La masturbación tiene lugar en todas las culturas y a lo largo de todos los tiempos. Es la forma en que la mayoría de los adolescentes se descubre sexualmente antes de las relaciones sexuales adultas. Sin embargo, si está convirtiéndose en una obsesión que reprime otros aspectos de tu vida o perteneces a alguna religión o filosofía que prohíbe la masturbación, entonces es posible controlar el impulso, recuperar la disciplina y tomar el control de tus necesidades.
Método 1 de 2: Mantente ocupado y concentrado
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1Busca otra salida para ocupar tu tiempo y gastar tu energía. Complementa tu vida con actividades interesantes. La emoción de hacer algo diferente puede ayudarte a reemplazar la necesidad de masturbarte y además tendrás una distracción la próxima vez que sientas la tentación. Intenta alguna de las siguientes opciones:
- Sé creativo. El proceso de transformar los deseos sexuales en un resultado creativo (sublimación) es algo que los monjes y sabios han realizado durante siglos. Comienza a escribir, toca un instrumento musical, pinta, dibuja o haz cualquier cosa que te haga sentir productivo.
- Practica un deporte. Para destacar en un deporte se necesita disciplina y perseverancia. Desarrolla un interés por el atletismo o la natación o por un deporte de grupo como el fútbol, el béisbol, el baloncesto o el tenis. Ten en cuenta que cualquier tipo de ejercicio te ayudará a aliviar la tensión, a sentirte más feliz y a centrarte en tu aspecto físico de una manera positiva. El yoga es otro tipo de ejercicio que puede ayudarte a sentirte más relajado y menos propenso a sentir la necesidad repentina de masturbarte.
- Lleva una alimentación saludable. Las frutas y verduras tienen efectos saludables en el organismo y proveen los nutrientes necesarios para incrementar la energía y las posibilidades de estar más activo durante el día.
- Busca un pasatiempo nuevo o desarrolla una habilidad. Aprender algo que te tome tiempo en dominar puede centrar tu cerebro en la satisfacción de cumplir tus metas en vez de la satisfacción instantánea que produce la masturbación. Intenta con habilidades como la cocina, carpintería, tiro con arco, pastelería, retórica o jardinería.
- Realiza trabajos voluntarios. Dedica tu energía a ayudar a otros adolescentes menos afortunados que tú, por ejemplo, podrías trabajar en un albergue, ayudar a estudiantes de bajos recursos, limpiar áreas deterioradas o juntar dinero para una buena causa. Sentirás una sensación altruista al ayudar a los demás y tendrás menos tiempo para desviarte de tus metas.
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2Haz un plan para evitar la masturbación en los momentos tentadores del día.Si tienes problemas antes de irte a dormir o en la ducha, abstente de cualquier tentación de masturbarte. Por ejemplo, si se trata de un problema a altas horas de la noche, tírate en el piso y haz flexiones hasta que estés demasiado cansado como para hacer otra cosa que no sea dormir. Si encuentras el tiempo en la ducha demasiado tentador, empieza a usar solamente agua muy helada (no querrás estar allí por mucho tiempo).
- Si siempre te masturbas cuando llegas a casa de la escuela, asegúrate de tener un plan sólido para evitar cualquier aburrimiento que puedas sentir. Si tienes muy pocas cosas que hacer, tu mente se distraerá frecuentemente con pensamientos sexuales. Trata de ocupar tu horario. Te darás cuenta de que es más fácil evitar la masturbación si estás demasiado ocupado o cansado como para dedicarle tu energía a cualquier distracción.
- Si sientes la tentación de masturbarte en la mañana, trata de dormir con algo más que una capa de ropa. De esa manera, tocarte será mucho más difícil.
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3Limita tu soledad. Si te masturbas con frecuencia porque te sientes solo, busca maneras de estar lo más comprometido socialmente. Es decir, tendrás que unirte a la mayor cantidad de clubes o actividades que puedas. Acepta y haz más invitaciones a la gente y trata de hacer nuevas maneras de hacer amigos. Si quieres salir con alguien, considera la posibilidad pedirle a algún amigo que te organice una cita o únete a un sitio de citas en línea.
- Otra cosa que puedes hacer es limitar las ocasiones en las que probablemente estés solo en casa. Si tiendes a masturbarte una o dos horas antes de que tus padres regresen a la casa después del trabajo, sal a caminar durante ese tiempo o haz tu tarea en alguna cafetería.
- Incluso si todos tus amigos están ocupados, pero quieres limitar tu deseo de masturbarte, ve a lugares públicos. Por ejemplo, en vez de ver un partido en casa, míralo en algún bar de deportes. Si bien es cierto que no pasarás el rato con tus amigos, no estarás solo y no tendrás tiempo para masturbarte.
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4Deja de ver pornografía en tu computadora. Una de las razones por la cual es posible que te masturbes tanto es que sabes que puedes acceder a la pornografía en cuestión de segundos si así lo deseas. Sin embargo, si no tienes la fuerza de voluntad para dejar de ver pornografía por tu cuenta, entonces podrás tomar otras medidas para lograrlo:
- Considera la posibilidad de instalar un programa de bloqueo de pornografía en tu computadora. Por supuesto, sabrás la contraseña para pasar por alto la función de bloqueo, pero el simple hecho de escribirla te recordará tus prioridades. También puedes escribir una contraseña aleatoria en un archivo de texto, copiarla y pegarla cuando ingreses y verifiques tu contraseña y luego eliminar el archivo de texto, así no podrás saber la contraseña de tu propio bloqueador de porno. Esta es la mejor manera de mantenerte fuerte y ahorrarte los problemas.
- Si tienes la tendencia a masturbarte viendo pornografía en tu computadora, ponla en alguna habitación en donde los demás puedan verte.
- Si tienes una colección física de pornografía, ¡deshazte de ella lo antes posible!
- Busca ayuda. Las aplicaciones web para la adicción a la pornografía como “Brainbuddy” están diseñadas para hacer conexiones nuevas en el cerebro de modo que anheles tener una conexión real en lugar de la pornografía.
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5Trata de ser persistente y paciente. Dejar de masturbarte no sucederá de la noche a la mañana, es un proceso que requiere compromiso y es posible que cometas errores o recaídas en ocasiones. El verdadero problema es perseverar, así que comprométete ahora y no dejes que los errores pequeños se interpongan en tu camino.
- Establécete un sistema de recompensas. Sobórnate para mantenerte en el camino correcto y recompésate cuando tengas un buen comportamiento. Por ejemplo, si puedes estar dos semanas enteras sin masturbarte ni una sola vez, prémiate con algo pequeño como un juego nuevo o un cono de helado.
- Los sistemas de recompensas son excelentes, solo asegúrate de no premiarte con lo mismo que estás tratando de vencer, o sea, la masturbación. Si te dices a ti mismo que te premiarás con la masturbación después de una semana de no hacerlo, entonces solo la estarás convirtiendo en algo que realmente deseas con más ansias.
Método 2 de 2: Ten la mentalidad correcta
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1Deja de castigarte. Considéralo de esta manera: si te obsesionas constantemente con el hecho de que algunas personas desaprueben la masturbación, entonces todavía estarás pensando en la masturbación todo el tiempo. No cambies tu adicción a la masturbación por otra. Todas las adicciones están tan relacionadas que no resolverás nada. En cambio, reconoce que si bien la excesiva masturbación era un problema para ti, perseverarás para detener tus impulsos.
- Recuerda que eres un ser humano y los humanos se masturban. Algunos estudios muestran que aproximadamente el 95% de los varones y el 89% de las mujeres admiten haberse masturbado.[1] Sentirás menos vergüenza una vez que te des cuenta de que no estás solo.
- Trata de no caer en la desesperación al recordar los momentos que hayas pasado sentido lástima por ti mismo cuando podrías haber renunciado a tu adicción.
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2No creas los mitos acerca de los daños de la masturbación. Si deseas detener tu adicción a la masturbación, entonces deberás hacerlo por razones personales y morales, no por razones relacionadas con la salud. El único problema verdadero de salud que puede causarte es el dolor y el salvajismo de la masturbación crónica, pero puede desaparecer si dejas de tocarte con tanta frecuencia. A continuación te presentaremos algunas cosas que la masturbación no le hará a tu cuerpo:
- La masturbación no te causará infertilidad, eyaculación precoz ni impotencia.
- La masturbación no te causará locura.
- La masturbación no te causará ceguera ni cataratas.
- La masturbación no te causará micción frecuente.
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3Recuerda que todo mejorará. Si tienes fe en que realmente puedes encontrar una manera de detener tu adicción a la masturbación, entonces podrás hacerlo. Tal vez tu objetivo no sea dejar de masturbarte por completo, sino limitar las veces en que te masturbas a una cantidad saludable, como una o dos veces al día (lo cual no tiene nada de malo). Si realmente crees que puedes ganar esta batalla, tendrás muchas más posibilidades de triunfar en vez de estar constantemente dudando de ti mismo.
- Dicho esto, es posible que haya días en los que tengas recaídas. Si te masturbas un día que no planeabas, no pienses “En fin, ya arruiné mi día de todas formas” y luego continúes masturbándote compulsivamente por el resto del día. Esto es igual de lógico que pensar que debes comerte un pastel entero solo por haberte comido una galleta y supuestamente haber arruinado tu dieta del día.
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4Ten en cuenta cuándo buscar ayuda. Si has intentado todo y todavía no puedes controlar tu adicción, es posible que sea la hora de contarle a otra persona sobre tu problema y pedir ayuda. No te sientas avergonzado y recuerda que muchas personas tienen problemas similares a una adicción. Buscar ayuda es una acción valiente y casi todas las personas a quienes les preguntes lo verán como tal.
- Pídele orientación a tu líder religioso. Si perteneces a una iglesia, considera pedirle ayuda a tu clero local. Mantén tres cosas en mente: primero, estas personas son parte del clero porque se dedican a ayudar a sus congregaciones; segundo, probablemente ya hayan ayudado a alguien adicto a la masturbación; por último, están sujetos a una estricta confidencialidad. Solicita una cita privada con tu pastor, obispo, imán, rabino u otro líder religioso y ve si sus consejos te pueden ayudar.
- Programa una cita con algún médico profesional. Los consejeros, sicólogos y siquiatras están capacitados para ayudar a las personas con diferentes grados de adicción. Empieza viendo a un terapeuta en tu área que pueda evaluar tu adicción y recomendarte una ayuda más especializada si es necesario. Hay varias opciones de tratamiento disponible, desde terapias cognitivo-conductuales hasta medicación.
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- Ten en cuenta que la masturbación se hace a menudo en la noche. Si haces ejercicios todos los días en la tarde, estarás cansado por la noche y preferirás dormir en vez de masturbarte.
- Cuando el impulso sea muy intenso, ¡tómate una ducha fría! No solo te ayudará a calmar la mente, también tiene otros beneficios para la salud en general y la energía.
- Ten en cuenta los efectos a largo plazo de tu masturbación. Desarrolla nuevos hábitos saludables y disfruta del sentimiento de éxito diario.
- Cultiva pensamientos puros leyendo libros sagrados como el Bhágavad Guitá, la Biblia, el Corán, etc. antes de irte a dormir.
- Distrae tu mente de la masturbación con música con contenido no sexual.
- Será más fácil detenerte si estás en una relación en donde tu pareja te pueda ayudar. Por ejemplo, pasa más tiempo viendo una película, yendo de compras o incluso practicando deportes con tu pareja. De esta manera, tendrás la garantía de que los impulsos ya no estén presentes y es muy probable que te olvides de ellos con el paso del tiempo.
- Cuando sientas la necesidad de masturbarte, sal a dar un paseo a paso ligero o a trotar. Siempre trata de ocuparte cuando surja el deseo.
- Evita sentarte en la cama. Usa una mesa, silla y siempre siéntate con otras personas.
- Establécete metas pequeñas. Primero, trázate estar tres días sin hacerlo, el tercer día será el obstáculo y una vez que lo pases, sabrás que estás comprometido. Luego, intenta con una semana, diez días, dos semanas, diecisiete días, etc.
- Piensa en tu familia o cualquier otra persona e imagina que te está viendo.
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