gran cantidad de espacio entre "nada es permitido" y "todo vale", y en su sano juicio debe dibujar las líneas. Es estupendo tener firme principios morales, pero sólo si nos damos cuenta de que muchas veces el costo de mantenerse fiel a ellos es demasiado alto, especialmente cuando el costo es un principio más importante. Ética puede ayudar a determinar cuáles son los principios en juego, pero cada persona debe usar su juicio para determinar cuáles son las más importantes. Y cuando se trata de usar sentencia, definitivamente no hay engaño. Vide el portal del artículo: http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=rlh&AN=76568052&lang=es&site=ehost-live
[92] El Dr. Willard Harley, en su libro His Needs, Her Needs: Building an Affair-Proof Marriage (Las necesidades de él, las necesidades de ella: Cómo construir un matrimonio a prueba de amoríos) brinda algunas respuestas.
[93] Sin embargo, la condena es para ambos. Por eso, la disciplina eclesiástica no puede diferenciar fidelidad e infidelidad en uno u otro cónyuge más que en casos muy específicos. La caída obedece a muchos factores que están en riesgo y que deben ser atendidos. Vide una aproximación al concepto antropológico del hombre y del pecado. Reformular su significado. Thompson, Les: La persona que soy. Miami, Florida, EE. UU. de A. : Editorial Unilit, 2003
[94] Observemos que el adulterio y la codicia utilizan sentimientos y emociones muy parecidas a las propuestas en el diseño del ser humano pero que se basan en la falsedad y que de seguirse produciendo, se distorsionarán en el tiempo y los daños pueden ser incalculables. No sólo a terceros implicados, a niños indefensos, sino a los propios individuos que sufrirían celos irracionales, mareos, confusiones en sospechas ridiculizadas, egoísmo de uno hacia el otro, violencia, asco, pasión y un largo etc..
[95] Dr. Harley dice que, en las relaciones sexuales, la mayoría de los hombres encuentran que es casi imposible apreciar a una mujer por sus cualidades interiores solamente; debe haber más. La necesidad de un hombre del atractivo físico de su compañera es profunda. La Biblia no guarda silencio al ubicar un ideal práctico que es moderno y que está vivo. Thompson, L., 2003. La familia desde una perspectiva bíblica, Miami, FL: Editorial Unilit.

[96] Kerby Anderson es el director nacional de Probe Ministries International. Recibió su B.S. de Oregon State University, M.F.S. de Yale University, y M.A. de Georgetown University. Es autor de varios libros, incluyendo Genetic Engineering (Ingeniería genética), Origin Science (La ciencia de los orígenes), Living Ethically in the 90s (Cómo vivir éticamente en la década del 90), Signs of Warning (Señales de advertencia), Signs of Hope (Señales de esperanza), y Moral Dilemmas (Dilemas morales). Director general y colaborador de los libros Marriage, Family and Sexuality y Technology, Spirituality, & Social Trends, de Kregel Publications.Es un columnista nacionalmente sindicado cuyas editoriales han aparecido en los periódicosDallas Morning News, Miami Herald, San Jose Mercury, y Houston Post. Es el anfitrión de "Probe," y suele servir como anfitrión invitado en el programa radial "Point of View" (Punto de vista - USA Radio Network).
[97] Nótese que no todos los adulterios son iguales ni responden a las mismas circunstancias culturales y emocionales. Sin embargo la respuesta es la misma. La censura, la expulsión o la discriminación. Somos propensos a hablar demasiado. Para explicar cómo podemos actuar, se me ocurre contaros el dialogo de Sócrates, conocido como “El triple filtro”, de forma resumida. “Un conocido se acercó a Sócrates para contarle algo sobre uno de sus amigos, pero Sócrates antes de escucharlo, decidió hacerle un pequeño examen, el examen del triple filtro. Sócrates decidió filtrar lo que aquel conocido iba a contarle de su amigo por tres filtros diferentes: el filtro de la verdad, el filtro de la bondad y el filtro de la utilidad. Por lo tanto, le hizo tres preguntas relacionadas con cada uno de los filtros: -¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto? (Filtro de la verdad) -¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo? (Filtro de la bondad) -¿Será útil para mí lo que vas a decirme de mi amigo? (Filtro de la utilidad) Después de que el conocido admitiera que no estaba seguro de si era verdad aquello que iba a contarle, tampoco era bueno y no le sería útil, Sócrates concluyó que ¿por qué decírselo entonces?” En resumen, una estrategia útil a llevar a cabo ante un chisme, crítica o rumor, sería aplicar este triple filtro. No solo cuando recibamos un comentario sino también a la hora de contarlo nosotros podemos ponerlo en práctica. ¡Adelante! “El hábito es el maestro más eficaz” (Plinio El Joven) http://lamenteesmaravillosa.com/como-actuar-ante-un-chisme-o-rumor#sthash.TGPuAndS.dpuf
[98] Lógicamente no en todos los casos la disciplina eclesiástica perjudica, si bien, su objetivo de redención y corrección, en nuestra forma de aplicarla, es más que discutible. Ante el adulterio no guardamos silencio pero si ante la fornicación. Vide las razones por las cuales aplicar la disciplina eclesiástica y observe que todos deberíamos ser disciplinado. Manual de Iglesia Capítulo 7.
[99] Es evidente que la consumación del adulterio y especialmente su publicación “desmedida” debe rechazarse. Hay muchos sentimientos encontrados y la sensibilidad es muy grande y no todo el mundo está capacitado para entenderlas, a pesar de sus buenas intenciones. Antes que el adulterio, hay que ver la preocupación por el adulterio. Hemos etiquetado algo muy gráfico pero que su solución está precisamente en la victoria sobre la preocupación que genera, por evitarlo o por entenderlo. Adams, J., 2011. Cómo vencer las preocupaciones, Guadalupe, Costa Rica: CLIR.
[100] Tamar, Rahab, Rut, Betsabé, María en nuestra concepción legalista podrían no ser aceptadas, en cambio, incluso el linaje de Jesús proviene de ahí. Vide KNIGHT G. Mateo. ACES, Argentina 1998. Capítulo del nacimiento de Jesús.
[101] Cuando el adulterio prolongado es producto de una adicción a las relaciones sociales, puede llegar a ser, o por lo menos comportarse como una enfermedad. El paciente desea y actúa para olvidar, atenuar o castigar su adulterio y al mismo tiempo en su conversación inconsciente cae en el error cognitivo una y otra vez, resulta ser un infierno al que no alcanza ser sensible su Pastor o su Iglesia. Incluso si existe la adicción al sexo, debemos ser cuidadosos en cada caso, para no hacer acusaciones basadas en la apariencia y equivocarnos gravemente. Para información al respecto, vide MELGOSA Julián. Mente positiva. Safeliz, Madrid 2011, Pág 134
[102] EGWHITE. Testimonios sobre conducta sexual y adulterio. API Miami, 1994. pág 107
[103] PÉRSCO Lucrecia. Inteligencia Emocional. LIBSA Alcobendas, 2003

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